Tras cinco décadas de conflictos armados entre el gobierno de Jartum, la capital de Sudán, y el movimiento rebelde del sur de ese país, en el 2005 ambas partes llegaron a un acuerdo de paz que estableció entre otros compromisos la existencia de un gobierno autónomo en el sur, la repartición a partes iguales de los ingresos petroleros y la realización de una consulta popular en el sur, en enero del 2011, que determinase si los casi 9 millones de pobladores de esa región, un 25 % del total de los que viven en Sudán, querían o no la separación.