Foto: Kaloian.
Las cholas, esas mujeres andinas, de largas trensas, que se visten con pollera (sayas), botas o sandalias, blusa de encaje, bombín y sobre sus espaldas pueden llevar todo tipo de cargas (especialmente a su hijo/a) en multicolores telas, son un ejemplo espontáneo de resistencia cultural.
Según el historiador Antonio Paredes Candia, en su libro La Chola Boliviana, el origen del nombre “procede del español chulo: palabra que identifica al encargado de entretener a los toros, dentro de las corridas, cuando el torero cambia de capa”.
Hasta hace unas décadas estas mujeres eran marginadas en Bolivia por las clases dominantes. Eran fustigadas; para entrar a las oficinas públicas –en el caso que las dejaran ingresar– debían quitarse el sombrero y agachar la cabeza; no podían acceder, por ejemplo, a los hoteles o a la universidad; y mucho menos ocupar algún cargo gubernamental. Al parecer, estaban destinadas solo a servir a las familias pudientes y oligarcas. Pero las cholitas, a pesar de la discriminación, resistieron y mantuvieron sus hábitos con gracia.
La historia fue cambiando cuando la artesana Remedios Loza se convirtió en la primera chola que condujo programas de radio y televisión. Desde los medios defendió y abogó por los derechos de las mujeres como ella. Tanta fue la aceptación en el público, que llegó a tener la mayor sintonía radial y televisiva en las décadas de 1980 y 1990. Luego, Comadre Remedios, contra viento y marea, comenzó a labrar una carrera política que la llevó a integrar el parlamento boliviano.
Es en el año 2006 cuando, con mayor fuerza, la mujer indígena –como toda la cultura originaria–, fue reinvindicada. Evo Morales: por primera vez en la historia un indígena asumía la presidencia del país. Desde entonces hay cholas ministras, gobernadoras, juezas, senadoras y diputadas.
Se dice que solo en La Paz las cholas manejan el sesenta por ciento de los locales de comida, las ferias agrícolas o los puestos callejeros. Foto: Kaloian.
Aún hoy para las clases oligarcas el término “chola” es algo peyorativo. Foto: Kaloian.
En la indumentaria de las Cholas llama la atención el bombín, sombre exclusivo para varones en el resto del mundo pero que, en Bolivia, se lo apropiaron las mujeres. Foto: Kaloian.
Las cholas. Foto: Kaloian.
Cholas bolivianas. Foto: Kaloian.
Las cholas. Foto: Kaloian.
Mujeres andinas, de largas trensas, que se visten con pollera (sayas), botas o sandalias, blusa de encaje, bombín y sobre sus espaldas pueden llevar todo tipo de cargas. Foto: Kaloian.
Las cholas: ejemplo espontáneo de resistencia cultural. Foto: Kaloian.