Amor, si tan solo pudiera abrirme el pecho y darte todo mi corazón...
si tan solo pudieras ver que en él, late furioso mi amor por ti...
si tan sólo pudieras regalarme ese soñado amanecer,
y despertar contigo envueltos en ese manto de ternura que brota de nuestras almas...
sería la persona más feliz del universo...
Amor mío... seguiré soñando con ese día...
seguiré pidiéndole a Dios por un momento a tu lado,
por una caricia de tus manos, por un beso de tus labios...
Y si Dios no puede
concederme ese deseo,
seguiré deseándote en el silencio de mi alma,
seguiré dibujando tu rostro en el firmamento.
Entonces encontraré la forma en que algún día de esta corta vida
se unan tus ganas y las mías en un abrazo tan dulce,
tan apretado que lo triste y lo temido habrán desaparecido,
para dar paso a la mayor felicidad de mi vida...
¡HABERTE ENCONTRADO EN CUERPO Y ALMA!...
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D.A.