“Hay hombres en los que van pueblos enteros”, decía Martí y muchos así lo creemos. La historia enseña muy bien, que los pueblos producen hombres-faros, capaces de cambiar la realidad, y Chávez, indudablemente, es uno de esos. De esos imprescindibles que no pueden faltar y que como Fidel deben vivir muchos años para ver la obra bella crecer y perfeccionarse.