Pocas veces a un artista lo emociona tanto lo que logra otro. O pocas veces muestra tanta disposición a contarlo. Pero Amaury Pérez no hace otra cosa desde que se bajó del avión que lo devolvió a La Habana, después de acompañar la gira de 14 días de Silvio Rodríguez por Argentina y Uruguay, en la que participó como artista invitado.
“Ni la prensa ni la TV pueden recoger las emociones que se desbordaban en los conciertos. Yo vi aquello, no se podía creer…”