Las revelaciones del sitio Wikileaks y los ataques de hackers a redes clasificadas del gobierno estadounidense; a los sitios web de las compañías MasterCard, Visa y del banco suizo Schweizer Post, estos últimos en solidaridad con Julian Assange, fundador de Wikileaks, representan manifestaciones de la guerra cibernética en marcha, entendida como los conflictos, en que adquieren un rol determinante la informática y las comunicaciones.