En la dirección del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, a principios de la década del 60, se tramitaban con las oficinas del entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, Comandante Fidel Castro o directamente con la inolvidable Celia, las entrevistas que los numerosos visitantes extranjeros solicitaban sostener con Fidel o aquellas que la propia institución recomendaba.