La Mecedora
Hace unos meses mientras esperaba un vuelo de conexión en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston , en el gate que me encontraba habían unas mecedoras frente al cristal que da a la pista de aterrizaje. Me senté a esperar mi vuelo y mientras me mecía en ella llegaron muchos recuerdos de mi infancia, puesto que de niña me encantaban las mecedoras. Mis hermanas y yo nos sentábamos e imaginábamos que la mecedora corría más y más rápido, mientras nos mecíamos atrás y adelante.
Todos hemos disfrutado de la rica sensación de estar en una mecedora con los ojos cerrados meciéndonos mientras descansamos. Pero hoy en día todos nos mecemos en la mecedora de la preocupación y la desesperación. Los problemas de salud, económicos, familiares, personales y hasta los problemas mundiales nos mantienen ocupados, nerviosos y preocupados.
El detalle es que la preocupación es una mecedora que no te lleva a ningún lado. Hoy más que nunca en nuestra sociedad se vive las consecuencias del afán, lo que se conoce como estrés.
Causado mayormente por las tensiones que se viven día a día; lo que desencadena la pérdida de la paz y el gozo de las bendiciones que recibimos de Dios cada día.
¿Y quién de ustedes podrá, por mucho que se afanes, añadir a su estatura un centímetro? (Mateo 6:26).
Muchas veces solo pensamos en lo que nos falta por alcanzar y nos olvidamos de las cosas que tenemos.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7)
Estas pasando por una situación difícil en este momento? Dios puede darte esa paz que necesitas. Para el no hay nada imposible. Tal vez piensas que Dios se ha alejado de ti… pero a lo mejor eres tu quien se ha alejado de Dios.
Acércate a El, hecha a un lado la preocupación y disfruta las bendiciones que El tiene para ti.
¡Que tengas un feliz y bendecido dia al junto de los tuyos.
Sonríe y ama .
|