El excongresista Lincoln Díaz-Balart que, a principios del año pasado, abandonó su escaño en Washington, se dedica a reorganizar el grupo mafioso clandestino creado por su padre, La Rosa Blanca, confirman informaciones que circulan en Miami. El propósito de la operación manejada por el político cubanoamericano es esencialmente, recuperar a su favor, con el apoyo ya garantizado de su excolega Ileana Ros-Lehtinen, los millonarios fondos del presupuesto federal destinados a desestabilizar a Cuba.