Pocas horas después de que se diera a conocer la proclama de Fidel anunciando que por una grave crisis de salud delegaba sus responsabilidades políticas y gubernamentales, la cadena de televisión CNN en Español entrevistaba al laureado ensayista Rafael Rojas. Él fue el escogido para explicar al mundo, como intelectual cubano, lo que sobrevendría después de ese crítico instante. Lo he recordado ahora que la revista Temas me ha dado la posibilidad de conocer y comentar la polémica entre Rojas y Arturo Arango, suscitada a partir del artículo de este último «Cuba, los intelectuales ante un futuro que ya es presente».(1)