La colaboración médica cubana con muchos de los países más empobrecidos e ignorados del planeta es un entrañable capítulo por escribir de la Revolución en la mayor de la Antillas. Sus inicios se remontan a los tempranos sesentas cuando ya había médicos internacionalistas cubanos en varios países de África. Pero fue hasta décadas después que Cuba pudo disponer para este fin de una gran fuerza de profesionales de la salud excelentemente educados pues después del triunfo de la Revolución Estados Unidos estimuló el éxodo de la mitad de los galenos.