Sentando en una solitaria silla de madera en el pasillo contiguo a la sala judicial, antes de comenzar la audiencia, se podía ver a uno de los principales testigos contra Luis Posada Carriles en el juicio que se le está haciendo por mentiroso en El Paso, Texas: Gilberto Abascal. Vestido con un traje y una corbata gris, el testigo esperaba, incómodo, por la llamada a testificar.
Es un hombre relativamente joven, si se le compara con sus compañeros de aventura. Tiene 45 años de edad. Jamás había brindado testimonio ante un tribunal y parecía que raras veces se había puesto un traje.