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General: Los militares en la historia ....
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Respuesta  Mensaje 1 de 16 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 17/01/2014 19:38

Los 15 mejores generales de la historia

Muy Interesante ha publicado un reportaje en el que da puntuaciones, según diversos parámetros, a todos los generales de la historia para así sacar una lista con los mejores 15.


Han tenido en cuenta parámetros como la estrategia, la táctica utilizada, los dotes de mando y la incidencia histórica, que se refiere a los intentos que hizo el propio personaje por adueñarse de un lugar en la historia. Los líderes militares son los siguientes:


Napoleón: Militar, gobernante, general, golpista y emperador de Francia.


Julio César: líder militar, procónsul, praetor, cuestor y dictador vitalicio de Roma.


Alejandro Magno: discípulo de Aristóteles, Rey de Macedonia, destacó fundamentalmente por conquistar el Imperio Persa.


Guillermo I: William the Conqueror, conquistador de Inglaterra, héroe de la Batalla de Hastings y Duque de Normandía.


Escipión: el africano, político y general de la República romana, único capaz de derrotar a Aníbal.


Saladino: Sultán de Egipto y Siria (en principio), defensor del Islam, ganó en Hattin a los cruzados y conquistó la Tierra Santa.


Eugenio de Saboya: General austríaco defensor contra los turcos otomanos.


Federico II: Rey de Prusia, apodado “El Grande”.


Wellington: héroe de la Guerra de Independencia española y Waterloo, en que derrotó al mismísimo Napoleón.


Zhukov: General ruso distinguido por ser la “bestia negra” de los nazis.


Gengis Khan: Fundó el Primer Imperio Mongol, el más extenso de la historia.


Tamerlán: Conquistador, líder militar y político turco-mongol, último de los conquistadores de Asia Central.


El Gran Capitán: Héroe español durante la época de los Reyes Católicos, destacado por sus camapañas militares en Italia.


Lawrence de Arabia: Mejor estereotipo de líder de táctica de guerilla.


Rommel: “El zorro del desierto”, se movía por el Norte de África como pez en el río, concediendo a Hitler más y más territorios hasta el declive de la II Guerra Mundial


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Respuesta  Mensaje 2 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 19:48

Napoleón Bonaparte. Biografía de una ambición - YouTube

www.youtube.com/watch?v=uqNTCyAFqtI
23/8/2013 - Subido por Avo Historia
Breve pero completa biografía de uno de los emperadores más famosos de la historia, Napoleón Bonaparte ...

Respuesta  Mensaje 3 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 19:53
Biografía de Julio César

Su nombre completo era Cayo Julio César, aunque es más conocido simplemente como Julio César. Nació el 13 de julio del año 100 a.C. en Roma. Su familia era patricia, una familia acomodada, de la gens Julia. Su familia había permanecido a un lado en la lucha por el poder para llegar al Consulado.

Busto de Julio César

Cuando contaba con 10 años, fue puesto a disposición de Marco Antonio Gnifón, que le enseñó materias como la literatura clásica. Gracias a la traducción de la Odisea aprendió a leer y escribir. Además, fue mejorando poco a poco su lenguaje y las reglas de la oratoria, importante para ser un buen político.

En un principio, su familia no había ocupado altos cargos en el gobierno. Sin embargo, su tía Julia se había casado con Cayo Mario, un poderoso plebeyo gracias a su habilidad militar, por lo que la familia se comenzó a involucrar en temas políticos, accediendo el padre de César a la pretura. Julio asistiría a la ceremonia que cambiaba sus vestiduras infantiles por las adultas cuando tenía 15 años. En ese mismo año falleció su padre.

Poco después se casó con Cornelia, la hija de uno de los máximos dirigentes, Cinna. De esta manera, su familia se involucró en la vida política y se enfrentó a los corrompidos patricios. De este matrimonio nació su hija Julia. Fue designado flamen dialis, sacerdote de Júpiter, gracias a la influencia de su tía.

En el año 82 antes de Cristo, Sila le hizo retroceder hasta las antiguas fronteras, regresando a Roma y vengándose contra sus adversarios, a los que asesinó y prohibió el ascenso a cargos públicos de sus descendientes. Además, instauró una dictadura. Como consideración a algunas familias patricias, exigió a César que repudiase a su esposa, a lo que César le contestó “dile a tu amo que en César sólo manda César” y huyó a Asia.

A pesar del perdón a regañadientes de Sila, no quiso volver a Roma y pasó a estar al servicio del propretor Termes, quien le confirió el grado de oficial. Gracias a sus victorias, Termes decidió enviarlo a la corte del rey de Bitinia, Nicomedes. Entre ambos surgió una gran amistad. Tras la muerte de éste, pasó a ser una provincia romana.

Cuando murió Sila, César regresó a Roma en el año 78 antes de Cristo. Sila había dejado todo bien organizado, de manera que sus seguidores dominaban el Senado. Decidió viajar a Rodas donde se formó en retórica y oratoria. Durante el viaje fue raptado por unos piratas que finalmente le soltaron. Tras esto, reunió un pequeño ejército se vengó de los piratas, crucificando en Mileto a los pocos que habían sobrevivido. Gracias al botín obtenido y al testamento de Nicomedes, saneó sus arcas.

En el año 74 antes de Cristo murió su tío Aurelio Cota. Tras su muerte, ocupó la plaza vacante en el Colegio de Pontífices de Roma y al año siguiente accedió al tribuno militar. En el año 68 antes de Cristo fue nombrado cuestor. Tres años después fue nombrado edil curul. En el año 63 murió el presidente del Colegio de Pontífices, por lo que presentó su candidatura a tal puesto. Gracias a la popularidad que tenía entre el pueblo, fue nombrado pontifex maximus. Fue nombrado pretor en el año 62 y propretor en Hispania Ulterior. Gracias a su estancia allí enriqueció las arcas romanas, lo que fortaleció su posición. Regresó a Roma en el año 60 antes de Cristo.

Estatua de Julio César

Un año después se enfrentó a los équites, la sociedad poderosa romana, para conseguir ser designado cónsul. Gracias a su amigo Craso, logró constituir junto con Pompeyo un triunvirato, una sociedad de defensa mutua. Gracias a ello fue designado cónsul. El triunvirato se fortaleció gracias al matrimonio entre Pompeyo y Julia, la hija de César, al tiempo que César se casó Calpurnia.

César tendría una legislación con base agraria. Planteó leyes para repartir las tierras entre los veteranos y los colonos de las nuevas tierras que se conquistaban. Viendo la fuerza que comenzaba a tener, Publio Vatinio propuso nombrarle procónsul, además de concederle tres legiones, las provincias de las Galias y la Iliria.

César se hizo con todo el poder cuando Craso murió en el año 53 antes de Cristo en la guerra contra los partos. Además, Pompeyo se encontraba en Hispania. Como pontifex maximus hizo que Clodio, antiguo amante de su esposa Pompeya, fuese adoptado por un plebeyo de manera que pudiese acceder a tribuno de la plebe. Tras conseguirlo, éste se ocupó de eliminar a los enemigos de César.

Comenzó la ocupación de la Galia cuando los eduos le pidieron ayuda al verse amenazados por los helvecios, que buscaban obtener sus territorios. Las tropas de César les vencieron fácilmente gracias a sus lugartenientes Labieno y Craso. Los territorios fueron saqueados por completo, falleciendo un tercio de su población en la lucha y otro tercio vendido como esclavo.

A pesar de las derrotas, César se hizo con todo el territorio galo. Trató de extender su territorio hacia Britania en los años 55 y 54, llegando más allá del Támesis, pero tuvieron que retirarse. Al año siguiente volvió a haber revueltas en la Galia, sublevándose los eburones y trevinos y muchos pueblos galos bajo el mando de Vercingetorix. En el invierno del año 51 lograron vencer a los galos y gracias a sus conquistas logró enriquecer el tesoro romano.

Mapa de los territorios romanos tras las conquistas de Julio César

El poder que había conseguido César hizo que el partido senatorial y los republicanos tuvieran pánico. El Senado designó a Pompeyo como cónsul único, ahora convertido en su enemigo. Éste pidió a César que licenciara a sus legiones y regresara a la capital. César estaba indeciso y en un impulso llevó sus tropas desencadenando una guerra civil. Entró en Roma, convocó al Senado e impuso sus condiciones. César venció definitivamente a Pompeyo en Farsalia. Éste huyó a Alejandría donde fue asesinado el 28 de septiembre del año 48 antes de Cristo por soldados del rey Ptolomeo, hermano y esposo de la reina Cleopatra.

César llegó a Egipto llevando dos de sus legiones. Allí llegó al palacio real y trató de poner orden a la difícil situación interna del país. Conoció a Cleopatra y tuvo una relación con ella de la que nació Cesarión. César le otorgó el trono a Cleopatra, pero la presencia de las tropas romanas enfureció al pueblo, que se rebeló.

Estuvo cuatro meses confinado en palacio hasta que llegó Mitridates de Pérgamo y pudo reunirse con él. Gracias a la combinación de las tropas logró derrotar a los egipcios en una cruenta batalla en la que falleció Ptolomeo. Cleopatra se fue con César a Roma hasta que éste murió. Al volver tuvo de nuevo enfrentamientos contra sus enemigos senatoriales, pero no fue derrotado, pronunciando su famosa frase: “vini, vidi, vici”.

César gobernaba toda la república romana y los territorios mediterráneos, consiguió tener todo el poder. Fue imperator y dictador. Decidió celebrarlo con grandes fiestas pero teniendo siempre en cuenta el oro en las arcas; también protegió a los menos fuertes con nuevas leyes económicas, limitó los gastos de los poderosos, cambió el calendario e hizo grandes cambios políticos dictando nuevas leyes.

También decidió llevar a cabo una expedición contra los partos para mantener el dominio de Oriente. Para ello tenía que nombrarse rey absoluto de Roma. Eso fue lo que hizo que unos 60 miembros de familias importantes se juntasen para eliminarle y reinstaurar la anterior república. Dirigieron la conjura Casio, Bruto y Casca, acérrimo enemigo. Casca luchó con César pero era fácil comprarle. Bruto era además hijo de Servilia, una de las amantes de César, y había sido adoptado por él.

Asesinato de Julio César

César se presentó ante el Senado el día 15 de marzo, los famosos idus de marzo, para discutir el enfrentamiento contra los partos. A pesar de que su esposa le insistió en que no acudiera por los malos augurios que tenía y que alguien había retenido a Marco Antonio antes de entrar al Senado, César se presentó. Cuando se sentó le rodearon y le apuñalaron. Al ver que su hijo también formaba parte de sus asesinos, gritó “¡Tú también, hijo mío!”. Se mantuvo en silencio mientras era apuñalado. En total había recibido 23 puñaladas. Cayó sin vida ante la estatua de Pompeyo.

Dos días después se reunió el Senado para tratar la situación. Se aprobaron medidas entre los dos bandos: los asesinos no serían castigados y la obra y persona de César no sería condenada. El poder cayó en manos de Marco Antonio. En su testamento otorgó 300 sestercios a los más necesitados, entregó sus jardines del Trastevere al pueblo, se rechazó la implicación de Marco Antonio en los asesinos. Por último, nombró a su sobrino nieto Octavio como su sucesor.

Imágenes: Domino Público
Imagen Mapa de los territorios romanos tras las conquistas de Julio César: Cristiano64


Respuesta  Mensaje 4 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:09

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 1 ...

www.youtube.com/watch?v=LjtGHA74Ars
30/5/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας ... You need Adobe Flash Player ...
 
 

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 2 ...

www.youtube.com/watch?v=g96f4oVQsQM
30/5/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...

Respuesta  Mensaje 5 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:14

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 3 ...

www.youtube.com/watch?v=7UQs7sWNl8M
31/5/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...
 
 

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 4 ...

www.youtube.com/watch?v=mX6LkKvkNE4
1/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...

Respuesta  Mensaje 6 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:18

 

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 5 ...

www.youtube.com/watch?v=5c4X8LANBUc
1/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...

 

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 6 ...

www.youtube.com/watch?v=L-53lh4Y6sI
2/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...

Respuesta  Mensaje 7 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:22

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 7 ...

www.youtube.com/watch?v=miCe4_W37bo
3/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...
 
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La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 8 ...

www.youtube.com/watch?v=B9oZFnFzyT8
3/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas ...

Respuesta  Mensaje 8 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:27

La verdadera historia de Alejandro Magno [Canal Historia] parte 9 ...

www.youtube.com/watch?v=WbpUuAsR1iQ
4/6/2011 - Subido por Eduard Grigoryan
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: μέγας αλέξανδρος, romanización: Mégas Aléxandros ...

Respuesta  Mensaje 9 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 20:57

Guillermo el Conquistador

    

Por David Bates

royalty

Guillermo I Rey de  Inglaterra, más conocido como Guillermo el Conquistador,  nació en 1027 ó 1028. Hijo del Duque de Normandía Roberto I, llamado también "Roberto el diablo"  ó "Roberto el magnífico." Guillermo fue el fruto de una relación fogosa entre el duque su padre, y la hija de unos curtidores. Ella se llamaba Herleva fitz Courtanneur, aunque se la recuerda popularmente como "La Belle Arlette"

Dice la leyenda, que Roberto y Arlette, comenzaron sus amores cuando aún eran adolescentes. Un buen día Roberto iba a caballo por un bosque, cuando súbitamente vio a la encantadora Arlette lavando en un río su propia ropa, entonces el joven adolescente, cautivado, la tomó en sus brazos y al borde de las  aguas de aquel río la dejó, dicen, violada y preñada.

Según otra historia, Arlette iba bailando al borde de un camino, cuando Roberto I, la vio y  se escondió primero para contemplarla y espiarla. El arrebato amoroso del duque fue tan violento que inmediatamente envió a uno de sus criados para invitar a Arlette en su castillo. Ella consintió ser su amante, mas  insistió en vivir su amor con él abiertamente, en lugar de considerarlo como una relación secreta. Su hijo Guillermo nació al cabo  de un año de apasionadas y fogosas relaciones  . Arlette tuvo más adelante otra hija, Adelaida, que pudo también haber sido hija de Roberto.

Algunos años después, "rompió" Arlette su relación con Roberto, y   contrajo matrimonio con un vizconde (el cual, pudiera haber  desempeñado un role de tapadera). Ambos, en este matrimonio, tuvieron juntos cuatro hijos; entre ellos había uno llamado "Odo de Bayeux", quien más tarde sería hombre de confianza de Guillermo, y uno de sus mejores consejeros.  Adelaida Hermana  de Guillermo fue bella doncella y llegó a esposar hasta tres condes durante su vida adulta.

Cuando Guillermo rondaba los 8 años, su padre decidió ir en  peregrinaje a Jerusalén. Antes de marcharse, Roberto convocó a sus vasallos y una vez en asamblea, les ordenó jurar fidelidad a su hijo Guillermo. Los hombres obedecieron murmurando. Quizás Roberto no esperaba volver de  Tierra Santa; si esto fue así,  él tenía razón. Roberto murió durante su viaje, y su hijo ilegítimo se transformó en el nuevo Duque de Normandía. Es decir, Guillermo II.

Los "Barones" de Roberto se olvidaron rápidamente de su voto de lealtad, para con Guillermo. Cuando no luchaban entre ellos mismos, trataban de eliminar al joven duque. En primer lugar fue asesinado un guarda-espaldas de Guillermo, llamado Gilberto de Brionne. También mataron a su tío Osborn, hermano de Arlette, mientras  protegía a Guillermo de unos secuestradores que habían invadido el dormitorio del muchacho. Asesinaron de la misma manera al preceptor o profesor particular de Guillermo. 

No asombrados, los partidarios de Guillermo decidieron enviarle lejos de su hogar para facilitar su  protección. Tío Walter, hermano de Arlette y de Osborn, en una obscura noche despertó a  Guillermo y le sacó del castillo escondido en un carromato lleno de cadáveres (llamado los muertos de la noche) burlando así la guardia. Nadie supo donde permaneció Guillermo escondido, salvo la familia de su madre.

Guillermo creció alto y fuerte, como la mayoría de los muchachos de esos tiempos. A la edad de 15 años, se le hizo Caballero, y cuando cumplió los 19 ó 20, Guillermo fue a guerrear contra su primo Guy de Borgoña para defender sus derechos hereditarios. Con la ayuda de rey francés Enrique I, Guillermo pudo derrotar a Guy , forzando a continuación a los rebeldes a  jurarle lealtad para siempre. Pero las batallas campales de "Guillermo el Bastardo," - así le apelaban sus enemigos - estaban lejos de terminar. Guillermo luchaba siempre contra alguien, incluso su aliado y protector el rey de Francia, entró en batalla contra él, y el joven Guillermo atacó sin piedad  al  cercado rey Enrique I, causándole  a éste, enormes daños y pérdidas en su ejército. El rey a partir de entonces tomó grandes precauciones respecto a Guillermo, dícese preso de un profundo temor.

La Esposa De Guillermo

Cuando Guillermo llegó a sus años 20  pidió al conde Baldwin V de Flandes la mano de su hija Matilda en matrimonio; mas ella ya estaba enamorada de un inglés llamado Brihtric. Se dice que la hija del conde proclamó en voz alta que preferiría ser monja antes que la esposa de un bastardo.  Guillermo se sintió tan furioso y herido en su orgullo que la abofeteó en plena calle, después la rasgó sus vestiduras, lanzándola  al suelo, donde rodó una cuesta con ella.

No fue un comienzo muy propicio aquella unión, con todo Guillermo y Matilda se casaron, y  parece ser  que fueron absolutamente felices juntos. También se cuenta que Guillermo era alto y recio, aunque con los años engordó mucho, mientras que Matilda fue siempre  pequeña- casi una  enana - y delgada. Tuvieron al menos cuatro hijos y cinco hijas.  Por cierto que el Papa, desde Roma, se opuso a la unión de Guillermo con Matilda, pues eran primos lejanos. Durante un tiempo fueron excomulgados junto con sus vasallos y toda la población plebeya de Normandía. Aunque después de varios años el Papa levantó el castigo y los admitió de nuevo en la Iglesia a cambio de construir dos abadías para el clero.

 Guillermo en 1051 decidió visitar al rey de Inglaterra, Eduardo el Confesor. Edward había crecido en Normandía, y además eran primos entre sí.  El "Confesor" era un hombre muy religioso que presumiblemente tenía el don de curar. Sus criados guardaban el agua de su baño para darla a la gente enferma que la bebía, o ponía sobre los ojos enfermos para recuperar la vista. Cien años después de su muerte, Eduardo fue santificado por la Iglesia Católica.

Aunque Guillermo tenía ya una joven esposa, Eduardo era soltero y por lo tanto sin hijos. Durante la visita le prometió a Guillermo hacerle su heredero al trono de Inglaterra - o al menos, eso es lo que Guillermo pidió.

Un  cuñado de Edward, llamado Harold Godwinson, visitó Normandía en 1063 ó 1064. Según otros, se cuenta que  Edward  envió a Harold para entrevistarse con Guillermo; y hay también quien cuenta que Harold solo pudo llegar hasta la costa Norte de Normandía pues su nave quedó encallada tras efectuar una descarga. A Harold le quedo prohibido salir de Normandía mientras no hubiera jurado ante las Santas Reliquias que apoyaría, las  pretensiones de Guillermo al trono inglés. Harold prometió  también esposar más tarde a Agatha, hija de Guillermo, ya que ella entonces era solamente una niña.

Pero Harold una vez en Inglaterra rompió ambas promesas, de tal modo que se fijaron pronto las bases para  invasión normanda de Inglaterra.

Conquista y muerte.

En enero de 1066 el rey Edward moría nombrando a Harold  su sucesor, rompiendo así  su promesa de dejar el trono a Guillermo. Edward realmente no tuvo la opción de elegir su sucesor a la Corona, pues ese privilegio pertenecía al Consejo Real llamado "El witan". Dicho Consejo, eligió a Harold como futuro rey y le coronaron al día siguiente al de la muerte de Edward.

Ultrajado, Guillermo envió una serie de mensajes a Harold, recordándole que  había jurado apoyar la pretensión de Guillermo al trono de Inglaterra y posteriormente contraer matrimonio con su hija Agatha. Pero Harold ya había sido coronado y,  al poco tiempo esposó otra mujer. Guillermo no tardó en poner en práctica su venganza. En septiembre de 1066 una gran flota con un enorme ejército invadió Inglaterra, y el 14 de Octubre de ese mismo año, Guillermo derrotó a Harold en la batalla de Hastings. El rey Harold fue herido mortalmente por una flecha que le atravesó un ojo, y Guillermo se felicitó así mismo, por la conquista de su nuevo trono como Rey de Inglaterra. Su coronación tuvo lugar el día de Navidad de 1066.

Guillermo el  Conquistador trató despiadadamente a todos sus opositores y al mismo tiempo subyugó favoreciendo a las gentes modestas de Inglaterra. Entre los que sufrieron su cólera figura el hombre que había sido primer amor de  Matilda su esposa; así "Brihtric el  desafortunado" fue asesinado. Algunas gentes de entonces creyeron que Matilda pudo ser responsable directa del trágico destino del  desdichado Brihtric por no haber combatido por ella. 

La vida de familia de Guillermo fue a menudo turbulenta. Su hijo más virulento era su primogénito, Robert Curthose, (Roberto Piernas cortas) pues se supone tenía las piernas cortas (herencia de la reina  Atilda, su madre). Cuando Guillermo rechazó el permiso a Roberto, su hijo, para gobernar Normandía, su hijo se alió con los enemigos de su padre. En 1079 los dos se encontraron en singular combate, cuerpo a cuerpo, y Guillermo fue herido por su hijo en la mano. También resultó herido el hijo preferido de Guillermo, llamado William Rufus, durante la confrontación familiar. A pesar de todo el "rey padre" y su hijo Roberto se reconciliaron  más adelante, y cuando Guillermo falleció, Roberto heredó el Ducado de Normandía, mientras que William Rufus heredó el trono de Inglaterra.

El rey también casi perdió la razón cuando su hermanastro Odo, excombatiente de Hastings, y posteriormente nombrado por él obispo; le confió en secreto un cierto crimen -- exactamente cual, no lo sabemos -- pero en vista de lo cual Guillermo le encarceló durante cinco años.

Otro miembro desafortunado de la familia de Guillermo fue su hija Agatha; la que esperó  una vez casarse con el  rey Harold. Se dice de ella que siempre amó a Harold, y nunca deseó a otro esposo. Sin embargo en su adolescencia  fue prometida al rey del Castilla, mas  falleció cuando se encaminó hacia Castilla, para contraer reales nupcias.

La edad no hizo madurar mucho a Guillermo. Con 60 años aun frecuentaba los campos de batalla. Mientras luchaba contra los franceses en la batalla de Mantes, le empujaron contra el pomo de su silla de montar tan violentamente que se destripó. Cinco semanas más tarde El Conquistador de  Inglaterra fallecía --era el 9 de septiembre de 1087 --. Sus ayudantes de campo, le despojaron de todo lo que el rey  llevaba puesto y abandonaron el cuerpo ya cadáver, a la intemperie.  Por suerte un caballero de buen corazón, hizo preparar sus funerales y entierro en la Abadía de San Esteban en Caen.

El entierro fue interrumpido por un conato de incendio. Más tarde el sarcófago regio se rompió por ser éste demasiado pequeño y haber introducido sus restos a presión. El cuerpo de Guillermo se esparció y un olor horrible se expandió por la Abadía. Las numerosas plañideras que allí estaban se precipitaron hacia la puertas, colapsando así las salidas. Durante los siglos venideros la tumba  de Guillermo fue profanada dos veces por "rebeldes".


Respuesta  Mensaje 10 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:01

Publio Cornelio Escipión el Africano

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Publio Cornelio Escipión
Escipión africano.JPG
Busto de Escipión como senador de Roma
Procónsul
General
Senador
Apodo Africano
Lealtad República romana
Condecoraciones Marcha triunfal
Participó en

Segunda Guerra Púnica


Nacimiento 20 de junio 235 a. C.
Roma
Fallecimiento 3 de diciembre 183 a. C.
Liternum Campania

Publio Cornelio Escipión Africano Mayor (latín: P·CORNELIVS·P·F·L·N·SCIPIO·AFRICANVS MAIOR¹) (Roma, 20 de junio de 236 a. C. – Liternum, Campania, 3 de diciembre de 183 a. C.), también conocido como Escipión Africano, el Mayor y el Grande, fue un importante político de la República romana que sirvió como general durante la Segunda Guerra Púnica.

Su fama se debe a que fue el único general romano que pudo derrotar a Aníbal, en la batalla de Zama (202 a.c.), victoria que le valió añadir su agnomen, Africano. El hecho de que el pueblo romano le apodara Aníbal Romano demuestra que fue uno de los mejores generales de la Edad Antigua, y el más destacado de la historia de la Antigua Roma antes de Cayo Mario, Cneo Pompeyo Magno y Julio César.

Es descrito por las fuentes antiguas como un hombre de carácter benévolo, afable y magnánimo. Su genio militar se debió a la perspicacia y al ingenio, esparciendo además entre sus legiones, en varias ocasiones, la idea de que actuaba bajo la protección de los dioses del panteón romano.

Inicios de su carrera militar[editar · editar código]

Nacido en la familia patricia de los Escipiones, Publio comenzó su carrera militar bajo los auspicios de su padre, del mismo nombre (cónsul del 218 a.C., que caería en Hispania en el 211 a.C.), y la ayuda de su tío Cneo.

Siendo joven todavía, le sorprendió la invasión de Italia por los ejércitos cartagineses de Aníbal Barca y tuvo su primer encuentro con el mismo en la Batalla del Tesino. Acompañaba entonces a su padre, por entonces cónsul, y se le había asignado el mando de una turma (escuadrón de caballería) en la retaguardia, alejado del peligro. Durante la lucha su padre fue herido y Publio, que entonces tenía 18 años, ordenó a sus hombres que le siguiesen para rescatarle. Viéndolos vacilar cargó él solo, haciendo avergonzar a los soldados, que no tuvieron más opción que seguirle. Finalmente un grupo de jinetes rodeó al cónsul, logrando rescatarle.

Más tarde el padre quiso recompensarle con la corona cívica (a lo que tenía derecho, por haber salvado a un ciudadano), pero él la rechazó, aduciendo que la acción en sí ya era una recompensa. Hay versiones que indican que en realidad fue un esclavo ligur quien rescató al padre de Escipión. Sin embargo, la reacción de rechazar el premio encaja con la personalidad del futuro general.

También participó en la Batalla de Cannas, la mayor derrota militar romana hasta la Batalla de Arausio. Se destacó luego de la derrota, cuando algunos patricios romanos, totalmente desalentados y viendo un futuro sombrío para Roma, quisieron desertar y ofrecer sus servicios en el extranjero. Quedaron en realizar una reunión para debatir el asunto. Al enterarse, Escipión interrumpió la junta y les instó a usar esa energía por el bien de Roma. Les obligó a jurar lealtad a su patria bajo pena de matar a quien no lo hiciera. Todos lo hicieron, uno por uno, temerosos y avergonzados de sus actos (incluso Quinto Fabio Máximo, hijo de Fabio Máximo, el mayor enemigo político de la familia Escipión).

Debido a estas acciones Escipión ya se había ganado el favor del pueblo hasta tal punto que fue nombrado por unanimidad edil curul en el año 212 a. C., aunque no tenía aún la edad preceptiva. En esta ocasión ya dio indicios del orgullo que le caracterizó durante toda la vida pues, cuando los tribunos de la plebe se opusieron a la edilidad que solicitaba, él respondió con altivez: "Si todos los quirites desean hacerme edil, tengo los años suficientes".[1]

Después de Cannas, la situación llegó a su punto crítico cuando los ejércitos romanos enviados por el Senado a Hispania, con el objetivo de acabar con las bases cartaginesas en la región, fueron aniquilados por Asdrúbal Barca, hermano de Aníbal, muriendo en dichos combates Publio y Cneo Cornelio Escipión, padre y tío respectivamente de Escipión el Africano, a causa de la traición de los mercenarios celtíberos.

Cayo Claudio Nerón fue enviado como propretor para reemplazarlos. Al año siguiente (210 a. C.) los romanos decidieron reforzar su ejército en Hispania, y colocarlo bajo el mando de un procónsul. Pero cuando el pueblo se reunió para elegir a un procónsul, ninguno de los generales con experiencia se atrevió a demandar tan peligroso comando.

Fue entonces cuando el joven Escipión aprovechó la oportunidad. A pesar de que, con 24 años, no tenía edad para ocupar dicho puesto, fue elegido por unanimidad, siendo una excepción a la regla, tolerada por la precaria situación de Roma. Después de la votación mucha gente se preguntó si había votado correctamente, ya que el muchacho carecía de experiencia militar y aún se encontraba de luto. Pero a Publio le bastó con un discurso para calmar los ánimos.

Así, en el año 211 a. C. se autopropuso para procónsul, pero el Senado acabó negándose, encabezado por Quinto Fabio Máximo, y fue enviado a Hispania con sólo el grado de general, con un imperium sobre las legiones en Hispania, sin tener ningún título debido a su poca experiencia y a su juventud. Fue enviado a Hispania con un nuevo ejército constituido por dos legiones, y un consejo asesor de militares prestigiosos. Tenía sólo 24 años, carecía de suficiente experiencia militar, y nunca había ejercido ningún cargo importante en la República. Su ascenso se debió principalmente a la simpatía que causaba en el pueblo por su juventud, oratoria y por la desgracia de su familia, el derecho de cuya venganza había reivindicado para sí.

La campaña de Hispania[editar · editar código]

Al llegar a Hispania, los romanos controlaban otra vez sólo la costa nororiental, territorio que coincide actualmente más o menos con la zona de Cataluña. Además, el ejército estaba desmoralizado por las derrotas y en clara inferioridad numérica frente al ejército de Asdrúbal Barca y sus aliados celtíberos.

Aunque tenía órdenes de permanecer a la defensiva, las desobedece y prepara la invasión de la Iberia cartaginesa. Ordena que la flota romana cargue con el equipo y las provisiones, mientras sus soldados avanzan rápidamente por la costa. Se dice que recorrió con todo el ejército, en una semana, el territorio comprendido entre sus bases en la actual Cataluña y la capital cartaginesa en Hispania, Carthago Nova (en púnico Qart Hadast), la actual Cartagena.

El ejército cartaginés, que desconocía la marcha de Escipión hacia su capital y se hallaba en bases muy alejadas, fue incapaz de llegar a tiempo para evitar el sitio. Carthago Nova cae en el 209 a. C. tras un brevísimo episodio. Las tropas de Escipión atacaron por tres puntos: el istmo que unía la ciudad con tierra, por mar y por la laguna del norte de la ciudad, que estaba descubierta de defensores. Escipión, dando muestras de una magnanimidad y moderación impropias de su época, prohíbe el saqueo de la ciudad y respeta la vida de sus ciudadanos; respetando también la vida de Magón Barca, hermano menor de Aníbal.

Muchos historiadores consideran la caída de Carthago Nova como el punto de inflexión de la Segunda Guerra Púnica. No en vano Cartago no sólo había perdido su capital en Hispania, su principal base naval, sino también sus minas de plata, gran cantidad de víveres y armas almacenadas e incluso a los prisioneros y rehenes con los que se aseguraban la lealtad de los pueblos sometidos.

Escipión regresó a Tarraco sin ser molestado, donde permaneció durante el resto del año, ya que sus fuerzas no eran lo suficientemente numerosas para enfrentarse al enemigo en el campo de batalla, y estaba ansioso por fortalecer alianzas con los jefes hispanos.

En esto tuvo más éxito de lo que se podía haber anticipado. La captura de Carthago Nova, así como su popularidad personal, llevó a que muchas de las tribus hispanas desertaran de la causa cartaginesa, y cuando retomó las acciones en el año siguiente, 209 a. C., Indíbil y Mandonio, dos de los más poderosos y hasta ahora más fieles partidarios de Cartago, abandonaron el campamento de Asdrúbal y esperaron la llegada de Escipión.

Reforzado con sus nuevos aliados, el ejército romano avanza con rapidez por el sur. En el año 208 a. C. se enfrentan en Hispania Asdrúbal y Escipión en la batalla de Baecula, que termina con la victoria de los romanos. Sin embargo, el cartaginés logra escapar con parte de sus tropas y marcha por la Meseta, logrando pasar los Pirineos hacia Italia para encontrarse con su hermano Aníbal, aunque antes de conseguirlo es derrotado por los dos ejércitos consulares, tras una emboscada, en la batalla del Metauro (207 a.C.), donde es muerto.

Al año siguiente, el propretor Marco Silano derrotó a Magón en Celtiberia, con lo cual este último marchó al sur del país y se unió a Asdrúbal, el hijo de Giscón, en la Bética.

Escipión aprovecha para realizar la conquista del valle del Guadalquivir, llamado Baetis en época romana. En el 206 a. C. se produce la última gran batalla en suelo hispano, enfrentándose cartagineses y romanos en la batalla de Ilipa, cerca de Hispalis. Escipión volvió a triunfar, y el ejército cartaginés quedó definitivamente destruido. Las últimas bases de Cartago en Hispania caen rápidamente. La última ciudad púnica en Hispania, Gadir (la actual Cádiz), se rinde ese mismo año. Durante la campaña, Escipión asienta a sus heridos y veteranos en una ciudad turdetana preexistente, a la que llamó Itálica, bajo y junto al actual Santiponce, unos kilómetros al norte de Hispalis, la moderna Sevilla.

Tras estas hazañas Publio Cornelio Escipión vuelve a Italia.

Los planes de Escipión[editar · editar código]

La subyugación de Hispania era considerada por Escipión, sólo como un medio para un fin. Parece que desde algún tiempo se había formado la idea del proyecto de trasladar la guerra a África, y así obligar a los cartagineses a llamar a Aníbal de Italia.

Por lo tanto, resuelve, antes de regresar a Roma, cruzar a África, y asegurar, si es posible, la amistad y la cooperación de algunos de sus príncipes indígenas. Su influencia personal ya se había asegurado la adhesión de Masinisa, que servía en el ejército cartaginés de Hispania, pero cuya deserción de sus antiguos aliados era por el momento un secreto, y confía en que su mismo ascendiente personal servirá para ganar el apoyo del todavía más poderoso Sifax, el rey de la tribu de los númidas masesilos.

Con sólo dos quinquerremes se aventuró a salir de su provincia, y llegar a la corte de Sifax. Allí se encontró con su antiguo adversario, Asdrúbal, el hijo de Giscón, que había pasado de Gades con el mismo fin.

Lelio, quien acompaña a su amigo, relata a Polibio que Escipión causó una gran impresión en Sifax, y que este último llegó incluso a la conclusión de un tratado de alianza con el procónsul romano; pero la verdad parece ser que el general cartaginés tuvo más éxito que el romano; un éxito, sin embargo, que fue en gran parte debido a los encantos de su hija Sofonisba, a quien dio en matrimonio al rey de los númidas.

Escipión, a su regreso a Hispania fue sorprendido por una formidable insurrección contra el poder romano que había estallado entre muchos de los hispanos. Magón, quien se encontraba todavía en Gades, no había tenido dificultades para instigar la revuelta. La insurrección, sin embargo, acabó pronto; y se infligió una terrible venganza sobre la ciudad de Illiturgi, que había tomado parte principal en la revuelta.

Apenas este peligro desapareció, Escipión fue presa de una grave enfermedad. Ocho mil de los soldados romanos, descontentos por no haber recibido su salario habitual, y ante impedimento de saquear los pueblos, se aprovecharon de esta oportunidad para iniciar un motín, pero Escipión se recuperó a tiempo para sofocarlo.

Posteriormente aplastó a los últimos restos de la insurrección en Hispania. Magón había abandonado Hispania y cruzado a Liguria para intentar ayudar a su hermano Aníbal, por lo que ya no había más enemigos en Hispania. Escipión en consecuencia, entregó el ejército romano, en el año 206 a. C., a los procónsules L. Léntulo y L. Manlio Acidino, que habían sido nombrado como sus sucesores, y regresó a Roma en el mismo año.

 


Respuesta  Mensaje 11 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:02

Escipión en Italia[editar · editar código]

La situación en la República Romana había cambiado profundamente durante su ausencia. Aníbal no sólo no había vuelto a derrotar a las legiones, sino que había perdido casi todos sus apoyos: las principales bases rebeldes (Capua, Tarento, Siracusa, etc.) habían caído y sus habitantes reducidos a la esclavitud. Asdrúbal, cuyo ejército había cruzado los Alpes y se preparaba para reunirse con Aníbal, fue derrotado por los romanos en la Batalla del Metauro, en el 207 a. C.

De nuevo en Roma, Escipión se convirtió en candidato al consulado, y fue elegido para el año siguiente (205 a.C.) por el voto unánime de todas las centurias, a pesar de que aún no había ejercido el cargo de pretor, y sólo tenía treinta años de edad. Su colega fue P. Licinio Craso, que era Pontifex Maximus, y no podía, por tanto, salir de Italia.

En consecuencia, si la guerra iba a continuar en el extranjero, la realización de la misma debía necesariamente recaer sobre Escipión. Su objetivo era preparar un ejército con el que desembarcar en África, amenazando a Cartago en su propio territorio y forzando así la marcha de Aníbal de Italia, pero los más antiguos miembros del Senado, y entre ellos Quinto Fabio Máximo, se opusieron a este proyecto, en parte por considerarlo arriesgado y en parte por celos al joven cónsul.

Todo lo que pudo obtener Escipión fue la provincia de Sicilia, con permiso para cruzar a África, si era en beneficio de la República, pero el Senado se negó resueltamente a darle un ejército, con lo que la autorización concedida a regañadientes carecía de utilidad práctica. Pero los aliados tenían una visión más real de los intereses de Italia que el Senado romano: lo que éste, cegado por sus miedos y sus celos, le negaba, los aliados italianos generosamente se lo concedieron, y en todas las ciudades de Italia se reunieron voluntarios para unirse al joven héroe, y para poder someter a Cartago sin la ayuda del gobierno romano.

El Senado no podía negarse a permitirle alistar voluntarios, y tal era el entusiasmo en su favor, que él fue capaz de cruzar a Sicilia con un ejército y una flota contra las expectativas e incluso los deseos del Senado.

A pesar de que no tenía mando en Bruttii, asistío a la reducción de Locri, y después de la conquista de la ciudad, dejó a su legado, Q. Pleminius, al mando del lugar. Este último fue culpable de tales actos de excesos contra los habitantes, que estos enviaron una embajada al senado romano para quejarse de su conducta. En el curso de la investigación se alegó que Escipión había permitido que Pleminius continuara en el mando después de haber sido plenamente informado de la mala conducta de su lugarteniente, y entonces Quinto Fabio Máximo y sus otros enemigos aprovecharon la oportunidad para arremeter contra la conducta de Escipión, y presionar para su retiro inmediato.

Aunque el Senado prestó oídos a estos ataques, no se atrevieron a la revocación inmediata, pero enviaron una comisión a Sicilia para investigar el estado del ejército, y si los cargos en su contra eran fundados, que le ordenaran volver a Roma. Los comisionados llegaron a Sicilia a principios del año 204 a. C.. Durante el invierno Escipión había estado ocupado en la realización de sus preparativos, y en ese momento su ejército y la marina estaban en el estado más eficiente. Los comisionados se admiraron de lo que vieron. En lugar de ordenar su regreso a Roma, le pidieron que cruzara a África lo antes posible.

Invasión romana del Norte de África[editar · editar código]

En consecuencia en el año 204 Escipión, que ahora era procónsul, zarpó de Lilibeo y desembarcó en África, no muy lejos de Utica, sin oposición de la flota cartaginesa. Una vez que llegaron los romanos; se les unió un aliado que a la postre resultaría decisivo: Masinisa, rey nominal de Numidia Oriental, despojado de su trono por su rival, Sifax, rey de Numidia Occidental y aliado de Cartago. Escipión pone sitio a Útica, ciudad ubicada en la costa mediterránea de África, pero la llegada de los ejércitos unidos de Sifax y Cartago le obligan a retirarse a pasar el invierno en un promontorio saliente (llamado Gens Cornelia por las tropas de Escipión, en honor a su líder), que él fortifica. Escipión decide entrar en negociaciones de paz, pero con el secreto fin de averiguar todo lo necesario para atacar por sorpresa a sus enemigos.

En la primavera de 203 a. C., Asdrúbal Giscón, y Sifax meditaban un ataque general por tierra y por mar contra las fuerzas de Escipión, pero este último, que fue informado de su plan por algunos númidas, se anticipa y ataca a sus dos campamentos en la noche, causando ingentes pérdidas a los cartagineses y los númidas, lo que les permitió poner sitio a la ciudad de Útica. Los cartagineses y los númidas reunieron sus últimas reservas (incluyendo mercenarios hispanos) para enfrentarse a Escipión. La consiguiente Batalla de los Grandes Campos culminó con la completa victoria romana, expulsando a Sifax del trono de Numidia y obligando a Cartago a entablar negociaciones de paz. Aníbal fue llamado para que regresara de Italia.

Cartago y Roma acuerdan que la paz se restablecerá mediante la pérdida de Cartago de cualquier posesión no africana, entrega de toda la flota de guerra, con excepción de unas cuantas naves, y el pago de un tributo, así como el reconocimiento de Masinisa como rey independiente de Numidia. Sin embargo, al llegar las tropas cartaginesas de Aníbal y Magón a África, se decidió romper el acuerdo mediante la agresión a unas naves romanas que buscaron refugio de una tormenta cerca de Túnez. La guerra volvió a empezar, pero la situación era ahora muy diferente.

Escipión reemprende la campaña en África y se puso en contacto con Masinisa, quien le proporcionó 4000 jinetes y 6000 infantes. Aníbal, informado de su llegada, movilizó a su ejército, pero antes de entrar en batalla trató de negociar con Escipión. No habiendo llegado a acuerdos, se dispusieron a la lucha.

El 19 de octubre del 202 a. C. se produce el enfrentamiento entre los ejércitos de Aníbal y Escipión en la Batalla de Zama. Tras casi un día entero de batalla y en inferioridad numérica, el ingenio de Escipión frente a los ochenta elefantes y aproximadamente cuarenta mil cartagineses da una gran victoria a los romanos y sus aliados. En honor a esta victoria, Publio Cornelio Escipión tomaría el nombre con el que se ha hecho célebre: "el Africano".

El propio Aníbal decide llevar a cabo las negociaciones de paz con Roma, pues comprende que es inútil seguir resistiendo. Las duras condiciones impuestas por Roma son: pérdidas de todas las posesiones de Cartago fuera del continente africano; prohibición de declarar nuevas guerras sin el permiso del pueblo romano; obligación de entregar toda la flota militar; reconocimiento de Masinissa como rey de Numidia y aceptación de las fronteras entre Numidia y Cartago que éste determinase; pago de 10.000 talentos de plata (aproximadamente 260.000 kg) en 50 años; mantenimiento de las tropas romanas de ocupación en África durante tres meses; entrega de 100 rehenes escogidos por Escipión, como garantía del cumplimiento del tratado.

Aníbal aceptó las condiciones, a fin de que los romanos le dejaran en paz mientras ayudaba a Cartago a reconstituir su poderío. El tratado fue ratificado por ambos senados, el cartaginés y el romano, en el año 201 a. C..

Escipión; Princeps Senatus[editar · editar código]

Tras regresar a la capital y celebrar sus triunfos sobre Cartago, Escipión ocupa un puesto en el Senado de Roma. Tenía entonces 35 años. En 199 a. C., Escipión fue elegido censor con P. Elio Peto y fue electo cónsul por segunda vez en 194 a. C. con Tiberio Sempronio Longo. Al mismo tiempo, los censores le confieren el título de princeps senatus en el año 190 a. C..

Escipión fue testigo en el senado del recrudecimiento de los conflictos externos que amenazaban a la república.

Roma tuvo que enfrentarse, presionada por los griegos, con el rey de Macedonia Filipo V, antiguo aliado de Aníbal. Este rey, que según algunos historiadores había enviado refuerzos a Cartago durante la batalla de Zama, se había coaligado ahora con Antíoco III, el rey de Siria.

Mientras, en Hispania se producían constantes sublevaciones contra Roma, debido, principalmente, a la avaricia y crueldad de los gobernadores romanos.

En la propia Cartago se recrudecían los conflictos. Aníbal, elegido sufete, se enfrentaba a la oligarquía púnica. Estos lo acusaron de preparar una nueva guerra contra Roma y pretendieron entregarle al senado romano para que lo ejecutaran. Sin embargo, Aníbal escapó de Cartago y se refugió en la corte de Antioco III de Siria, ofreciéndosele como asesor militar.

En 193 a. C., fue uno de los tres comisionados que fueron enviados a África para mediar entre Masinisa y los cartagineses, y en el mismo año, de acuerdo con una historia relatada por Quinto Claudio Quadrigario, fue uno de los embajadores enviados a Antíoco en Éfeso, en cuya corte Aníbal residía.

Ocaso de Escipión el Africano[editar · editar código]

Retrato de Publio Cornelio Escipión el Africano como senador romano.

Mientras Catón el Censor reprimía las sublevaciones en Hispania, Roma vencía a Filipo V en la batalla de Cinoscéfalos.

En 190 a. C. Lucio Cornelio Escipión, el hermano de Escipión el Africano y Cayo Lelio fueron electos cónsules. Lucio, fue nombrado general del ejército que debía desembarcar en Asia Menor (Turquía) y enfrentarse con Antíoco III. Publio marchó con él como su legado, aunque muchos historiadores consideran que era él quien dirigía realmente el ejército.

En la guerra contra Antíoco, el joven hijo de el Africano, que acompañó a su padre, cayó en manos del rey de Siria. Éste ofreció liberar a los cautivos sin rescate, si el Africano obtenía para él una paz favorable, pero aunque el padre rechazó su propuesta, Antíoco envió de vuelta a su hijo mientras él estaba ausente del ejército como consecuencia de la enfermedad.

Los ejércitos romanos y sus aliados de Pérgamo se enfrentaron con las tropas sirias en la Batalla de Magnesia, en el 190 a. C. Antioco III no escuchó los consejos de Aníbal acerca de cómo debía situar las tropas, despreciándolo por ser un general extranjero, e hizo caso a sus consejeros que propusieron un plan que los llevaría a la derrota absoluta y a una gran victoria para Roma.

Antíoco III tuvo que ceder tierras a los aliados de Roma y pagar un fuerte tributo. Aníbal huyó al saber que iba a ser entregado a los romanos, refugiándose en la corte del rey de Bitinia, allí pasó unos años como asesor militar del rey hasta que el Senado romano mandó soldados a apresarlo, por lo que, al enterarse, se suicidó en el 183 a. C.

Lucio Cornelio Escipión recibió por el éxito de esta campaña el sobrenombre de "el Asiático".

El Africano regresó a Roma con su hermano Lucio después de la finalización de la guerra en 189 a. C., pero sus últimos años fueron amargados por los continuos ataques de sus enemigos. Poco después de su regreso, él y su hermano Lucio fueron acusados de haber recibido sobornos de Antíoco para tratar al monarca con poco rigor, y de haberse apropiado de una parte del dinero que había pagado Antíoco al estado romano. La acusación fue sostenida por M. Porcio Catón.

En 187 a. C., dos tribunos de la plebe en el nombre de Petillii, instigados por Catón y los demás enemigos de los Escipiones, requieren a Lucio Escipión que diera cuenta de todas las sumas de dinero que había recibido de Antíoco. Lucio elaboró, por consiguiente sus cuentas, pero cuando estaba en el acto de la entrega a ellas, el orgulloso Africano indignado se las arrancó de las manos y las rompió en pedazos ante el Senado. Esta altiva conducta parece haber producido una impresión desfavorable, y su hermano, es llevado a juicio en el curso del mismo año, declarado culpable y condenado a pagar una fuerte multa.

El tribuno C. Minucio Augurino ordenó que lo llevaran a la cárcel y allí estuviera detenido hasta que el dinero fuese pagado; ante lo cual el Africano, más enfurecido aún con este nuevo insulto a su familia, rescató a su hermano de las manos de los oficiales del magistrado. Las propiedades de Lucio, sin embargo, fueron confiscadas, y, aunque no eran suficientes para pagar la multa, sus clientes y amigos contribuyeron generosamente para saldarla.

El éxito de la persecución de Lucio, envalentonó a los enemigos del mismo Africano. Su acusador fue M. Nevio, tribuno del pueblo, y la acusación no se hizo hasta el final de 185 a. C.. Cuando el juicio se inició, Escipión no se dignó decir una sola palabra para refutar los cargos que se habían hecho contra él.

Escipión posteriormente abandonó Roma, y se retiró a su casa de campo en Liternum. Las tribunos deseaban renovar la persecución, pero Graco sabiamente los persuadió para que abandonaran la acusación.

Su muerte y descendencia[editar · editar código]

Escipión nunca regresó a Roma. Él nunca se sometería a las leyes del Estado, y por lo tanto decidió expatriarse para siempre. Pasó sus últimos días en el cultivo de su finca de Liternum, donde escribió sus memorias, y al morir se dice que había pedido que su cuerpo fuera enterrado allí, y no en su país ingrato. Su requerimiento fue atendido, y su tumba aún existía en Liternum en el tiempo de Tito Livio.

El año de su muerte es incierto. Polibio y Rutilio relatan que murió en el mismo año que mueren Aníbal y Filopemen, es decir, en 183 a. C.. Tito Livio y Cicerón ponen su muerte en 185 a. C., y Valerio de Ancio antes de 187 a. C.. La fecha de Polibio es muy probablemente la correcta.

Escipión se casó con Emilia Tercia, la hija de Lucio Emilio Paulo, que cayó en la batalla de Cannas, y con ella tuvo tres hijos, un hijo, Publio Cornelio Escipión Africano, y dos hijas, Cornelia Mayor y Cornelia Menor, la mayor de los cuales se casó con Publio Cornelio Escipión Nasica Córculo y la más joven con Tiberio Sempronio Graco y, por lo tanto, se convirtió en la madre de los dos célebres tribunos de la plebe Tiberio y Cayo.

Publio Cornelio Escipión en la literatura, la pintura y la música[editar · editar código]

La clemencia de Escipión. Cuadro de Sebastiano Ricci en la Royal Art Colection de Londres.
  • La legendaria toma de la ciudad de Cartago Nova por el general Escipión fue narrada por primera vez por el historiador Polibio en un texto del siglo II a. C. Posteriormente, fue ampliada, enriquecida y glorificada por Tito Livio en su "ab urbe condita" (narración de la historia de Roma desde sus orígenes).
  • En El sueño de Escipión, incluido en el libro VI 9-29 de Sobre la república, Marco Tulio Cicerón relata cómo Escipión el Africano se aparece a su nieto adoptivo, Escipión Emiliano, para revelarle el verdadero lugar de la gloria, describiendo los mundos celestiales y la hermosa música que estos interpretan, inaudible para oídos humanos. Se trata del tema pitagórico de la armonía de las esferas desde el punto de vista de la gloria que pervive en lo eterno y no en lo terrenal, en la virtud y no en la búsqueda de reconocimiento.[2] Posteriormente, Macrobio elaborará un Comentario al Sueño de Escipión de Cicerón (Commentarii in Somnium Scipionis), conformando un estudio prolijo del famoso sueño.[3]
  • La toma de la ciudad de Cartago Nova se convirtió en un mito y pasó a la literatura, el arte y la música bajo el título de La clemencia de Escipión, y se convirtió en uno de los temas históricos preferidos de la poesía, la pintura, la escultura y la ópera de los siglos XV al XVIII.
  • Rafael Sanzio reproduce el sueño de Escipión en su cuadro El sueño del caballero.
  • Francisco de Quevedo comienza uno de sus sonetos de este modo:

Faltar pudo a Scipión Roma opulenta,
mas a Roma Scipión faltar no pudo;
sea Blasón de su envidia que mi escudo,
que del Mundo triunfó, cede a su afrenta.

Francisco de Quevedo y Villegas

Respuesta  Mensaje 12 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:03

SALADINO - SALAH AL-DIN YUSUF - YouTube

www.youtube.com/watch?v=mx4qKtI4HWQ
27/4/2008 - Subido por Antonio Mancha Trejo
Salah al-Din Yusuf, mejor conocido en occidente como Saladino (1138, Tikrit - 1193, Damasco) fue un ...

Respuesta  Mensaje 13 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:17
Principe Eugenio de Saboya

(El logro de los sueños ante todo)



En esta serie que llamaremos Liderazgo: Personajes, seguimos con una persona que se le puede considerar un ejemplo de cómo sobreponiéndose a todas las dificultades (incluso físicas) se pueden lograr los sueños y los objetivos que uno se propone.


Eugenio Francisco, Príncipe de Saboya-Carignano 

(En francés: Eugène de Savoie-Carignano) (18 de octubre de 1663 en París21 de abril de 1736 en Viena). Poco conocido en general siendo un genio militar.

Príncipe francés considerado uno de los más brillantes militares (Mariscal, estadista y diplomático) de Austria y Hungría durante las guerras donde fueron expulsados los turcos otomanos de los territorios austríacos, húngaros y serbios a finales del siglo XVII. Austria y Hungría  le deben mucho de su actual independencia, En general fue leal al Sacro Imperio Romano-Germánico. Adquirió un notable prestigio como estratega.

Era el quinto hijo del Príncipe Eugenio Mauricio de Saboya-Carignano, Conde de Soissons, general y gobernador. Se crió en la Corte de Luis XIV y estaba destinado a la carrera eclesiástica, no obstante, se inclinaba más por la carrera militar y solicitó el mando de un batallón, que le fue denegado por Luis XIV (El Rey Sol), por sus características físicas. Se cree que fue rechazado también por sus ideas políticas (Constitucionalista) y por intrigas de la corte. Cualquiera que sea la razón Eugenio escapó de la corte francesa, y sirvió voluntariamente en el ejército austríaco como oficial en 1683. Pasaría el resto de su vida oponiéndose a la ambición territorial francesa sobre Europa.


Expulsión de los turcos de Viena

Desairado en sus pretensiones, ofreció sus servicios al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Leopoldo I de Habsburgo. Quién le nombró teniente coronel a los 20 años de edad. El joven se enlistó en las tropas que fueron a socorrer a Viena, la cual se encontraba en ese momento asediada por los turcos (1683). Así, Eugenio tomó parte en la Batalla de Kahlenberg junto a su primo Luis Guillermo de Baden, apodado Luis el Turco.

Las batallas resultaron victoriosas para el Sacro Imperio y los turcos se vieron forzados a huir hacia el Este, refugiándose en los territorios húngaros y abandonando los austríacos.

Tan sólo dos años después del final de la guerra contra Francia, Eugenio condujo los ejércitos austríacos durante la Guerra Austro-Turca de 1716-18. Gracias a la victoria de Peterwardein Hungría fue liberada de los turcos y la fortaleza de Belgrado fue conquistada por Eugenio el 22 de agosto de 1717, invadiéndolas con un inesperado puente sobre el dique. Esta victoria fue eternizada en la tradicional canción Prinz Eugen, der edle Ritter (Príncipe Eugenio, el noble caballero). La Batalla de Belgrado que añadió temporalmente el norte de Serbia y Bosnia para la corona Austriaca, y terminó a las amenazas turcas a Viena de una vez por todas (Batalla de Zenta).



Ocupación de los territorios húngaros y expulsión de los turcos

Ante el debilitamiento turco otomano, el Emperador germánico Leopoldo I vería la oportunidad perfecta para recuperar los territorios húngaros que se hallaban en manos turcas desde 1526. Así, enviaría sus ejércitos comandados por Eugenio de Saboya y en 1686 lograrían ocupar la ciudad de Buda, capital del reino húngaro. Se sucederían después una serie de batallas a lo largo del territorio húngaro, incluyendo la toma de Belgrado en 1688.

Ya en 1683 había sido nombrado coronel de su propio regimiento de dragones y a partir de entonces fue ascendiendo en la escala militar hasta llegar a general de caballería en 1690 y mariscal de campo en 1693 (a los 30 años).

En 1696 mandaba el ejército imperial en el norte de Italia y un año después dirigió la contraofensiva en Hungría contra los turcos. Su fama de estratega la adquirió con la victoria decisiva que consiguió en la batalla de Zenta (1697), al aniquilar al grueso del ejército otomano cuando cruzaba un río. Acto seguido conquistó Sarajevo, el sultán turco se vio obligado a firmar la paz de Carlowitz en 1699 y, como consecuencia de esta campaña, la parte de Hungría ocupada por los turcos, Transilvania y Eslavonia pasaron a dominio austriaco. Con esto se consumaría la expulsión de los turcos del territorio húngaro y sus dependencias, y de esta forma, estos pasarían en su totalidad a manos del emperador germánico, quien se haría coronar como rey de Hungría.



Guerra de Sucesión Española y la guerra de sucesión de Polonia

Las familias reales de diferentes ramas y sus ambiciones de poder hacían que tuvieran diferentes jerarquías en las sucesiones monárquicas, por lo que se eran frecuentes las guerras de sucesión, donde le tocó participar a Eugenio de Saboya:


En sus últimos años le toco gobernar algunos de los territorios ocupados y se dedicó a la diplomacia logrando gran influencia para pacificar Europa (es notable como las embajadas de muchos países en Viena, están instaladas frente al Palacio de Belvedere residencia del Príncipe Eugenio).

Legado
                       
Su notable colección de libros, llamada 'Eugeniana', forma el núcleo de lo que hoy es la Biblioteca Nacional de Austria. Estuvo relacionado con los filósofos de su época, como Leibniz, Montesquieu y Voltaire. Eugenio era muy popular entre sus soldados, pues solía marchar al frente de ellos a las batallas, donde resultó herido trece veces. También era apreciado por su servidumbre por su comportamiento social con las personas humildes.

Está enterrado en la capilla de honor de la catedral de San Esteban de Viena.

Las marinas de guerra de Inglaterra, Austria, Italia y Alemania han nombrado varios navíos en su honor, siendo así la única persona cuyo nombre fue dado a buques de guerra de cuatro escuadras diferentes. En la Primera Guerra Mundial el crucero Británico HMS Prince Eugene, el acorazado Austro-Húngaro Prinz Eugen, siendo el más famoso el crucero pesado alemán Prinz Eugen de la Segunda Guerra Mundial. También llevaba este nombre la 7ª División de Montaña SS Prinz Eugen. Y el crucero ligero Italiano Eugenio di Savoia

Fue el más grande militar de su tiempo, cuyas campañas sirvieron después de inspiración a Federico El Grande y Napoleón.

Cualidades:
Fuerza para vencer las dificultades (El pequeño Príncipe no era atractivo, puesto que tenia la nariz muy gruesa, baja estatura [1.65 m.], dientes grandes y salientes, su labio superior pequeño y constitución débil, lo hacían el objeto de burlas en la corte. Desde niño lo destinaron a la carrera eclesiástica, razón que hacía que el Rey Sol [Luis XIV] lo llamara con desprecio “El Curita”. Gran amor por la cultura. Sentirse ciudadano de Europa. Buscar conocer a su enemigo hasta el último detalle. Valentía. “Don de gente”. A  pesar de ser un guerrero, ser el “Gran Pacificador de Europa Oriental.

Participo en alrededor de 110 Batallas, destacando las de Zenta (1697), donde venciendo al  ejercito turco con casi el doble de efectivos (80,000 hombres contra 50,000) que su propio ejercito -El ejercito turco perdió 12,000 hombres y Eugenio solo 500- el rescate de Belgrado, el sitio de Viena y la Batalla de Kahlenberg. Dirigió las batallas de Turín, Oudenaarde (1708), y Malplaquet (1709). A los 71 años (dos años antes de su muerte) participó en la guerra de sucesión de Polonia.

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Roberto Bermejo Mora
Ingeniero Químico - UNAM. Maestría en Administración de Empresas - ITESM. Certificado en Coaching Empresarial por Creatividad Ontológica de Pensamiento, Diplomado en Consultoría para MPYMES, Diplomado en Diseño e Impartición de Cursos de Capacitación. Ha tomado varios diplomados y cursos en Estados Unidos y Japón: Administración por Objetivos, Desarrollo de Habilidades Directivas, Administración por Calidad Total, Excelencia Operativa, Administración y Desarrollo de Capital Humano, y Talleres de Destrezas Administrativas, entre otros. Se ha desempeñado como Director General, Director de Ventas, Gerente de Planta y Gerente de Operaciones en Empresas Reconocidas, tales como, Pilkington de México, LN Safety Glass, Novaquim y Química Orgánica de Mexico. Ha sido maestro en CETYS Universidad y UDEAD. Ha impartido Conferencias en Instituto Tecnológico de Monterrey, Tecnológico de Mexicali, COPARMEX, entre otros. También ha participado en diversos Organismos, tales como, Centro Empresarial del Norte de Sonora, Ejecutivos en Relaciones Industriales de Baja California, Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas, Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos. Secc. Tampico. Actualmente se desempeña como Consultor Externo en el pretigioso grupo de expertos en el Desarrollo de Talento Humano Núcleo Consultores asesorando a empresas e impartiendo conferencias y talleres.

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De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:24

Duque de Wellington

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Arthur Wellesley
I duque de Wellington, I marqués de Douro, I príncipe de Waterloo, I duque de Ciudad Rodrigo, vizconde de Talavera de la Reina y grande de España
Sir Arthur Wellesley, 1st Duke of Wellington.png
Arthur Wellesley I duque de Wellington pintado por el artista sir Thomas Lawrence, meses antes de la Batalla de Waterloo.
Royal Coat of Arms of the United Kingdom (HM Government).svg
Primer ministro del Reino Unido
22 de enero de 182816 de noviembre de 1830
Predecesor Frederick John Robinson
Sucesor Charles Grey, II conde de Grey
Información personal
Nacimiento 1 de mayo de 1769
Dublín, Irlanda
Fallecimiento 14 de septiembre de 1852
(83 años)
Walmer, Inglaterra
Residencia Apsley House (oficial)
Familia
Casa Real
Padre
Madre
Consorte
Heredero

 

 


Firma

Arthur Wellesley KG, KP, KB, GCH, FRS, PC (Dublín, Irlanda, 1 de mayo de 1769 — Walmer, Kent, Inglaterra, 14 de septiembre de 1852), más conocido por su título de duque de Wellington, fue un militar, político y estadista británico, de origen irlandés, que fue una de las personalidades más remarcables de la Historia Europea del Siglo XIX, como uno de los más prominentes generales ingleses, durante las Guerras Napoleónicas, particularmente al frente de la Guerra de la Independencia Española, llegando a ser comandante en jefe del Ejército Británico y a ejercer dos veces el cargo de primer ministro del Reino Unido.

Procedente de familia noble (su padre fue el primer conde de Mornington y su hermano mayor, que heredaría el condado de su padre, crearía el marquesado de Wellesley). Dos de sus otros hermanos serían además Barones (Maryborough y Cowley). Habiéndosele asignado una insignia en el ejército británico, su destacada actuación en las Guerras Napoleónicas le valieron el rango de Mariscal de Campo.

Wellesley comandó a las fuerzas aliadas durante la Guerra de la Independencia, expulsando al ejército francés de España y llegando a invadir el sur de Francia. Victorioso y elevado a la condición de héroe en Inglaterra, fue obligado a regresar a Europa para mandar las fuerzas anglo-aliadas en la batalla de Waterloo, tras la cual Napoleón fue exiliado permanentemente a Santa Helena. Wellington es comparado frecuentemente con el primer duque de Malborough, con el cual compartía muchas características, principalmente la transición a la vida política tras una exitosa carrera militar. Wellington fue primer ministro por el partido «tory» en dos ocasiones separadas, y fue una de las principales figuras de la Cámara de los Lores hasta su retiro en 1846.

El duque de Wellington está considerado como uno de los héroes más aclamados de la historia del Reino Unido y de la Historia del Mundo. Su fama iguala o incluso supera a figuras tan grandiosas como el vicealmirante Lord Horatio Nelson, Winston Churchill o el también mariscal de campo Bernard Montgomery. Su mansión londinense (Apsley House) está abierta al público como museo y exhibe los numerosos regalos que recopiló, obras de arte y objetos de lujo, obsequiados por varios gobiernos y casas reales.

 

Arthur Wesley (apellido posteriormente cambiado a Wellesley) nació en «Mornington House», la residencia de verano de su familia en Dublín o bien en el castillo de Dangan, cerca de Trim en el Condado de Meath, que era la residencia habitual de la familia. Fue el tercer hijo de Garret Wesley, primer Conde de Mornington. También la fecha exacta de su nacimiento es motivo de controversia. Todo lo que existe es el registro de dicho evento en el archivo de una iglesia. La fecha más aceptada es el 1 de mayo, pero habría posibilidades de que fuera algunos días antes o después. Fue bautizado como Arthur Wesley, nombre legalmente cambiado a Arthur Wellesley en marzo de 1798.

Wellesley fue educado en Eton entre 1781 y 1785, trasladándose posteriormente a Bruselas (Bélgica) para continuar su formación. En 1787, su hermano compró a Wellesley un mando como alférez en el 73.º Regimiento de Infantería. Asistió a la academia militar de Angers, en Francia. Su primer destino fue como ayuda de campo de dos Lores Tenientes de Irlanda sucesivamente, entre 1787 y 1793. Fue ascendido a Teniente en 1788, y dos años después fue elegido miembro independiente del Parlamento con funciones de enlace con la Cámara Irlandesa de los Comunes, posición que ocupó hasta 1797. Subió rápidamente en el escalafón militar (en muchas ocasiones por el procedimiento de comprar el ascenso, práctica permitida en aquellos tiempos y, ciertamente, necesaria para obtener ciertos cargos), convirtiéndose en Teniente Coronel en el 33.º Regimiento de Infantería en 1793. Entonces luchó en los Países Bajos entre 1794 y 1795 y estuvo presente en la batalla de Boxtel. Su regimiento formaba la reserva de las fuerzas del Duque de York, quien intentó en vano un contraataque contra las fuerzas francesas. Cubriendo la retirada del ejército para evitar que éste fuera acosado por la caballería francesa, obtuvo su bautismo de fuego.[1]

En 1796, tras ser ascendido a Coronel, acompañó a su División a la India. El siguiente año, su hermano mayor, Richard Wellesley, segundo conde de Mornington, fue nombrado Gobernador General de la India, y cuando estalló la guerra en 1799 contra el Sultán de Mysore, Tipu Sultan, Arthur Wellesley comandó su propia división. Durante el desempeño de estas responsabilidades, fue nombrado Gobernador de Seringapatam y Mysore, cargos que ocupó hasta 1805. Luchó en Assaye, Argaum y atacó la fortaleza de Gawilghur. Tras el éxito final de la campaña, fue nombrado comandante supremo tanto militar como político en el Deccan, cargo en el que derrotó al jefe de bandidos Dhundia Wagh (quien irónicamente había escapado de prisión en Seringapatam durante la última batalla de la guerra de Mysore). También venció a los Marathas en 1803. En 1804 se le hizo caballero de la Orden del Baño (Knight of the Bath), lo cual sería la primera distinción de las muchas que obtuvo durante su vida. Al terminar el mandato de su hermano como Gobernador de la India en 1805, ambos hermanos volvieron juntos a Inglaterra, donde se vieron forzados a defender la costosa política imperialista de las fuerzas británicas en la India.

Wellesley fue elegido representante por Rye en la Cámara de los Comunes, ocupando el cargo durante seis meses en 1806. Un año más tarde fue elegido por Newport, en la Isla de Wight, cargo que ocuparía durante dos años. En este tiempo se definió políticamente como Tory, y en abril de 1807 (mientras era representante por San Michael), fue investido consejero de la corona. Además, sirvió como Secretario Jefe para Irlanda durante algún tiempo. Sin embargo, su vida política terminaría pronto de forma abrupta y debería navegar hacia Europa para participar en las Guerras Napoleónicas.

 

 


Respuesta  Mensaje 15 de 16 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:25

Las Guerras Napoleónicas[

Arthur Wellesley, en un retrato pintado por Francisco de Goya (National Gallery de Londres).

Fue entre 1808 y 1815 cuando Wellesley llevó a cabo las hazañas que le otorgaron un lugar en la historia. Desde 1789, Francia se había visto envuelta en la Revolución, y tras llegar al gobierno en 1799, Napoleón se había hecho de facto con el poder en Europa. El gobierno británico buscaba opciones para terminar con la amenaza de Napoleón, y Wellesley ayudó a obtenerlas.

En primer lugar, llegó como comandante en la expedición a Dinamarca en 1807, lo que pronto le promocionó a teniente general, siendo transferido a la guerra en la Península Ibérica, donde combatió junto con William Carr Beresford. Aunque esta guerra no iba demasiado bien, era el único lugar donde las fuerzas inglesas (y portuguesas) habían conseguido un frente en el territorio continental contra Francia y sus aliados (la desastrosa Expedición Walcheren fue una de las expediciones fallidas típicas de la época). Wellesley había enviado un memorándum a lord Castlereagh sobre la defensa de Portugal, y Castlereagh le nombró jefe de la fuerza expedicionaria. Wellesley derrotó a los franceses en la batalla de Roliça y en la batalla de Vimeiro, en 1808. La resultante Convención de Cintra, que estipulaba que el ejército británico transportaría al francés fuera de Lisboa con todo su equipamiento, fue muy controvertida, y Wellesley fue brevemente reclamado a Inglaterra. Mientras tanto, el mismo Napoleón había llegado a España con sus tropas de veteranos, y cuando el comandante en jefe, sir John Moore, murió durante la batalla de La Coruña, Wellesley fue nombrado nuevo comandante en jefe de todas las fuerzas británicas en Portugal, volviendo a la Península en abril de 1809,

El 27 de julio de 1809 derrotó a uno de los ejércitos del rey José Bonaparte (el hermano mayor de Napoleón) en la batalla de Talavera. Por este éxito fue ascendido al estatus nobiliario con el título de Vizconde de Wellington, de Talavera y de Wellington en el Condado de Somerset. Cuando los franceses invadieron de nuevo Portugal en 1810, les detuvo en Buçaco, bloqueándoles posteriormente e impidiéndoles tomar la península de Lisboa gracias a sus magníficamente construidas líneas terrestres de defensa en Torres Vedras, junto con la protección marítima de la Armada Real Inglesa (la incruenta batalla de Lisboa). Las apabulladas y hambrientas fuerzas francesas de invasión se retiraron tras seis meses, tras lo cual Wellesley expulsó definitivamente a Francia de Portugal en 1811, luchando en las batallas de Fuentes de Oñoro y La Albuera. En mayo de 1811 fue ascendido a General por sus servicios en Portugal.

Ya dentro de España, después de romper el cerco a la fortaleza de Badajoz el 6 de Abril de 1812, la población de la plaza fuerte sufre 72 horas de saqueos y violaciones por parte de la soldadesca ebria tras localizar los almacenes de aguardiente portugués (ver Batalla de Badajoz (1812)). Vuelve a derrotar a los franceses en la batalla de los Arapiles, llegando a Madrid en 1812. Sobre esta época se le hizo conde de Wellington. El contraataque francés colocó a las fuerzas inglesas en una situación precaria, pero Lord Wellington tomó el mando de todas las fuerzas aliadas en España,[2] al tiempo que era nombrado marqués de Wellington el 3 de octubre. En esta fecha Wellington estaba en su cuartel general de Villatoro dirigiendo el asedio de Burgos (19 de septiembre a 21 de octubre de 1812), que fue una de las pocas derrotas de su carrera militar.[3] Sacando ventaja de la retirada de gran parte del ejército francés para participar en la desastrosa campaña rusa de Napoleón, Wellington tomó la ofensiva en 1813, culminando ésta en la batalla de Vitoria, que expulsó al enemigo de vuelta a Francia, acción por la que fue ascendido a Mariscal de Campo. Por esta hazaña, Ludwig van Beethoven compuso su obra La victoria de Wellington. En Vitoria se aprehendieron importantes cuadros que José Bonaparte quería sacar del país; Wellington se los quedaría con la aprobación del nuevo rey Fernando VII y actualmente se conservan en su mansión de Londres, Apsley House.

Después, Wellington invadió Francia, aunque fue derrotado por las fuerzas francesas en Tolosa. Poco después de esta batalla, Napoleón fue exiliado a Elba en 1814.

Aclamado como héroe y conquistador, Wellesley fue hecho duque de Wellington, título que aún ostentan sus descendientes. Fue nombrado embajador en la Francia de Luis XVIII y tomó el puesto de Lord Castlereagh como primer plenipotenciario en el Congreso de Viena, donde abogó con fuerza para permitir a Francia mantener su puesto en la balanza de poderes en Europa. El 2 de enero de 1815, su título de caballero del Baño se convirtió en el de caballero de la Gran Cruz debido a la expansión de dicha orden.

El 26 de febrero de 1815, Napoleón abandonó su exilio en Elba para regresar a Francia, retomando el control del país en mayo. Wellington encabezó entonces la reforma de la alianza contra él. Dejó Viena para comandar las fuerzas aliadas en la campaña de Waterloo, situándose en Bélgica junto con las tropas prusianas de Gebhard Leberecht von Blücher y luchando primero en la batalla de Quatre Bras, para volver cuatro días más tarde a enfrentarse a Napoleón en la batalla de Waterloo, donde éste fue definitivamente derrotado, abdicando de nuevo el 22 de junio y siendo deportado posteriormente a la lejana isla de Santa Elena.

Su vida posterior[

La política le resultó nuevamente de utilidad en 1819, cuando Wellington fue nombrado general en jefe de Artillería durante el gobierno «Tory» de Lord Liverpool. En 1827 fue nombrado comandante en jefe del ejército británico, puesto que conservaría durante el resto de su vida, exceptuando su periodo como mandatario. Junto con Robert Peel, Wellington se convirtió en una de las estrellas del partido Tory, y en 1828 llegó a ser primer ministro.

Como primer ministro, fue el rostro de la facción ultraconservadora, aunque extrañamente, uno de los puntos de su programa era la emancipación católica, la garantía de prácticamente todos los derechos civiles para los católicos del Reino Unido. El cambio estaba forzado por la aplastante victoria electoral de Daniel O'Connell, un activista por la emancipación católica que había sido elegido a pesar de no tener el derecho legal para sentarse en el Parlamento. Lord Winchilsea acusó al duque de Wellington de «haber trazado peligrosamente la destrucción de la constitución protestante». Wellington respondió de inmediato a la acusación retando a Winchilsea a un duelo. El 21 de marzo de 1829, Wellington y Winchilsea se encontraron en los campos de Battersea, aunque cuando llegó el momento de disparar, el Duque apuntó deliberadamente lejos de su oponente, y Winchilsea disparó al aire. Posteriormente éste escribió al duque para disculparse. En la Cámara de los Lores, y haciendo frente a una tensa oposición, Wellington habló en favor de la emancipación católica, dando uno de los mejores discursos de su carrera. El Acta de Emancipación Católica fue aprobado con una mayoría de 105 votos.

El gobierno de Wellington cayó en 1830. En el verano y otoño de ese año, una ola de revueltas barrió el país. Los Whigs habían sido apartados del poder a excepción de unos pocos años desde 1770, y vieron la reforma política en respuesta al malestar popular como la llave para su retorno. Wellington atacó la política Tory de no reformar ni expandir los derechos, y como resultado de ello perdió la moción de censura del 15 de noviembre de 1830, siendo reemplazado como primer ministro por lord Grey.

El partido Whig introdujo la primera Acta de Reforma, pero Wellington y los «tories» lucharon para impedir su aprobación. El proyecto fue aprobado en la Cámara de los Comunes, pero fue rechazado en la Cámara de los Lores. A continuación, y como respuesta directa a esto, se celebraron unas elecciones que otorgaron al partido Whig una mayoría aún más amplia. Se introdujo una segunda Acta de Reforma que fue rechazada de la misma forma, y otra oleada de revueltas asoló el país. Durante este tiempo, Wellington fue recibido de forma hostil por la población durante la inauguración del ferrocarril entre Liverpool y Mánchester, y finalmente, la reforma fue aprobada tras la amenaza del partido Whig de secuestrar a la Cámara de los Lores con sus miembros dentro en caso contrario. A pesar de la aprobación, Wellington nunca estuvo de acuerdo con el cambio. Cuando el Parlamento se reunió tras las primeras bajo la nueva reforma, se dice de Wellington que dijo: «Nunca vi tantos sombreros malos y chocantes en mi vida». Por entonces, Wellington ya estaba siendo sustituido gradualmente por Robert Peel como líder del partido «Tory». Cuando los «tories» volvieron al poder en 1834, Wellington declinó asumir el puesto de primer ministro, y Peel fue elegido en su lugar. Desgraciadamente, Peel se encontraba de viaje en Italia, y durante tres semanas, entre noviembre y diciembre de 1834, Wellington actuó como vigilante del gobierno, tomando las responsabilidades de primer ministro y de la mayoría de los demás ministerios. En el primer gobierno de Peel (1834-1835), Wellington fue nombrado ministro de Exteriores, y en el segundo (1841-1846) fue ministro sin cartera y jefe de la Cámara de los Lores.

Wellington se retiró de la vida política en 1846, aunque retuvo su puesto de comandante en jefe del Ejército, y volvió brevemente a la luz pública en 1848, cuando ayudó a organizar las fuerzas de protección de Londres durante el año de la revolución europea. Murió en 1852 y fue enterrado en un sarcófago de un raro granito llamado «luxulyanito» en la Catedral de St. Paul.

En 1838, la propuesta de erigir una estatua de Wellington se concretó con la construcción de una gigantesca estatua ecuestre que fue emplazada en Constitution Hill, en Londres, justo frente a su antigua residencia de Apsley House, en 1846. Debido a la enorme escala del monumento, de 40 toneladas y 10 m de altura, fue retirada en 1883, y al año siguiente se transportó a Aldershot, donde aún permanece, cerca de la iglesia de la guarnición real.


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De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2014 21:26

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