A través del testimonio contundente de la médico forense cubana, Yleana Vizcaíno Dimé, la fiscalía probó que la muerte de Fabio Di Celmo el 4 de septiembre de 1997 en La Habana fue un homicidio.
La doctora Vizcaíno Dimé testificó ante el jurado en El Paso que Fabio Di Celmo murió de “una herida mortal por necesidad que le causó sangramiento masivo que fue imposible detener”. La defensa no pudo impugnar su testimonio y, consecuentemente, sus declaraciones constituyen evidencia no controvertida en el juicio contra Luis Posada Carriles.