Dar y recibir es el propósito de tu existencia. Tu capacidad de recibir está determinada por cuánto compartes. Imagina un vaso de 227ml: sólo puede contener 227ml de agua, eso es todo. Pero abre un pequeño orificio en el fondo del vaso, permite que el agua llene otros vasos y, de pronto, el agua podrá fluir sin final alguno. Hoy, ábrele un pequeño orificio al fondo de tu vaso. Por ejemplo, comparte tu tiempo y tus talentos y deja que las bendiciones fluyan. |