Por Idania Pupo
“La verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave”
José Martí
Una marcada vocación de servicio a la humanidad es el sentimiento que mueve a quienes se dedican a la noble profesión de trabajadores del sector de la medicina. En distintas especialidades: médicos, enfermeros, laboratoristas, técnicos…, son imprescindibles en la sociedad para dotarla de bienestar y felicidad.
Los encargados de restablecer y preservar el más preciado tesoro que posee el hombre: la salud, tienen el privilegio y el compromiso de estar más cerca del ser humano.
Siempre imprescindibles, están con igual utilidad en las salas de hospitales, los dispensarios de policlínicos, consultorios del médicos de la familia, casas maternas y de abuelos, escuelas, fábricas, círculos infantiles, aeropuertos….
Pasan horas y horas junto a los pacientes, lo mismo para ejecutar los tratamientos prescriptos, vigilar sus reacciones, estado y evolución, que para asistir múltiples necesidades del enfermo y sus familiares.
Destacan en la atención a heridos en las guerras, a damnificados en los desastres naturales, a lesionados en accidentes y catástrofes…, mientras mayor es el riesgo y la necesidad, más se crecen. El dolor de otros no les es ajeno.
El personal médico cubano ha demostrado al mundo su esencia internacionalista, cuando miles y miles han llevado la asistencia médica a lo alto del Himalaya, a la selva, a comunidades indígenas, a ciudades y poblaciones, en situaciones de paz o guerra, bajo intenso frío, en tareas de ayuda tras sismos y catástrofes naturales, en cualquier lugar de la geografía que se le necesite.
Cada 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana, para homenajear al sector, coincidiendo con el natalicio del sabio cubano Carlos Juan Finlay y Barrés, nacido en Camagüey, en 1833, quien descubrió del agente transmisor de la fiebre amarilla.
Decididamente no hay obra mayor que la que se involucra con la salud y la vida de las personas, es por eso que quienes ejercen con eficiencia y conciencia las distintas especialidades médicas, están en un escalón alto de la dignidad humana.
Cubadebate brinda su particular homenaje a los trabajadores de la Salud Cubana con este fotorreportaje de una cesárea en el hospital Maternidad Obrera.
Paciente en la sala preparto. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Estabilización de parámetros vitales. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Aplicación de anestesia peridural. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Corte del músculo uterino. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Nacimiento. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Nacimiento. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Corte del cordón umbilical. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Recién nacido. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Profesionales del Salón de Cirugía del hospital Maternidad Obrera. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.