Durante meses, los conservadores les han considerado fieles seguidores del presidente Barack Obama. Pero en las pasadas semanas, los presentadores y humoristas de los programas nocturnos de Estados Unidos han encontrado una nueva cantera para sus monólogos. Desaparecido George Bush, retirada Sarah Palin, en la sombra Dick Cheney, Obama es diana de críticas y bromas de todo calado.