Hace tres años, en la última jornada de la temporada 2010-2011, River Plate comenzaba ganando a poco de iniciar un partido jugado en su estadio lleno. Mariano Pavone marcaba el 1-0 frente a Belgrano, de Córdoba, pero el juego terminaría 1-1 y el club más ganador de ligas argentinas acabaría bajando de categoría por primera vez en su historia.
Nunca los orgullosos hinchas millonarios hubiesen imaginado semejante humillación. Su paso por el Nacional B (Segunda) duró un año. Este domingo, en la última jornada del Torneo Final 2013/2014, Fernando Cavenaghi, que había regresado a River en 2011 para ayudar en el regreso a Primera, marcó el 1-0 a los nueve minutos ante Quilmes en un repleto Monumental, pero esta vez la historia terminaría bien. El club del barrio porteño de Núñez, uno de los dos más populares de Argentina, descendió a los infiernos, pero al tercer año subió al cielo de su 35° liga.
Con tranquilidad y toques precisos, frente a un rival con pocas pretensiones, River terminó imponiéndose 5-0. Ramón Díaz, histórico goleador del club, condujo al equipo otra vez a la gloria, pero a diferencia de las cinco ligas que anteriormente le había hecho ganar como entrenador (la última en 2002), esta vez River no se caracterizó por tener un once contundente en la ofensiva, aunque en el partido ante Quilmes mostró su mejor versión, como en los viejos tiempos.
A pesar de que este domingo goleó con claridad, en el torneo fue irregular, sumó 11 victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Anotó 28 goles en 19 partidos. Nueve de ellos fueron de Cavenaghi, el exatacante de Mallorca, Villarreal y Pachuca (México). Seis convirtió una de las tres estrellas colombianas que mucho aportaron para este River campeón, el centrocampista Carlos Carbonero, que no jugará el Mundial de Brasil, pero su futuro inmediato estará en algún club europeo. Otro cinco goles fueron de su compatriota Teo Gutiérrez, delantero que está entre los 30 preseleccionados por José Pekerman para jugar la Copa del Mundo. El tercer colombiano de River es el defensa Éder Álvarez Balanta, otro preseleccionado.
El nivel de River 2014 no desentona con una liga que a poco a poco ha ido perdiendo estrellas y que dista de ser aquella de los 90 en las que Díaz entrenaba plantillas campeonas. Lo que no hay dudas es que este River fue el mejor de los 20 de la Primera argentina, de la que bajaron Argentinos Juniors y All Boys y de la que también descenderá el perdedor de un partido desempate entre Colón, de Santa Fe, y Atlético de Rafaela.
El nivel de River Plate en 2014 no desentona con una liga a menos, que a poco a poco ha ido perdiendo estrellas
Desde un inicio del partido de este domingo, River dominó el juego. Buscaba con centros o toques por el medio, como el que combinaron el centrocampista ofensivo Manuel Lanzini, que a sus 21 años fue otro baluarte del club, Gutiérrez y el experimentado Cristian Ledesma, de 35 años, que remantó fuera a los seis minutos. A los nueve, tras un perfecto centro de Leonel Vangioni, Carbonero fusiló de cabeza al portero Walter Benítez, que dio rebote y Cavenaghi no lo perdonó.
A los 24 minutos del primer tiempo se acabó el partido y las ilusiones de los escoltas de River, Estudiantes y Gimnasia, ambos de La Plata. Tras un tiro de esquina, cabecearon dos defensas en el área rival, primero Jonathan Maidana y después Gabriel Mercado, que anotó el 2-0. Fue en la misma semana en que Mercado, a sus 27 años, fue sorpresivamente convocado por Alejandro Sabella entre los 30 preseleccionados de Argentina para el Mundial.
“Sí, sí, señores, yo soy de River, sí, sí, señores, de corazón, porque este año de acá de Núñez salió el nuevo campeón”, volvieron a gritar los hinchas del millonario después de tantos años de frustraciones. Su última liga había sido en 2008, cuando lo dirigía Diego Simeone. El hijo de El Cholo, Gio, es a sus 18 años otro integrante de la plantilla de este River campeón.
El resto del primer tiempo fue aburrido, típico de un juego en el que las cartas ya están echadas. En la segunda etapa, los millonarios decidieron celebrar con todos los gastos incluidos. Y así fue cuando a los 17 Ledesma anotó su primer gol en la historia de River con un soberbio remate desde 35 metros al ángulo de la portería. No pudo más que echarse a llorar. El Lobo Ledesma era otro, al igual que El Torito Cavenaghi, que había sido campeón de liga tres veces con el millonario y que había regresado en 2011 para pelear en Segunda. A los 25, llegó el cuarto gol, de Cavenaghi, tras otra jugada de varios toques, tantos que pueden sorprender en la liga argentina aunque no entre los talentosos jugadores de este país que brillan por todo el mundo. Fue entonces cuando hasta el propio Díaz rompió en llanto. A los 44 fue el tanto de Teo, en un contragolpe.
River volvió a ser River. El club donde brillaron Di Stéfano, Fillol, Passarella, Luque, Tarantini, Kempes, Olarticoechea, Gallego, Houseman, Pumpido, Francescoli, Ruggeri, Caniggia y Ortega volvió a dar la vuelta olímpica en Argentina.