Vamos a suponer, solo a suponer, que el general James Clapper, director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, tenga razón cuando advierte que Muamar El Gadafi ganará la contienda abierta en Libia. Más de uno se las vería duritas para adoptar una postura airosa si ocurre. Nicolas Sarkozy sería uno a quedar muy, pero muy mal. Del apoyo al jefe de estado libio, pasó a otorgarle legitimidad a sus oponentes, sin ninguna transición de por medio.