uiero recordar unas palabras de nuestro Ludovico Silva que le hacen justicia y se enfrentan a la visión machista que ha pretendido disminuir su luminoso ejemplo: No ha habido mujer más valerosa y genial en la historia de América Latina. Es una verdadera impropiedad y hasta una iniquidad histórica (normal dentro de nuestra nefasta afición subdesarrollada a oscurecer unos valores y oscurecer los otros) asociar y explicar la figura de Manuela Sáenz tan sólo en referencia a la figura de Simón Bolívar. Antes o después de Bolívar, con Bolívar o sin él, Manuela demostró ser lo que era. Y nadie, me atrevo a agregar yo, supo esto mejor que el mismo Simón Bolívar.

QUERIDO DIEGO, “PELUSA”, “PIBE DE ORO”, “DIEZ”, “DIOS”, “GORDO”: Quiero hacer memoria, para que no se te olvide a vos, ni a ninguno de los argentinos. Eras un pibe de la villa miseria de Fiorito. Uno de esos asentamientos informales, insalubres y laberínticos, de viviendas precarias en las que se hacinan los desplazados. Síntoma brutal de la marginación y la pobreza, del que los políticos prefieren no hablar porque es poner en duda toda la estructura legal del sistema.

En una lección de sabiduría temple y valentía , convocaron a una lucha para defender la autonomía de la Universidad , desnudaron la ineptitud de sus administradores de turno y los políticos que los consignaron , la lucha de los estudiantes es la lucha de todo el pueblo solidario , convirtiéndose en la conciencia colectiva de un pueblo amenazado por políticas de opresión, que no tienen los argumentos para justificar la injusta ley 7 y la certificación número 68 que son practicas neoliberales para privatizar, un gobierno que no tiene fuerza moral para justificar la injusticia.

Para Venezuela el tema de esta Asamblea General “Paz, Seguridad y Cooperación” tiene especial importancia en el contexto político actual que vive nuestra región y en especial América Latina y el Caribe. Son conceptos integrales los que acertadamente han presentado los organizadores de esta cumbre como tema de las deliberaciones de los cancilleres de la OEA. Paz que significa mucho más que ausencia de guerra y que entendemos como la armonía del hombre nuevo, socialmente hermanado y fraterno con la naturaleza, con sus propios hermanos, es el objetivo de los socialistas verdaderos.

El artista escribió sobre su experiencia a su hermano Theo: “Esta mañana vi el campo desde mi ventana mucho antes de que amaneciera, sin otra cosa que el lucero de la mañana, que parecía muy grande”. Ese lucero de la mañana, o Venus, puede ser la gran estrella blanca que hay a la izquierda del centro en ‘La noche estrellada’. El pueblo, por otra parte, es ficticio y la torre de la iglesia evoca el país natal de van Gogh, Holanda.

Controlar la información sobre su pasado, de la que depende su integridad y su futuro, es una de las tareas más celosamente cumplida por todos los imperios. Roma cultivaba el más denso secreto alrededor de sus razones de estado, los llamados arcanos imperiales, con el mismo celo que entrenaba a sus legiones, o ponía a prueba el don de mando de sus generales. Hoy, en los Estados Unidos todo sigue igual, solo que la tarea de mantener a raya a curiosos, enemigos, y profanos ya no recae sobre el otrora poderoso Colegio de los Augures, sino sobre unos burócratas eficaces e impenetrables que nos reciben con gélidas sonrisas y un “no” en la boca cuando en archivos y bibliotecas se les solicita acceso a ciertos documentos del ayer.

Hoy vi por segunda vez La noche estrellada, de Vincent Van Gogh. La primera fue hace 32 años, también en un día caluroso. Cuentan que el pueblo que yace bajo la danza de estrellas es imaginario, una suerte de evocación de Holanda, porque Van Gogh ya se había ido a buscar lo que soñaba que le esperaba en Francia. No sé si será por lo alucinado de la escena, pero esta pintura me recuerda las imágenes que acompañan a Una noche en la árida montaña, la obra de Modesto Mussorgsky que Disney escogió para su película Fantasía.