“Esta figura se utiliza por vez primera en el sector azucarero. El contrato está firmado por 15 años, hasta el 2017, y considera unos 120 millones de dólares. El objetivo es fundamentalmente, transferir tecnología. O sea, los brasileños traerán al 5 de Septiembre la técnica que han desarrollado en sus centrales, pertenecientes a la compañía Odebrecht Agroindustrial, la cual administra nueve ingenios en el gigante sudamericano.
“Hay otra concepción importante: ellos nos han estado insistiendo en que el central debe convertirse en una fábrica de generación de energía, bajo las razones siguientes: azúcar como energía en forma de alimento; electricidad directa al Sistema Electroenergético Nacional, y en la última etapa, si se aprueba por la parte cubana, aportar la miel final para producir alcohol”, apuntó.
El especialista explicó que la energía que se obtiene con biomasa cañera es muy limpia, porque la cantidad de gases dañinos emitidos a la atmósfera es menor que los absorbidos por las plantaciones.
“Estamos refiriéndonos a una planta que en lugar de quemar petróleo, utiliza bagazo, madera… Por tanto, habrá una inversión fuerte en las calderas; la otra será en la agricultura, pues lo principal es la caña”, agregó.
Tras afirmar que hoy el 5 de Septiembre es una unidad empresarial de base (UEB) que incluye el agro y la industria, subrayó que “las metas son muy ambiciosas”, y explicó que están previstas dos etapas básicas de desarrollo.
“La primera debe cerrar en el 2017 y tiene el propósito esencial de llevar al central a su capacidad de diseño, y la segunda buscará alcanzar la máxima capacidad posible desde el punto de vista tecnológico y producir no menos de 150 mil toneladas de azúcar, en el 2021, con un millón y medio de toneladas de caña propia, cultivadas y cosechadas en unas 28 mil hectáreas en zonas cercanas al ingenio, con un rendimiento industrial alrededor del 10 % por tonelada de caña procesada”.
“En su mejor momento durante los últimos cinco años —indicó el directivo—, este central produjo 28 mil toneladas y en la actual zafra debe llegar a 40 mil, pero moliendo mucha materia prima de la provincia de Matanzas”.
Al referirse a los retos principales, señaló: “Hay uno muy importante, que no es solo de los brasileños, sino también de nosotros: si vamos a montar una planta bioeléctrica, que generará continuamente, hacer una zafra de 150 días es una lástima. La idea es generar durante no menos de 200 días. Odebrecht Agroindustrial, con nueve centrales en Brasil, produce el equivalente al 30 % de la energía que consume Cuba actualmente”.
Sobre las expectativas que crea el contrato, expresó: “Son grandes, no solo aquí, sino en todos los ingenios del país. Este proyecto concibe un programa integrado de gestión, sobre las normas ISO 9 000, 14 000 y 18 000, y otro denominado de energía social, para hacer sustentable la vida de los trabajadores y de sus familiares en las comunidades cercanas.
“Hay proyectos de mejoramiento de las condiciones de vida y medio ambientales. Hemos dado conferencias en las escuelas y en los tecnológicos que nos rodean. Queremos establecer un centro de capacitación para toda la provincia y una unidad docente de la Universidad de Cienfuegos, porque por ejemplo, los estudiantes de Agronomía podrán ver por primera vez cómo se prepara la tierra con GPS, curvas de nivel, un sistema de preparación profunda y equipos muy modernos. Las calderas que montaremos serán las únicas de su tipo en el país. Será una oportunidad que los especialistas y técnicos no pueden desaprovechar. La idea básica es multiplicar el conocimiento, la experiencia”, aseveró.
Con evidente motivación, el ingeniero Sarría significó: “El encanto de este proyecto no radica en lo que los brasileños puedan enseñarnos, sino en el compromiso que tenemos no solo con el Estado, sino también con todos los cubanos, porque la historia de este país tiene raíces en la caña y el azúcar. Ellas forman parte de nuestra idiosincrasia. No podemos ver este contrato como un negocio más”.
Odebrecht Agroindustrial
Actúa en la producción y comercialización de etanol y azúcar, productos destinados a los mercados brasileño e internacional, y de energía eléctrica a partir de biomasa. La empresa ya invirtió más de 4 mil 400 millones de dólares en nueve unidades agroindustriales ubicadas en cuatro estados brasileños: São Paulo, Goiás, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. Juntas, poseen una capacidad instalada para la molienda de 40 millones de toneladas de caña de azúcar y producen 3 mil millones de litros de etanol, 700 mil toneladas de azúcar y 2 mil 700 GWh de energía eléctrica. (Tomado de www.odebrecht.com)