Eduardo Palomares Calderón
SANTIAGO DE CUBA.— El compromiso de no defraudar jamás la confianza depositada por Fidel y Raúl en las mujeres cubanas, fue reiterado por Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, en ocasión del aniversario 53 de la organización femenina fundada por la inolvidable Vilma Espín Guillois.
Teresa Amarelle Boué (a la derecha), secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), entrega a Surina Acosta Brook, secretaria provincial de la Organización, un diploma de reconocimiento a las federadas santiagueras.
A la heroína de la lucha clandestina y guerrillera estuvo dedicado el primer homenaje de la jornada, al depositarse temprano en la mañana ante la piedra-monumento que atesora sus cenizas, en el mausoleo de los héroes y mártires del Segundo Frente Oriental Frank País, una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba, y en especial de sus abnegadas mujeres.
Fruto de la ardua labor que desplegara su eterna presidenta, la organización arribó a la fecha con las mujeres representadas en el 48 % de la fuerza laboral del país, y dentro de ella el 66 % del personal técnico y profesional, el 48 % de los investigadores y el 46 % de los cuadros con que cuenta la nación en los más diversos sectores.
En consecuencia, al intervenir en el acto nacional efectuado en la intersección santiaguera de Carretera del Morro y Gasómetro, la joven Susana Cabrera, precandidata a delegada al 9no. Congreso de la FMC, patentizó la determinación de las nuevas generaciones de defender estas conquistas.
Ante las federadas congregadas en ese sitio, donde hace 30 años Vilma Espín proclamara que las mujeres estarán siempre firmes en cualquier frente que la Revolución les asigne, la Secretaria General de la FMC entregó a Surina Acosta, máxima dirigente femenina santiaguera, el reconocimiento del Secretariado Nacional a los resultados de la provincia.
En las palabras centrales, Teresa Amarelle destacó el legado de Vilma en el empeño cotidiano por perfeccionar la labor de orientación y preparación de la familia, el trabajo educativo y de atención social destinado a reforzar valores patrióticos y ético-morales y el enfrentamiento a las manifestaciones de indisciplina social.
Junto a ello, resaltó que en el proceso hacia la celebración del 9no. Congreso, en marzo del 2014, el completamiento de las estructuras de base con miles de compañeras, entre las cuales el 35 % son jóvenes, garantiza desde la base el fortalecimiento reclamado en la organización por las transformaciones que tienen lugar en el país.
Inspirada en sus tradiciones históricas, Santiago de Cuba mereció la celebración por el cumplimiento de las tareas relacionadas con el Congreso de la organización y la firme respuesta dada por sus mujeres —que como señalara Raúl el 26 de Julio, fueron las más afectadas— a los daños ocasionados por el huracán Sandy.