¿Son los 25 años pasados desde entonces un lapso de tiempo suficiente para evaluar las secuelas médicas de aquella tragedia? A pesar de que toda una generación ha crecido desde 1986, parece un período demasiado breve para poder detectar todas las consecuencias de la explosión, pero es a la vez, un período demasiado largo para se sigan multiplicando mitos sobre Chernobil.