Nada menos que Ileana Ros, la que mantenía secuestrado al niño Elián en Miami, promotora de golpes de Estado, crímenes como los de Posada Carriles y otras fechorías, viajará a la vecina Haití, donde el terremoto mató un cuarto de millón de personas y la epidemia de cólera, en plena acción, ha privado de la vida a casi 4 000 y constituye una amenaza para el resto del Continente.
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Me pregunto si el gobierno de Estados Unidos está consciente del desafío que implica para su autoridad moral de esa nación la presencia perturbadora de Ileana Ros-Lehtinen en Haití.