Por extraño que parezca, en el debate respecto a las consecuencias de las actuales reformas económicas en Cuba, partiendo de argumentos absolutamente distintos, llegan al mismo pronóstico los pensadores liberales, para los cuales no existen alternativas al capitalismo, y los marxistas ortodoxos, para quienes el socialismo es un cuerpo rígido, incapaz de adecuarse a las condiciones que le impone la realidad, sin perder su esencia.