Rebelión contra las oligarquías y contra dogmas revolucionarios”, así sintetizó el Che desde las páginas de su diario en Bolivia lo ocurrido en Cuba el 26 de julio de 1953. Se trata de una definición que ha acompañado hasta hoy la supervivencia de la Revolución cubana frente a las agresiones externas y a las consecuencias de sus propios errores. Es esa rebelión múltiple la que ha marcado el discurso de los principales dirigentes cubanos en los momentos clave del proceso histórico vivido por la isla en las últimas seis décadas. Y es ella la que también guía los profundos cambios que comienzan a implementarse como consecuencia de los debates del Sexto Congreso del Partido Comunista, acompañados de la reafirmación del carácter socialista y antimperialista del proceso.