La escuela Sierra Maestra, que reúne a 143 menores con ese tipo de discapacidad en el capitalino municipio de Plaza de la Revolución, posee ya décadas de experiencia en la integración social de sus alumnos.
Pilar Medina, directora del centro, explicó que a partir de los 12 años a los estudiantes se les imparten talleres docentes, don-de reciben conocimientos de jardinería, artesanía, técnicas básicas agropecuarias, reparaciones constructivas o de mobiliario, peluquería y confecciones textiles.
Al cumplir los 18 egresan y van a adiestrarse durante tres años en el centro de trabajo bajo la supervisión del tutor y un maestro de la escuela que le hace el seguimiento quincenal o mensual, abundó.
Medina subrayó que existen formas graves y severas del retraso mental, pero en los casos moderados y con buena salud psíquica, los defectólogos luchan por lograr que sean adultos independientes, poseedores de un oficio y capaces de administrar su propio hogar.
Xiomara Ge, profesora de Confección Textil, señaló que el Sistema de Educación Especial incluye entre sus asignaturas Economía Doméstica, para que el estudiante aprenda a hacerse responsable por su casa, e igualmente se enseña a las muchachas a clavetear un mueble, que al varón remendar el pantalón.
"Tienen que rotar por todos los talleres, para así saber cuál oficio les gusta más y es mejor; luego, en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social hacemos el pesquisaje de las necesidades de empleo en la comunidad y les ofertamos una plaza", anotó.
Ge comentó que los jóvenes con retraso mental, si no tienen patologías psiquiátricas, "son por lo general obedientes y aceptan órdenes, además de que están dispuestos a hacer trabajos manuales y agotadores, algo para lo cual pocas personas tienen la voluntad requerida".
Antes de insertar a nuestros muchachos, siempre hacemos una labor de sensibilización con los trabajadores, subrayó, y para que comprendan en qué consiste su discapacidad y no lo traten ni con irrespeto ni condescendencia.
Al respecto, Aida Campos, maestra de Educación Física, destacó que en ocasiones los adultos de la comunidad no siempre reciben favorablemente a los estudiantes de Sierra Maestra en sus paseos por la zona, lo cual indica la necesidad de trabajar en la aceptación de la diversidad.
"Sin embargo, varios de nuestros estudiantes socializan con muchachos a quienes han conocido en su barrio; en tal sentido hemos desarrollado el Proyecto Involúcrate con los trabajadores de las tiendas cercanas, quienes aportan golosinas para muchas de nuestras fiestas", relató.
La directora destacó también que durante la celebración de las Olimpiadas Especiales, los alumnos de este tipo de enseñanza salen del contexto de la escuela y compiten en la Ciudad Deportiva y el complejo de piscinas Camilo Cienfuegos, con la presencia de destacados atletas profesionales.