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General: CHÁVEZ : UN GIGANTE BAJO LA LUNA
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 05/03/2014 12:02

Chávez: Un Gigante bajo la Luna

5 marzo 2014 1 Comentario
En este artículo: Hugo Chávez Frías, Venezuela
Chávez y Maduro, dignos hijos de la Venezuela bolivariana.

Chávez y Maduro, dignos hijos de la Venezuela bolivariana.

Un año ha pasado desde la desaparición física de nuestro amigo Hugo Chávez y aún es imposible aceptarlo. Su voz era un constante en la Venezuela revolucionaria, sus lecturas y enseñanzas una escuela en desarrollo permanente. Hombre humilde de alma noble, Chávez tenía la valentía de guerreros y el pulso de patria en su corazón. Desafiaba a los más poderosos e imponentes intereses, sin guindarse. Nunca le temblaba la mano, jamás se arrodillaba, estaba siempre firme con serenidad y convicción para enfrentar grandes amenazas. Su valor era inmenso, un soldado del pueblo, un guerrero de paz, un gigante de siglos. Conocerlo fue un privilegio, un tesoro sin precio.

Chávez impactó al mundo, dejando su huella en luchas y sueños por la justicia social desde el norte hasta el sur. Su legado es transcontinental, sin fronteras. “Chávez” se traduce a todos idiomas como el símbolo de la dignidad.

Tuve la fortuna de acompañarlo en varios de sus giras internacionales. Pude presenciar la multitudinaria recepción de apoyo y alegría que recibía en casi todos los continentes. Su mera presencia inspiraba a millones. El representaba los sueños de tantas luchas, tantos compromisos a la humanidad, y comprobó, contundentemente, que otro mundo sí era posible.

De todas partes del planeta, corría gente para verlo de cerca. Solo esperaban escuchar a sus palabras llenas de esperanza, sencillas y a la vez llenas de una íntima profundidad. Chávez respiraba amor, y aunque millones lo recibían con brazos abiertos, siempre habían peligrosas amenazas en su contra. Los más poderosos intereses le temían. Era impredecible, siempre un paso por delante. Washington lo llamaba un “sabio competidor”, y viniendo del gobierno estadounidense, eso era no solamente un cumplido, sino demostraba lo grande que era Chávez. Ni el imperio lo podía controlar.

En mayo de 2006 me encontraba de gira en Europa con el lanzamiento de las ediciones en alemán e italiano de mi primer libro, El Código Chávez. Cuando ya había recorrido gran parte de Alemania, por suerte coincidí con la gira del Presidente Chávez en el marco de la cumbre América Latina-Unión Europea en Viena, Austria.

Llegué al hotel donde se encontraba la delegación presidencial que apenas horas antes había arribado a la tierra vienesa. Luego de saludar a caras conocidas en el lobby, mis compatriotas, me fui a la habitación a descansar. Una hora después, bajé para ver la movida y para saber cual era la agenda del Presidente. Al llegar al lobby, el simpático muchacho de protocolo presidencial se me acercó y me dijo que ya íbamos saliendo. Me pidió acompañarlos en la caravana. No había visto aún al Presidente, pero supuse que íbamos adelante a alguna actividad, y me monté en el carro con la delegación. Me acuerdo que estaban muchas caras conocidas, amigos de lucha: Nicolás, Barreto, Giordani, Navarro.

Nos llevaron a un sitio en el centro de Viena. Al llegar pude presenciar una cantidad enorme de gente, principalmente jóvenes, que estaban dentro y fuera del local. “¿Que sitio es esto?”, pregunté al amigo de protocolo. “Es un centro cultural muy popular aquí. Se llama la Arena”, me respondió.

Bajamos del carro y vimos a miles de personas acercándose al lugar. Había un evento esa noche con nada más y nada menos que el Comandante Presidente Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana. Un rato después, cuando ya habíamos entrado para presenciar la impresionante cantidad de personas que se encontraba en el lugar, me acercaron para avisarme que yo estaba pautada para hablar en el evento de esa noche, allí, frente a la muchedumbre europea. “Que honor”, pensaba, participar en Viena en un acto de masas con el Presidente.

La noche estaba fresca y la gente seguía llegando. No cabían en el centro cultural. Tanto fue así, que tuvieron que cambiar la sede del evento de la parte adentro, donde solo se cabían 500 personas, para la plaza afuera, donde se cabían miles. Nunca antes había pasado un fenómeno así en Viena. Miles de jóvenes europeos se habían reunido en una plaza vienesa para escuchar las palabras de un jefe de estado latinoamericano. La cantidad de personas presentes era espectacular. Chávez no solamente era un líder latinoamericano, sino un gigante mundial.

Pasaba el tiempo, y el Presidente no llegaba. La gente se ponía ansiosa esperando – la puntualidad en Austria era bastante estricta y no estaban acostumbrados a esperar mucha más allá de la hora prevista. Un rato después, me acercó la gente de protocolo pidiendo que subiera a la tarima junto a los otros de la delegación. Teníamos que hacer algo, me decían, la gente estaba esperando demasiado tiempo para dejarlos así en limbo. Fui a conversar con los amigos de la delegación sobre lo que deberíamos hacer. “El Presidente no viene”, me dijeron. “¿Y ahora que vamos a hacer?”, pregunté. “No podemos salir allí nosotros cuando están esperando a Chávez”.

Ya habían pasado como dos horas del momento previsto para el comienzo del evento y el público estaba muy ansioso. Fuimos a hablar con los organizadores, un grupo muy simpático de activistas europeos solidarios. Les contamos sobre la posibilidad de que no viniera el Presidente. El estaba cansado, descansando ya en el hotel, preparándose para la cumbre de jefes de estado de América Latina y Europa del día siguiente.

La noticia cayó como una piedra. No era posible, nos decían. Jamás en la historia tantas personas habían venido a una plaza pública para escuchar a un jefe de estado, sea de donde sea. Teníamos que comprender la importancia histórica del momento.

Entendimos bien que nosotros bajo ninguna circunstancia podríamos reemplazar al Presidente Chávez ante ese público. Era Chávez o nada, o más bien, tenía que ser Chávez y punto. Capturamos imágenes del evento y la cantidad de personas presentes, y las enviamos con la Guardia Presidencia y los edecanes del Presidente, rogando por favor que viera la importancia del evento para que se viniera.

Pasaron dos horas más y ya eran horas de la noche, pero nadie se había ido del lugar. Más bien, la gente seguía llegando. Se mantenían alertas cantando “Uh Ah, Chávez no se va” en español y en alemán, “Chávez geht nicht”.

Luego de cuatro horas bajo la bella luna de Viena, todos ansiosos por la llegada del Comandante del siglo XXI, hubo movimiento. Chávez había visto las imágenes, y entendía la magnitud del momento y la importancia de reunirse con la juventud europea. En todo su cansancio y trasnocho del viaje, allí apareció, radiante y sonriente al ver a la muchedumbre juvenil.

La llegada del Presidente fue recibida con un aplauso impresionante del público acerca de las diez de la noche. La luz brillante de la luna reflejaba el asombro y la intensidad de las miradas de los muchachos y las muchachas. Todos estaban completamente atentos y pendientes del discurso del líder venezolano. Y al Presidente Chávez le inspiró la atención y la dedicación de los jóvenes vienés, y en las afueras de “la Arena” lanzó una clase magistral sobre la construcción de un movimiento revolucionario internacional. Dirigiéndose a ésa juventud europea, habló sobre “El Triángulo de la Victoria”, compuesto por tres factores principales: objetivos políticos, estrategia y poder; y fundamentados en la consciencia, la voluntad y la organización. Se quedaron todos durante las dos horas que habló el Presidente, escuchando con mucho cuidado los detalles del proyecto revolucionario internacional, mostrando su apoyo y aprobación en aplausos, gritos y sonrisas. “A nosotros nos acusan de querer construir una bomba atómica”, contó Chávez a los jóvenes. “Pero nosotros no nos interesa tener bombas atómicas. Las bombas atómicas se las regalamos al imperio. A nosotros no nos hace falta un arsenal de bombas para salvar al mundo. ¡Nosotros somos las bombas atómicas! Y sobre todo ustedes muchachos y muchachas del mundo, ustedes son las bombas atómicas…las bombas de amor, de la pasión, de las ideas, de la fuerza, de la organización”.

Sesenta y cuatro medios de comunicación europeas cubrieron ése evento histórico en Viena. “El Ché Guevara del siglo XXI”, lo llamaron, todos fascinados con lo que sucedió ésa noche en Viena bajo la luna llena. Nunca un jefe de estado había salido a las calles a hablar con las masas. Nunca se habían reunido miles de personas de manera espontánea al aire libre en Viena para escuchar un discurso de un mandatario, menos de América Latina. Chávez trajo el amor y la sinceridad venezolana a Austria y el pueblo de Viena lo recibió con los brazos abiertos.

“Muchachos, ustedes van a salvar al mundo. Sepan que no están solos aquí. Sepan que los jóvenes del mundo, que hablan otros idiomas, que están bañados de otros colores, tienen la misma llama que ustedes…En América Latina, en África, en Asia….Despierta la juventud del mundo, despiertan los trabajadores del mundo, despiertan las mujeres del mundo, despiertan los estudiantes del mundo. Vamos unidos por lo caminos de la revolución”.

Al terminar su discurso, Chávez miró a la gloriosa luna llena que alumbraba el evento. “Ah…”, exclamó. “Con esa luna llena, tan linda, provoca agarrar una guitarra e ir con todos ustedes jóvenes al río Danubio para cantar una bella noche hasta el amanecer”. El brillo en sus ojos develaba su sinceridad. Fue un momento especial, de esos que solo ocurren una vez en la vida. Parecía un encuentro íntimo, entre amigos, aunque la mayoría de las miles de personas allí no nos conocíamos. Sin embargo, todos compartíamos un amor por la justicia, y un sueño por un mundo mejor. Chávez era un hermano más en la lucha por ese sueño.

Años después, el impacto mundial de Chávez lo convirtió en el enemigo número uno de Washington y sus poderosos aliados. Alguien de su humildad, sinceridad, valentía y convicción no era común, y menos cuando era el líder del país con las más grandes reservas petroleras del mundo, y además, alzaba en alto la bandera de justicia social. Las amenazas contra Chávez eran constantes, los atentados contra su vida jamás cesaban. Hubo una sistemática agresión contra su gobierno desde los más poderosos intereses del mundo, apoyados por sus agentes dentro de Venezuela. Daban con todo contra Chávez. Alguien de su estatura, de su influencia, firmeza y dignidad, y con esa inmensa capacidad de amor, representaba un gran peligro para la agenda imperial. Hicieron lo que pudieron para neutralizarlo.

Tal vez nunca sabremos si su desaparición física fue provocada o no, aunque existen bastantes evidencias y pistas para investigarlo. Lo que sí sabemos es que su salida mortal no fue su despedida. Hombres como Chávez no se pueden desaparecer, aunque muchos les gustarían que fuera así. El legado de Chávez hoy vive y crece más allá de la Revolución Bolivariana y sus extraordinarios logros. Su voz está presente en cada grito por la libertad, su mirada se ve en los valientes jóvenes que enfrentan grandes y peligrosas potencias para develar verdades. Su amor está presente en la solidaridad y el compromiso de corazón que millones sienten por la Venezuela revolucionaria. Su fortaleza y dignidad guían la defensa de la patria, hoy de nuevo agredida por quienes quisieran borrarnos de la humanidad.

Chávez jamás desparecerá. Su presencia seguirá creciendo y multiplicando en cada nuevo soldado de la paz, en cada guerrera de la justicia. Sonriente con corazón de oro, Chávez siempre será nuestro Gigante bajo la luna.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/eva_golinger/view/121541-chavez-gigante-luna-golinger



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De: Ruben1919 Enviado: 06/03/2014 12:23

Chávez el amigo entrañable de Cuba

6 marzo 2014 Haga un comentario

ChávezLos minutos inolvidable en la vida de Cary

La imagen fotográfica de Cary dice más que mil palabras. El rostro suyo no da lugar a dudas de que los minutos junto al Líder Bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías fueron intensos e inolvidables en su vida.

El día exacto no lo recuerda. Sabe que el encuentro se produjo en enero del 2010. Ella fungía como enfermera intensivista del Centro de Diagnóstico Integral (CDI). Chávez tenía programado participar en una graduación de estudiantes de la Universidad Bolivariana, en Caracas. Era obligado pasar por allí.

Como cubanos al fin, dice ella, estábamos esperando la llegada para recibirlo y en eso él aparece, yo me retraso y pensé que no me iba a dar tiempo ya a llegar a donde estaba rodeado de personas.

“Él me mira, siento una mirada penetrante, linda, profunda y como si me hubiera leído el pensamiento me dice: ven acá morena linda que tú eres mi color. Todo el mundo abrió espacio y me acerqué, algo que yo pensé que jamás podía ser.

“Llegué hasta donde estaba. Nos dimos las manos, formamos allí un juego, porque él era zurdo y yo derecha hasta que al fin, nos dimos los dos la mano zurda. Nos abrazamos, nos dimos un beso y un abrazo fuerte que fue para mí inolvidable, muy grande, lindo y profundo que jamás se me va a olvidar”.

Chávez indagó qué ella hacía, de que provincia era y, como dice Cary, él conocía de Cuba como cualquier cubano. Trajo a colación una anécdota que habla de la naturaleza del desaparecido líder latinoamericanista.

“En el momento de la foto, se demoraba la cámara en disparar y alguien del grupo dijo: !ay cómo se demora! Y él tan natural exclamó: mejor, así estoy más tiempo con esta morena”, mientras todo el mundo se echó a reír!.

Califica a Chávez de hombre lindo, inolvidable, ese encuentro fue algo inolvidable para ella y todos los que hallaban en ese recinto de salud.

Caridad Camejo Martínez, jefa de enfermera de los servicios de neurocirugía del hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña, explica que era muy afable, que quería a las personas, principalmente a los niños y a los ancianos.

Dio trabajo y estudio a los que lo necesitaban, formó la misión educativa para sacar a la población del analfabetismo, en fin, escuelas para niños, círculos infantiles para que las madres pudieran trabajar y obró a favor de los discapacitados.

El día de la muerte de Chávez, ya en Cuba, regresaba del trabajo y por Telesur daban la noticia de que estaba mal. El esposo se hallaba en la casa, en tanto, ella cansada se acostó.

De regreso de la bodega, recorrido que él no llegó a completar, el marido llegó y le dijo: Cary, murió Chávez.

“Vladimir no juegue con eso”. Encendimos el televisor. Eso fue tan duro, yo me quedé sentada en el medio de la cama, llorando como si fuera un familiar mío. Para nosotros y para todo el mundo fue una pérdida muy grande.

“Hoy por hoy seguimos sintiendo eternamente esa muerte”, exclamó Cary, quien dijo, que la actitud en homenaje a Chávez de los venezolanos es mantenerse al lado de lo que él formó, esa misma guía que sigue Nicolás Maduro.

“Cumplí misión y si es necesario en Venezuela o donde quiera que sea estoy presta a ayudar a ese pueblo venezolano”.

ALÓ PRESIDENTE 378

La primera vez que el médico veterinario Reynaldo Pérez Lastre estuvo en Venezuela fue en el año 2007 en la misión Campo Adentro. Tres años más tarde trabajó en la Empresa Mixta Socialista Lácteos del Alba (EMSLA), ubicada en el Estado de Barinas, donde nació el Líder Bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías.

La suerte acompañó a Pérez Lastre, quien fungía como especialista en el laboratorio de inseminación artificial de la Empresa “José Antonio Sucre”, asentado en la ciudad de Santa Bárbara de Barinas, dependencia escogida por el Gobierno de la hermana nación para transmitir el 29 de enero del 2012 el Programa Aló Presidente número 378.

La nave en la que viajaba Chávez aterrizó en el improvisado helipuerto cercano al laboratorio y lo primero que hizo fue mirar la instalación, observar los animales hasta llegar allí y preguntarle a Dilson Rosales, director del laboratorio por la parte venezolana, por los trabajadores del centro y por el cubano.

El orgullo del camagüeyano rebasó los límites cuando le preguntó de qué provincia era y al responderle dijo con ese tono campechano que lo caracterizó: !Camagüey! Y el estrechón de manos no se hizo esperar “y me preguntó que sabía de la adaptación del Siboney cubano allá y de otras muchas cosas.

“Ahí procedimos entrar al laboratorio y una vez que salimos de allí el fue para la nave donde se encontraban los animales, observó los ejemplares y se le hizo una demostración práctica de extracción de semen, de manejo de los animales y por último pidió que le transmitiera un mensaje a la juventud venezolana”.

Pérez Lastre, quien fungió durante muchos años como jefe del laboratorio de transferencia de embriones de la Empresa Genética Rescate de Sanguily, del municipio de Jimaguayú, habló entonces de la importancia de la inseminación y de la presencia de los cubanos, mientras al fin, cuando ya se iba Chávez exclamó: “Me encuentro muy satisfecho del trabajo de ustedes y en un futuro los invitaré para que vengan a Venezuela para observar los resultados de la Empresa Mixta”.

El médico veterinario vio como se marchaba Chávez hacia una finca no muy lejana de allí, el área central del Aló Presidente.

¿Qué impresión quedó en tú persona de Chávez?

“La de un hombre que nació para llevar a cabo el legado del Libertador. Una gente muy querida, una persona que se interesaba por todo. Me recuerdo que el laboratorio tenía unas condiciones especiales, yo diría súper excepcionales a nivel de América Latina y nos preguntó, de que si creíamos que ese laboratorio daba abasto o si considerábamos de construir más. Él tenía visión de futuro, es la impresión que tengo de Chávez”

¿Era a tú juicio una persona modesta, sencilla, que llegaba al pueblo?

“Chávez era una persona de pueblo, súper modesto, súper sencillo, afable, cariñoso, se comunicaba con todo el mundo. Todos los cubanos sabemos la manera de ser de Chávez, era una persona extraordinaria. Yo diría que un dirigente excepcional”.

Pérez Lastre se enteró de la muerte de Chávez y fue para él y su esposa fue noticia dura por lo que representaba para el mundo y la Revolución Bolivariana. Ambos estuvieron días consternados pero del duro golpe hay que recuperarse.

“Pensamos que Maduro lleva a cabo la continuidad de la obra de Chávez y que por la parte cubana se renuevan los contratos, todo a favor de ayudar a la continuidad de la Revolución Bolivariana”.

Oscar junto a Chávez en un acto.

Oscar junto a Chávez en un acto.

CHÁVEZ DIGNIFICÓ A VENEZUELA

El estomatólogo y especialista en cirugía maxilofacial, Oscar Rivero Pérez, nativo de la zona campesina de Camalote, al norte de la ciudad de Nuevitas, tuvo el privilegio de estar junto al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en dos ocasiones, la primera el 7 de febrero del 2008 y la segunda el 12 de junio del mismo año.

En Venezuela permaneció varios años, inicialmente como director de la clínica “Las Margaritas” en Punto Fijo, del Estado de Falcón, hasta que fue promovido a coordinador nacional de estomatología, etapa en la que se propició esos inolvidables encuentros.

Retiene en su mente, que la primera vez ocurrió en el teatro Teresa Carreño, en Caracas, con motivo del acto nacional de entrega de los cargos fijos a los odontólogos o estomatólogos de esa nación que jamás tuvieron ese derecho.

En el estrado presidencial se hallaba Oscar junto a Chávez y otras personas. Fue duro para el camagüeyano, no esperaba hablar a teatro lleno, a propuesta del jefe de la misión, era una transmisión conjunta por todos los canales de televisión.

“Le dijimos lo que había significado para nosotros esa misión y dimos las gracias en nombre del pueblo de Cuba, ratificándole al Comandante Chávez aquella frase de Martí: “Deme Venezuela en que servirla porque ella tiene en nosotros un hijo.

“Realmente dijo: Oscar es Cuba quien tiene en nosotros sus hijos”. Cuando se terminó el acto me dijo: déjame darte un abrazo, lo hizo con esa sencillez que lo caracterizaba. Fue muy emotiva esa ocasión”.

Terminado el acto conversaron largamente. El Líder Bolivariano admiraba y respetaba mucho al pueblo de Cuba.

¿Para Venezuela que constituye la muerte de Chávez?

Fue un duro golpe para Venezuela. Lo primero y más grande que hizo Chávez por Venezuela fue dignificar a Venezuela, dignificó a todo el mundo, desde el niño hasta el adulto, dignificó cada sector de la economía, cada sector poblacional lo dignificó. Fue un duro golpe para el pueblo y para el movimiento revolucionario no solamente en Venezuela, sino de Latinoamérica porque estaba llamado –y de hecho lo fue- el hombre que estaba guiaba y llevaba con pujanza el liderazgo en América Latina y en el mundo.

“No olvido el impacto que tuvo en los países árabes con la OPEP, pero realmente fue un duro golpe. El pueblo demostró dolor en los días que duró el funeral al igual que representantes de países latinoamericanos y de otras regiones del mundo, como de Ucrania e Irán”.

El día 5 de marzo del año pasado, cuando Maduro difunde por Telesur la noticia del deceso de Chávez, Oscar Rivero estaba en su vivienda en Jimaguayú y realmente, así nos pasó a muchos cubanos, no lo queríamos creer.

“Pasaron semanas y semanas para interiorizar que había fallecido este gran líder de Latinoamérica, Fue como si hubiera muerto un familiar, un estado de duelo.

“Nos impactó también. Pude ver en ese momento cuando alguien llegaba a mí y me decía: falleció Chávez y ver lágrimas en esa persona, una mujer de pueblo como lloraba a nuestro amigo Chávez”

Ahora se cumple el primer aniversario de su desaparición física

¿Cuál debe ser la posición de los venezolanos ante la triste realidad de su desaparición física, aunque queda su legado?

“Ese 8 de diciembre cuando él hizo la transmisión por la televisión al pueblo venezolano y de que vendría a Cuba para el tratamiento trazó las líneas a seguir, las estrategias, aseguró que no iba dejar solo al pueblo, que le daba liderazgo a Nicolás Maduro Moros

“El pueblo venezolano en estos momentos debe seguir el legado del Comandante Chávez de unidad popular, esa unidad por la que él luchó, incluso, llamaba a la oposición a conversar, a sentarse en la mesa a dialogar, a buscar una salida pacífica a cualquier conflicto, que lo demostró también con países vecinos como Colombia y en otros países con diferentes problemas. Yo creo que el pueblo de Venezuela tiene que seguir luchando por esa unidad y por ese socialismo del siglo XXI que ideó y que está llevando muy bien Nicolás Maduro”.

¿Para Cuba que significó la muerte de Chávez?

“Viene a mi mente unas palabras del compañero Fidel cuando dijo: ha muerto el mejor amigo de Cuba. Cuando uno interioriza estas palabras, el impacto que tienen estas palabras muchos de nosotros sabemos lo que significa la muerte de un amigo, es casi como un hermano. Tenemos que ser agradecidos y hay un título o una frase de Fidel que dice: “en vez de esperar la gracia de aquellos con los que hemos cumplido nuestro deber internacionalista, debemos decirles a nuestros hermanos: ¡Gracias!.

“Gracias a Chávez, al pueblo venezolano por las muestras inconmensurables de ayuda que nadie puede entender, la ayuda tan solidaria de Chávez quien estuvo pendiente, si lo estuvo en cada sector de Venezuela, lo tuvo en cada sector de nuestra Patria, en cada sector de la economía, del desarrollo económico, de ampliación de los nexos comerciales con Cuba, que Cuba se desarrollara por lo que había significado para América Latina, para él y para el movimiento revolucionario que él lideraba”.

EL TOCAYO DE CHÁVEZ

El estrechón de manos entre Rafael Herranz Rodríguez y Hugo Rafael Chávez Frías trascendió en el Palacio de Miraflores el 26 de Julio del 2004, un día inolvidable para los cubanos.

Rafaelito integraba una avanzada que viajó a Venezuela para crear el programa de alimentos, dirigido a resolver cómo alimentar a la población de bajos ingresos de ese país.

Los cubanos recibieron la convocatoria para una reunión en el teatro Ayacucho, del Palacio de Miraflores, sede de la presidencia venezolana. Inesperadamente ante los ojos de los integrantes de las diferentes misiones apareció Chávez, quien quiso reunirse en un día de honda significación.

“Nos transmitió un mensaje del Comandante en Jefe, el cual nos llenó de alegría. El compromiso fue mucho mayor”, sostiene el actual director general del Grupo Empresarial de Comercio en Camagüey en el curso de la entrevista, a pocos días del primer aniversario de la muerte de Chávez.

“Salimos del Ayacucho y observamos que por el pasillo venía él a saludar a los cubanos. Le estreché la mano y cuando me pregunta el nombre y de que provincia, me catalogó de su tocayo. Me impresionó el conocimiento de historia que poseía de cada una de las provincias de Cuba, hasta de algunos pelotones, era un hombre excepcional”.

¿La segunda vez?

“Lo vi en varios momentos en actos que participamos en Venezuela, pero estuve cerca nuevamente el 22 de marzo de 2011 cuando retorno a la misión y se efectuó allá en el Hotel Caracas la oncena comisión mixta Cuba-Venezuela.

“Vuelvo a saludarlo y entonces el viaja a Cuba para el tratamiento médico”.

¿A tu juicio cuáles son los rasgos que caracterizaban a Chávez desde el punto de vista de su modestia, sencillez y en su relación con la gente?

“Era una persona de pueblo, no era capaz de imaginármelo por su modestia, sencillez, un hombre de pueblo, de un carisma excepcional, muy jaranero, muy jocoso, muy conversador con las personas, con un conocimiento y una inteligencia sobre cualquier de los temas que se hablara, un hombre que se veía con preparación de cada uno de los temas, tanto de la economía como del impacto social en todos estos programas de la salud, la educación, la alimentación, es algo impresionante”.

De ahí que nosotros sintamos el orgullo de que fue el Comandante en Jefe quien descubrió a Chávez y aún sin estar en el cargo de presidente lo invitó a Cuba

“Lógico por ser un patriota de verdad, un gran revolucionario y yo puedo decirte que tuve esa oportunidad de verlo en varios momentos cerca, era un hombre de pueblo, que realmente sentía por el pueblo, sobre todo, por los niños. Cada vez que llegaba a un lugar a un acto cargaba a los niños, los acariciaba, le dedicaba un canto, eso lo veíamos, lo improvisaba, le salía del corazón”.

El 5 de marzo del 2013 cuando se informa de la muerte de Chávez, Rafael Herranz se encontraba reunido con el consejo de dirección del Grupo Empresarial valorando algunos temas y de momento la secretaria llegó y todos quedaron sorprendidos con la noticia, aunque de primera instancia el director del grupo se confundió por el apellido con un santiaguero amigo suyo.

“Salimos todos del salón corriendo hacia la puerta y nos concentramos en el puesto de dirección, Maduro estaba dando la noticia y explicando otros detalles; ese fue un golpe para todos los cubanos, sobre todo, en lo personal, lo sentí como si fuera mi padre o un familiar bien allegado”.

¿Cuál considera que deba de ser la actitud de los venezolanos ante la pérdida física de él?

“El respaldo a la Revolución Bolivariana, seguir materializando los programas y los proyectos que dejó encaminado y escrito, es como único se puede mantener en la memoria que es ser fiel a los principios que enseñó y con los que condujo a ese pueblo”.

En la oficina de Rafaelito se observa una foto al lado de Chávez y en su casa conserva otras como una reliquia, según él “por el valor sentimental como revolucionario y de conocer a esa persona, a ese líder indiscutible”.



 
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