Al final fueron dos mil personas las que se concentraron en la Puerta del Sol para protestar por el desalojo del Hotel Madrid. Y locas por incordiar. Por un lado, se me hacen pocas. El movimiento 15M debe aprender de los errores y no eludir responsabilidades ante este tipo de acciones. Si el común de los mortales hubiese conocido los objetivos del proyecto y la calidad humana del grupo que lo inició, igual otro gallo hubiese cantado.