La ruptura violenta del orden constitucional producida el 28 de junio de 2009 por sectores antidemocráticos y oligárquicos con apoyo externo, opuestos a la consulta legítima del Presidente Constitucional de la República José Manuel Zelaya Rosales, conocida como el “Proyecto de la cuarta urna”, interrumpió un sano proceso de maduración y transformación de la cultura democrática electoral a una democracia participativa y soberana.