Ya se canceló la alerta de tsunami para todo el territorio de Chile después del terremoto de 8.2 grados de magnitud que dejó al menos seis muertos según las últimas informaciones y casi un millón de evacuados que pasaron a noche a la intemperie empezó a regresar a sus casas.
En un reporte el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, aseguró la cancelación “en todo el país de la alarma de tsunami”. No obstante, llamó a mantener precauciones durante las próximas horas porque “se estiman variaciones de 0.3 metros y hasta un metro sobre el nivel medio del mar para Arica, Pisagua, Iquique, Patache, Tocopilla y Mejillones”.
En un principio la alerta abarcaba a todo Chile, pero las autoridades la restringieron después a las zonas más afectadas en el norte.
Más de 900 000 personas que evacuaron las costas del país -unos 4 329 kilómetros – empezaban a volver a sus casas hoy, después de pasar más de ocho horas a la intemperie en plena noche.
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, a unos 89 kilómetros al suroeste de Cuya, en Iquique, con una profundidad de 38.9 kilómetros, según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
ZONA DE CATÁSTROFE
Honduras y Perú también emitieron alertas de tsunami la noche del martes. Nicaragua activó la vigilancia, mientras que Ecuador decretó la alerta roja en el archipiélago de Galápagos, a 1 000 kilómetros del continente, y la amarilla en la costa del país.
La minera estatal chilena Codelco, mayor productora mundial de cobre, informó que debió evacuar una parte de sus instalaciones costeras, aunque de momento ninguna sufrió daños.
La región fue declarada zona de catástrofe por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien se aprestaba a viajar este miércoles para supervisar que se tomen las medidas adecuadas.
El “balance total de los daños se dará cuando se puedan recorrer de día las zonas afectadas“, señaló la presidenta.
Bachelet tomó inmediatamente la decisión de enviar a las Fuerzas Armadas a la zona afectada para hacerse cargo del orden y la seguridad, y evitar así posibles saqueos, como ocurrió tras el terremoto de 2010.
Ese año, Chile, el mayor productor de cobre del mundo, sufrió un sismo de 8,8 de magnitud y un tsunami en el centro-sur del país que dejó un saldo de más de 500 muertos, daños en infraestructura por unos 30 000 millones de dólares y escenas de caos con días de saqueos.
En esa ocasión, el gobierno de Bachelet, durante su primer mandato, descartó una alerta de tsunami por informes técnicos erróneos, tras lo cual, muchas personas regresaron a zonas bajas y fallecieron arrastradas por las olas.
OLAS DE MÁS DE DOS METROS
Hasta ahora se han registrado 17 réplicas menores y las autoridades advirtieron sobre otras “por varios días”.
El terremoto “no ha liberado totalmente la energía, (acumulada en esta zona), quedan algunas zonas por activarse. Tenemos que estudiar bien la zona de ruptura”, dijo Sergio Barrientos, Director Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
Las primeras olas del tsunami alcanzaron una altura máxima de 2.26 metros en la localidad de Pisagua, casi 2 000 km al norte de Santiago, mientras que en Iquique, la ola alcanzó el nivel de un metro, y no causó grandes daños. Se espera la llegada de más olas en las próximas horas.
El sismo causó daños en la torre de control del aeropuerto de Iquique, y los vuelos a las tres capitales del norte, Antofagasta, Iquique y Arica, fueron cancelados. También hubo derrumbes en la carretera que conecta Iquique con el resto del país, y cortes de luz en Arica.
Sin embargo, los servicios básicos de comunicación y agua potable no sufrieron daños.
El ministro del Interior informó que unas 300 presas se fugaron de una cárcel en Iquique, en medio del terremoto. De ellas, 39 ya han sido encontradas.
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, y hace años que los sismólogos advertían sobre un eventual sismo en la zona norte del país, debido a la acumulación de energía durante mucho tiempo que no se había liberado.
RESPUESTA EJEMPLAR DEL PUEBLO Y LAS AUTORIDADES
Michelle Bachelet destacó hoy la respuesta ejemplar de autoridades y población tras el sismo ocurrido la víspera frente a las costas del norte de este país.
La mandataria afirmó que esta tarea titánica se ha enfrentado de “una manera ejemplar, se ha dado respuesta a un terremoto y un tsunami”, luego de agradecer el trabajo conjunto de las autoridades en la zona más afectada.
En Iquique, ciudad del norte, Bachelet -quien accedió por segunda vez a la Presidencia de Chile el pasado 11 de marzo- señaló que los chilenos han vivido una difícil situación desde mediados del mes anterior debido a la sucesión de sismos de baja y media intensidades.
“El Gobierno está para apoyarlos“, aseguró la gobernante, que a continuación reconoció “el temple que ariqueños e iquiqueños demostraron al país. Nos han dado un ejemplo”, añadió.
De acuerdo con la inquilina de La Moneda, se iniciaron ya los trabajos de diagnóstico de daños a fin de “garantizar un regreso a la normalidad seguro”.
Precisó que se sobrevolará la zona norteña del país para identificar los puntos más afectados en materia de obras públicas, vivienda y salud.
“Hay situaciones que se pueden resolver hoy día y otras que requerirán más tiempo”, sostuvo.
Por lo pronto, Bachelet indicó que el Ejército habilitará un hospital de campaña en Iquique.
A su vez, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aseveró mediante Twitter que se cuenta con los recursos para enfrentar emergencias de esta índole.
LO PEOR ESTÁ POR VENIR
Varios expertos opinan que, tras este terremoto, lo peor está por venir.
Mario Pardo, sismólogo de la Universidad de Chile, declaró a Chilevisión que, aunque es poco probable, no se puede descartar una réplica mayor.
Recordó que lo ocurrido en 1960 en la ciudad de Valdivia, cuando un terremoto de ocho grados afectó la localidad el 21 de mayo y al día siguiente se registró otro de 9,5 grados.
El geógrafo Marcelo Lagos, citado por el canal NTV, destacó que “esta zona tiene características que podrían incurrir en uno más grande”.
Lagos estimó que el movimiento telúrico que sacudió anoche el norte del país “puede ser el fin de un proceso o el comienzo de este” porque es un sismo grande pero es parte de la secuencia esperada.
Este no es el gran evento esperado. Quedan cuatro metros de desplazamiento que en términos estrictos y en una forma muy bruta de decirlo, equivale a un terremoto de la misma magnitud, subrayó Arturo Belmonte, de la Universidad de Concepción en diálogo con el diario La Cuarta.
En similar sentido se pronunció Klaus Bataille, sismólogo y profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Concepción.
No es imposible, existe la posibilidad de que ocurra otro sismo grande o de igual característica que el de anoche, manifestó el experto.
Sin embargo, el director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, descartó una escena catastrofista.
“Había varios escenarios posibles y todavía los hay. Uno de los escenarios que se manejaba era que toda la zona que está catalogada como de una brecha sísmica se activase en un solo terremoto. Esto ya no ocurrió”, comentó Barrientos a Radio Cooperativa.
No sabemos cuándo, pero el escenario de un gran terremoto ahora ya ha quedado probablemente distribuido en tres de menor magnitud, explicó.
En los próximos días debemos determinar exactamente cuál es la zona activada, pero además tenemos que observar y tomar medida de algunos elementos en la corteza para saber cuánto se desplazó y se deformó, apuntó.
El Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile informó que en las últimas horas se produjeron unas 60 réplicas, 11 de ellas mayores de cinco grados.
El sismo, ocurrido a las 23:46 GMT de este martes, tuvo su epicentro bajo el mar, al suroeste de la ciudad de Iquique y a unos mil 850 kilómetros de esta capital.
(Con información de AFP, Prensa Latina y EFE)