Como primera muestra del carácter abierto del encuentro, y tras presentar el Ministro a cada uno de los asistentes, el líder cubano invitó a los asistentes a proponer temas e inquietudes, lo que, tratándose de invitados con larga, profunda y diferente trayectoria, suponía una peligrosa audacia intelectual. Tras una primera docena de intervenciones, Fidel retó con su primera pregunta: “¿cuál es el problema principal en este momento?”.