El 1º de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología y
de los Ecólogos,
para recordar en todo el planeta la importancia de
conocer y valorar las relaciones
que existen entre los seres vivos y su
medio, y concientizar a nuestros pueblos
sobre la importancia de
mantener una relación armónica con nuestro ambiente, registró AIM.
1° de noviembre- dia Mundial de la Ecologia
La ecología es una ciencia que estudia las interrelaciones entre los
seres vivos y el
medio que les rodea, por lo tanto su complejidad y
diversificación dependen de los elementos
que conforman el medio y los
actores involucrados en su estudio. De allí que exista
la Ecología
Humana, Vegetal y Animal, entre otras, llegando a ser tan específica
como la
Ecología de las Poblaciones (para estudiar las relaciones entre
individuos de una misma
especie), o de Comunidades (para analizar las
vinculaciones entre organismos
de diversas poblaciones).
Nunca como ahora la ecología había adquirido tanta importancia, pues
de acuerdo
con algunas estimaciones cada 10 segundos desaparece una
especie viva para siempre,
se pierde el equivalente a cinco canchas de
futbol en bosques tropicales.
Lo malo de esta historia, desde el punto de vista de la ecología, es
que cuando desaparece
una especie se distorcionan las relaciones
existentes entre ella y otros seres vivos,
como sucede con la
desaparición de los bosques y la regulación climática e hidrológica,
y
la producción de basura, que introduce contaminantes a las aguas,
los
suelos y el aire.
Por su parte, la explosión demográfica es tan grande, que a partir
del 31 de octubre,
fuentes de naciones unidas consideran que ya somos
más de 7 mil millones de personas,
de las cuales, 1,9 mil millones viven
en pobreza extrema y 900 millones carecen de un
servicio seguro de agua
potable y saneamiento. Tal crecimiento demográfico demandará
mayor
cantidad de recursos, y que para el 2050, habremos perdido más del 50%
de los
ecosistemas naturales, al ritmo de la destrucción actual.
En esta complejidad ambiental, la ecología ayuda a los científicos a
analizar
cómo cada elemento de un ecosistema afecta a los demás
componentes, y
como ellos se afectan entre sí.
La ecología no debe ser vista sólo como la ciencia que cuida las
plantas o desarrolla
la conciencia ambiental a través de bolsas
plásticas oxobiodegradables.
La ecología debe vincularse a la
cotidianidad de la ciudadanía, y a mejorar su calidad
de vida,
rescatando el valor de la vida en todas sus formas y expresiones, y
respetando
la compleja red de interacciones existente entre todos los
seres vivientes.
La definición de Ecología engloba muchas disciplinas, aunque que se
denomina como tal,
a la ciencia que estudia a los seres vivos, su
ambiente, la distribución, abundancia y
cómo esas propiedades son
afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente:
«la
biología de los ecosistemas». En el ambiente se incluyen las propiedades
físicas
que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos
locales, como el clima y
la geología, y los demás organismos que
comparten ese hábitat (factores bióticos).
La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio
científico de los procesos
que influyen la distribución y abundancia de
los organismos, así como las interacciones
entre los organismos y la
transformación de los flujos de energía.
Aunque sólo exista un día en el que se conmemora a lo largo del
calendario anual,
debería haber más; todos debemos tener presente la
palabra ecología a lo largo de los
364 días restantes. ¿Por qué?, porque
en un día no se puede recuperar todo el daño
anual que hacemos a
nuestro planeta. Con un poco de dedicación y cuidado cada jornada
podremos tener un ambiente más saludable y menos nocivo para los seres
vivos.
Las fatales interacciones del ser humano con el entorno pueden estar
en simples gestos
diarios: esa cajetilla de cigarros o esa colilla que
tiras al suelo, o esa bolsa que se te
vuela y llega hasta el mar, o ese
envase de zumo que tu hijo deja olvidado en cualquier sitio,
o esa
botella de vidrio que sin saber porqué aparece en medio del bosque, son
dolorosas
acciones para el medio ambiente; que si nadie se preocupa o
denuncia pueden ser la
mecha que encienda la bomba. Nuestra huella debe
ser lo más liviana posible.
Gracias a los ecologistas, sí, esas personas que están todo el día
protestando, no sin razón;
ahora mismo podemos disfrutar de un mundo más
natural y menos artificial.
Quiero desde nuestra publicación, en este
día tan importante, por lo menos para algunos;
ratificar de manera clara
y eminente, el valioso trabajo que realizan todos esos individuos
que
aparecen en las noticias del telediario, arriesgando sus vidas por
defender causas
medioambientales, por defender algo que comprenden como
suyo, y que forma parte
de sí mismos. En eso radica el entendimiento de
la palabra ECOLOGÍA con mayúsculas,
en vislumbrar entre tanta
información que nos llega por todos los sentidos, el saber
discernir que
es realmente lo importante para nuestro futuro como especie en el
planeta.
Nosotros, que somos los dueños y señores de esta vasta
extensión de tierra, agua y aire
que denominamos mundo; tendremos que
aplicarnos y aprovechar el tiempo que nos
queda para proteger lo que
todavía resiste a nuestra civilización. Una obra titánica que
requiere
el apoyo de cada una de las personas que habitamos el planeta, aunque
sólo sean
unos cuantos los que den la voz de alarma y sean los “cabezas
de turco”.
Irremediablemente, no nos queda otra. Así que,
¿por qué no te sumas
ahora mismo a esta empresa?.
Revaloriza tu parque, tu bosque, tu lago
…esos que tienes al lado y que aparecen
semi-abandonados, son hábitats
de muchas especies de animales y plantas, y
un lugar de descanso y paseo
para ti mismo. Vuélcate en su protección
y dale muestras de aprecio.
Es
más fácil empezar por lo local, hay multitud de maneras con las que
poder actuar.
¡Busca la tuya, tú eres el único que sabe lo que realmente
se te da bien!
Planta árboles,
implica a tus vecinos, recoge la basura
que veas tirada e intenta
concienciar al resto, etc; es difícil lo sé,
pero por algo hay que empezar.