La defensa trató toda la tarde de convencer al jurado de que uno de los principales testigos de la fiscalía, Gilberto Abascal, no es de fiar. El abogado Arturo Hernández tiene que tratar de impugnar la credibilidad de Abascal, porque sus declaraciones contra Luis Posada Carriles son devastadoras. Abascal testificó por la mañana que el Santrina llegó a Miami a las 10:30 AM de un día de marzo de 2005.