Para aquellos fanáticos del deporte (como yo), cuando nuestro equipo gana decimos “¡Ganamos!”. Pero esto no es cierto. Ellos ganaron, nosotros observamos. Lo mismo ocurre en la vida. Podemos sentarnos en las bancas, gritando y analizando qué salió bien o mal; o podemos arriesgarnos, salir a la cancha y apostar por lo que creemos. ¿Hoy estás observando el partido o jugándolo? Tienes que estar ahí para ganarlo. |