Según mi doctora es así como debo de salir de casa para que no me asalte la alergia por falta de abrigo.
Además me ha dado las siguientes recomendaciones...
1. Que vaya en el coche con la ventanilla cerrada. (Esto lo puedo hacer)
2. Que evite los lugares donde haya polvo. (Difícil... Todavía no he encontrado la fórmula para que la casa se limpie sola)
3. Que evite los cambios bruscos de temperatura (¡¡¡ Dios !!! ¿Alguien sabe dónde se venden escafandras?... Porque aquí en una... hora te puedes asar o congelarte con tan solo moverte un kilómetro)
4. Que no esté donde haya polen...
Jjajajajjajaj y... ¿qué hago? no tengo el poder de sacar la casa de las medianías rodeadas de vegetación y meterla en medio del mar. Creo que no le sentó bien a la doctora la guardia de anoche, porque vaya si no hay yerbas, floritas y árboles en esta zona tan verde del paraíso donde vivo y que ella ve cada día desde la ventana de su consulta.
Pero como alergia y alegría se escriben con las mismas letras, le doy la bienvenida al concierto de estornudos, arias de picores, solos de conjuntivitis y sonatas de mocos que me visitarán hasta bien entrado junio porque pienso disfrutar de la primavera a tope.
Achissssssssssss. Umm salgo corriendo a la farmacia no vaya a ser que se agoten los antihistamínicos.