Al amanecer del 15 de abril de 1961 aviones de combate con insignias cubanas bombardearon los principales aeropuertos militares de Cuba. Las agencias de prensa estadunidenses difundieron que se había sublevado la fuerza aérea “de Castro”, especie a la que intentaron dar credibilidad con la declaración de un supuesto aviador militar cubano que habría desertado y aterrizado en Miami. Se trataba de un piloto de la flota de la CIA que actuaba contra Cuba desde esa mañana. Adlai Stevenson, representante de Estados Unidos en la ONU, se esforzaba en convencer de lo mismo al Consejo de Seguridad.