Me solidarizo totalmente con la actitud asumida por Cuba y Venezuela reclamando del gobierno de Estados Unidos la extradición de Luis Posada Carriles, autor de la voladura del avión de Cubana de Aviación y otros atentados. Es obvio que no se trata de un exiliado común sino de un asesino y si el gobierno de Estados Unidos decidiera darle asilo se convertiría automáticamente en un aliado de ese crimen.