Fue en la Ciudad de New York donde se programó un tope bilateral de boxeo entre Cuba y Estados Unidos allá por la década del 70. Las personas se agruparon espontáneamente en la calle, se esperaba la salida del equipo cubano desde el hotel hasta el Coliseo. Los custodios estadounidenses temieron alguna agresión física y decidieron el traslado de los atletas a través de un túnel.