La mal llamada Rosa Blanca, creada en enero de 1959, resucitada en junio de 2010 y la Fundación que apareció como engendro de la administración del republicano Ronald Reagan en junio de 1981, tienen entre sus fundadores de entonces y en las figuras principales de ahora, un tronco común que es el batistato, que agrupó y agrupa a los seguidores del dictador Fulgencio Batista, empecinados en retrotraer a los más de once millones de cubanos, que construyen una nueva sociedad en la Isla, al pasado denigrante