Supe que varios intelectuales prestigiosos, y amigos sinceros de Cuba, visitaron nuestra Capital para participar en la XX Feria Internacional del Libro de La Habana. Esa Feria es una de las modestas cosas buenas que hemos impulsado. Los libros y las ideas que ustedes elaboran y promueven han sido fuentes de aliento y esperanza; gracias a ellos, conocemos lo que vale el injerto del talento y la bondad. Sus nombres se familiarizan y se repiten a lo largo de la vida durante años, que siempre nos parecen breves.