Yo pido todos los días que el tiempo no me robe la infancia. Que la premura de crecer y dejar atrás las vergüenzas de la edad, no me permita echar de lado los buenos recuerdos de mis días de uniforme.
Ya que no me quedan minutos para jugar al pon o saltar la suiza; ahora que casi olvido como tirar los yaquis y me agarra la nostalgia de forrar libretas, cada jornada comienza con el firme propósito de no perder la espontaneidad para enfrentarme a la vida.
Ahora que simulo ser grande, espero que entre las responsabilidades y la interpretación de roles, no se me olvide preguntarlo todo, buscarles formas a las nubes, echar perfume en las plantas de mis pies, pegar calcomanías en mis agendas, enamorarme con papelitos…
Camino a la escuela. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Saludando la bandera. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Receso. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Competencia de lectura. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Agujero en la sonrisa. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Trabajando en el huerto. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Receso. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Receso. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.