Una mano oculta que une a la derecha extrema por todas partes acaba de coordinar un  encuentro “casual” entre la disidente cubana Bertha Soler y la diputada opositora de Venezuela María Corina Machado en el aeropuerto de Miami. Lo de casualidad yo no me lo creo ni de lejos, pero algunos “místicos de la derecha” deben haberse entusiasmado con este encuentro “milagroso” tan cerca de la casa del amo (los patrocinadores). Ambas con camisas blancas y frente a las cámaras se apoyaron mutuamente .

Bertha dijo literalmente:  Dios nos cría, y dios nos une. Esto ha sido una casualidad de dios. Realmente…no injerencia cubana en Venezuela…¡Fuera los cubanos de Venezuela!

Yo diría: El dinero los cría y el dinero los une.

Eso de involucrar a Dios es pura blasfemia teniendo en cuenta la baja moral de una ideologia que promueve el odio y el rencor.

Parece mentira que esta cubana no descubriera “lo malo que era el comunismo en Cuba antes de la caída del muro de Berlín”, pues según lei nació en 1964 y tuvo bastante tiempo. Que yo sepa cuando existía la Unión Soviética todos estos “disidentes” andaban calladitos por el mismo país que ahora cuestionan. Comprendo que por aquellos días no existían las dificultades económicas que ahora enfrenta Cuba, y que ser disidente en Cuba puede ser un gran negocio ahora, sobre todo cuando nadie va a la cárcel en Cuba por hablar sandeces, además de los tantos paseos por el mundo, y honores de la prensa en Miami facilitados por la reforma migratoria en Cuba que permite a los “perseguidos políticos” salir y entrar al país sin problemas.

Bertha dijo una vez que la Cuba antes del 59 era una joya de oro, pero ella nació mucho después, así que asumo que lo estudio por ahí, o le creyó a los batistianos, pero el caso es que cuando Batista estaba en el poder, en Miami ya vivían algunos exiliados que sabían que con solo regresar a la isla, su vida no valía un centavo, pues lo batistianos si hacían ejecuciones extrajudiciales.

¿No tiene miedo regresar Bertha a Cuba después de clamar por la destrucción del estado cubano? Nooo…claro que no. Ella sabe que todo esto es un juego para engañar a sus patrocinadores. Sobre la diputada venezolana creo que ya se sabe que su discurso roza el fascismo, y desarrolla una campaña llena de odio hacia los cubanos a los cuales culpa de todos los males reales e imaginarios de Venezuela, así que la veremos encontrándose “casualmente” con muchos más cubanos de la extrema derecha en Miami.

Parece ser que la opositora venezolana fue aconsejada de venir por Miami a tomarse fotos con cubanos, para disimular su discurso xenófobo de odio a Cuba, condenado por todos los venezolanos decentes.