Ya han pasado más de cuatro meses desde el primer levantamiento en Chile. El movimiento, ya algo cansado, todavía muestra señales de vida ante las injustas leyes impuestas por el gobierno. Las congregaciones de estudiantes de todos los niveles, aún confían en un futuro estudiantil, libre de presupuestos y lucro. A pesar de los grandes desafíos que enfrentan en cada justa (maltratos y represión), esta rebelde juventud, mantiene las ansias de conquistar la superación.