Negar la crisis no impide que esta siga ahí, vivita y coleando. Sobre todo porque esa caricatura de democracia sobre la cual lo mismo roban a sus pueblos que invaden países por razones “caritativas”, hasta la hojita de uvaha perdido. Cuando el Banco Central Europeo (BCE), el FMI (léase EEUU) y la propia Unión Europea por vía de Alemania y Francia, o desde Bruselas, por medio demecanismos supranacionales que amenazan con gruesos despropósitos, dicen que ayudan a Grecia, en realidad la estafan.