Según la versión conspirativa, los malhechores que desviaron el Boeing tenían como objetivo secuestrar a veinte empleados de la empresa estadounidense Freescale que viajaban a bordo de la aeronave. La compañía se dedica a elaborar armas secretas.
Los adeptos de la teoría sospechan que el avión se encuentra en la base militar estadounidense en la isla Diego García, situada en el archipiélago Chagos, a quinientos kilómetros al sur de las Maldivas. Se basan en hecho de que el mapa del aeródromo estaba cargado a un simulador del piloto del avión.
También afirman que los expertos de Freescale trabajarán en el laboratorio militar secreto mientras que el resto de los pasajeros acabarán en la prisión local.
Sin embargo, la hipótesis parece poco probable ya que el “gran descubrimiento de Freescale” consiste en un microchip que no tiene nada que ver con las tecnologías militares. Además, los veinte empleados que estaban a bordo no participaron en la elaboración de esta innovación. RIAN
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