La realidad es que muchos jóvenes centroamericanos han sido conducidos por el imperialismo a cruzar una rígida y cada vez más infranqueable frontera, o prestar servicios en las bandas millonarias de los narcotraficantes.
¿No sería más justo ―me pregunto― una Ley de Ajuste para todos los latinoamericanos, como la que se inventó para castigar a Cuba hace ya casi medio siglo? ¿Seguirá creciendo hasta el infinito el número de personas que mueren cruzando la frontera de Estados Unidos y las decenas de miles que ya están muriendo cada año en los pueblos a los que usted ofrece una “Alianza Igualitaria”?