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General: Un tributo pequeño y modesto a la obra de la nación cubana
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 27/02/2014 15:12 |
Un tributo pequeño y modesto a la obra de la nación cubana
Enviado por Pedro Rodriguez Medina el 26/02/2014 a las 09:15 AM
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El Dr. Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana, pronuncia las palabras centrales durante la reapertura del Teatro Martí, en La Habana, Cuba, el 24 de febrero de 2014. AIN FOTO/Roberto MOREJÓN RODRÍGUEZ/
Palabras pronunciadas por Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, en el acto de reinauguración del Teatro Martí, el 24 de febrero de 2014, “Año 56 de la Revolución”
General Presidente Raúl Castro Ruz; Compañero Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros; Compañeros vicepresidentes del Consejo de Estado y de Ministros; Honorable Cuerpo Diplomático; Personalidades del mundo de la Cultura y del Arte; Señoras y señores; Distinguidas amigas y amigos:
Un día como hoy, hace 119 años, comenzaba en toda la Isla el movimiento emancipador, dirigido en cuerpo y alma por José Martí, reconocido por la emigración y por el pueblo como el Apóstol de la independencia de Cuba. Asistido firmemente por los viejos luchadores que no se resignaban a ver la patria despojada de sus derechos, emprendió una lucha que culminaría cuatro años más tarde, en 1899, y que sería una de las gestas más relevantes de la historia del pueblo cubano en su camino hacia la conquista de la libertad y soberanía plenas.
El mismo año de su comienzo, en 1895, el alto precio de aquella lucha arrebató la vida de Martí. Nunca será suficiente el tributo de aquellas, de estas y de las venideras generaciones al hombre que supo unir, inspirar, movilizar y apuntalar la fe de quienes creyeron en la posibilidad soñada y diseñada por él. Le acompañaron viejos soldados y dirigentes de la Revolución gloriosa de 1868, iniciada por el Padre de la Patria y fundador de la nación cubana, Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de Octubre, en su ingenio Demajagua.
En pocos días recordaremos su inmenso sacrificio. Allá en lo alto de la sierra, en un lugar llamado San Lorenzo, ofrendó su vida, sentando las bases, el ejemplo y, al mismo tiempo, la amarga lección de que la desunión solamente haría posponer la posibilidad de alcanzar los magnos objetivos.
En 1884, cuando se inauguró este teatro gracias al noble esfuerzo de un inmigrante español, don Ricardo Irijoa, aún no se había abolido la esclavitud. Esto ocurriría, por Ley de las Cortes, dos años después, en 1886, y fue novedad que este teatro, el cual llevaba el nombre de su inspirador, admitiese la presencia de personas no solamente blancas, sino también mestizas y de color, como se decía entonces. Ellos eran relativamente libres en el seno de aquella sociedad tan compleja, donde ya estaban sentadas las bases de un legado cultural importante, fundamental, que sobreviviría al colapso de la colonia y que alumbraría los próximos años.
El 17 de enero de 1899, ya terminada la guerra emancipadora, se retira el nombre de Irijoa para llamarlo Teatro Martí. Es el momento cuando, en las calles habaneras y otros lugares de Cuba, comienza a rendirse tributo al héroe, al apóstol, al maestro, al poeta, al político, al orador insigne… Fundado en la tradición, el concepto martiano de «patria» había superado la dulce palabra de los poetas, encarnando en el sacrificio de los mártires y protomártires de la causa de la libertad, en la rebelión callada y sufrida de centenares de miles de esclavos, en los patriotas del exilio sumidos en la tristeza de la lejanía, en el silencio de cada hogar…
Ese mismo año, el 24 de febrero de 1899, entraba en La Habana el Ejército Libertador, tratando de consolidar el triunfo que legítimamente había alcanzado. El Generalísimo Máximo Gómez, desde sus bases operativas en el centro del país, había decidido avanzar hacia occidente por el camino central de Cuba e ingresar en la capital. Llegó a La Habana por la Calzada de Jesús del Monte, hoy del Diez de Octubre, y al día siguiente, 25 de febrero, en el palco principal de este teatro, el Generalísimo, rodeado del generalato y demás personalidades que le acogieron, presidió una función de homenaje a la supuesta libertad conquistada.
Un año después, en 1900, en este mismo teatro, se inicia otro acontecimiento que debemos siempre recordar: la celebración de la Asamblea Constituyente. Fue entonces cuando varios de sus miembros se opusieron a la enmienda constitucional que el gobierno de Estados Unidos imponía a la naciente República, invalidando todos sus actos soberanos. Otro grupo, en cambio, se pronunció por aceptarla, sobre la base de que podría derogarse en fecha posterior.
Entre aquellos primeros, los que no se resignaban a dejarse arrebatar de antemano la soberanía conquistada, dos voces fundamentalmente se escucharon en este recinto. Una fue la del exmarqués de Santa Lucía, Salvador Cisneros Betancourt, mayor general del Ejército Libertador y presidente de la República en Armas en su día, el cual se opuso terminantemente a tal apéndice constitucional.
La otra fue de Juan Gualberto Gómez, nacido hijo de esclavos en Sabanilla del Encomendador, en la provincia de Matanzas, en el ingenio Vellocino de Oro. Devenido letrado en Francia, este había servido como traductor del vicepresidente Francisco Vicente Aguilera durante su visita perentoria a ese país en busca de apoyo a la causa de Cuba. Ambos patriotas, Salvador Cisneros Betancourt y Juan Gualberto Gómez, se opusieron rotundamente a la Enmienda Platt; por eso sus nombres resuenan todavía en nuestros oídos.
Otros hechos demuestran cómo en este teatro han marchado al unísono la historia de la cultura y la historia de las reivindicaciones sociales y políticas. Así, en 1891, aquí se reunió la clase obrera con sus dirigentes para celebrar, por vez primera en Cuba, el Primero de Mayo. Al año siguiente, y con el pretexto de que los trabajadores no expresaran en la vía pública sus reivindicaciones, el gobierno autorizó que fuera celebrado en este mismo recinto un segundo acto. A ello súmese que, en vísperas de la Constituyente, Diego Vicente Tejera aprovechó esta misma tribuna para crear el Partido Socialista Cubano. De modo que el año 1899, como decíamos, fue proverbial. Cultura, política y reivindicaciones marchaban juntas.
Al hacer este recuento, casi cinematográfico, nuestra memoria nos lleva al momento de fantasía cuando, en 1897, fue incorporado el invento de los Lumière al programa de este teatro, hasta ese momento consagrado básicamente al repertorio vernáculo. Durante el siglo XX, ya con su nuevo nombre, fue el escenario propicio para desarrollar tres aspectos fundamentales del arte cubano: primero, la tradición musical que se había consagrado y que tenía ahora en Moisés Simons, en Eliseo Grenet, en Jorge Anckerman, en Rodrigo Prats, en los jóvenes Gonzalo Roig o Ernesto Lecuona… sus nuevos y grandes intérpretes y creadores. Al mismo tiempo, el teatro vernáculo y la comedia bufonesca recreaban los temas de la calle, incluyendo la sátira política, en la cual se enfrentaban teatralmente los personajes de la sociedad cubana. Para el de-sarrollo de ese género fueron importantes Alberto Garrido, Carlos Pous, Esperanza Iris, Luz Gil, Blanca Becerra, Candita Quintana, José Sanabria, Aníbal de Mar, Mimí Cal, el gallego Otero, Alicia Rico… y, un poco antes, la bella Chelito, recordada siempre en La Habana. Más cerca de nosotros, como hemos visto en las imágenes proyectadas, tenemos el perfil de Rita Montaner, llamada con razón «La única», distinguiéndola entre los grandes artistas cubanos de todos los tiempos. Aquí se estrenaron, entre otras, las obras emblemáticas: Cecilia Valdés; La perla del Caribe; Rosa la China; Amalia Batista; María Belén Chacón… También este escenario fue cuna de nuevos actores y actrices: Esther Borja, Bola de Nieve, el maestro Luis Carbonell, Rosita Fornés, Orlando de la Rosa, René Cabel…
Directores de gran envergadura jalonaron la historia de este teatro, desde toda una familia Robreño hasta mi inolvidable amigo Enrique Núñez Rodríguez. Con ellos, en medio de un teatro destruido y condenado a desaparecer, celebramos aquí, entre ruinas, el primer centenario en 1984. Enrique, a quien recuerdo en nuestro último diálogo, ya enfermo, me dijo que quizás le sobreviviría Robreño, que no era inmortal, pero era «inmorible». Por eso, estaría seguramente el día que habría de llegar. Ese día es este, y, aunque ninguno de los dos está físicamente, ya forman parte de la gloriosa cultura de nuestra patria. He querido mencionar especialmente sus nombres; sus espíritus nos acompañan.
La reinauguración del teatro es un tributo pequeño y modesto a la obra de la nación cubana. Agradezco al líder histórico de la Revolución, quien tuvo la visión, en aquel memorable Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, de plantear resueltamente que la cultura era lo primero que teníamos que salvar. Y lo cierto es que la cultura ha marchado siempre paralela al gran desafío histórico que supone la nación, su vida, sus propósitos, sus sueños, sus esperanzas actuales y futuras.
A nuestro General Presidente, mi especial y sentida gratitud. Usted bien sabe el sacrificio que la nación hace para poder realizar tales cosas. En torno a este mismo teatro, otras numerosas obras manifiestan claramente ese espíritu y esa voluntad. Se levanta el Capitolio Nacional, símbolo de toda una historia del país, futura sede de nuestra Asamblea Nacional, con los hemiciclos para sus propias sesiones y las del Consejo de Estado. No lejos, también se restaura el Gran Teatro, conocido como la Taza de Oro, y otros notables edificios del área van recuperando su valor patrimonial. Con esto la nación agradece que la Isla tenga inscritos en el índice del Patrimonio Mundial numerosos sitios históricos, al mismo tiempo que estimula la conservación de sus espacios naturales, contribuyendo todo ello a la exaltación de la educación, la dignidad nacional y el espíritu radiante e invencible de Cuba.
¡Gracias a nuestra patria por este día!
Agradezco, sentidamente, a todos. Los colaboradores míos han recibido esta mañana mis excusas por no mencionar sus nombres; los abnegados trabajadores que durante largos años lucharon por el teatro. Cuando se detuvo la obra, poco antes de 1983, nos parecía imposible. Cuando poco después fue recomenzada, nos sentíamos igual, ya que el tiempo parecía consumar su obra destructora. Sin embargo, otra vez retomado el proyecto, poco antes del año 2000, a partir de entonces la fe no decayó: piedra a piedra, luceta a luceta, detalle a detalle… se trabajó hasta conseguirlo. Este es el fruto del amor infinito de los trabajadores que lucharon por el teatro.
Agradezco a la digna trabajadora que ha sido la maestra de obras. Agradezco a los inversionistas, a los arquitectos, a los técnicos de proyectos, a sus ejecutores… Agradezco a los restauradores de todas las artes, a los jóvenes, ellas y ellos, de la Escuela Taller Melchor Gaspar de Jovellanos, que no solo contribuyeron decididamente a la parte decorativa, sino que prestaron su empeño a restaurar la escuela vecina, la escuela Doña Concepción Arenal. Agradezco al Ministerio de Cultura y, en particular, a la Dirección de las Artes Escénicas por haber puesto a disposición de la Oficina del Historiador y a su Dirección de Patrimonio Cultural todo lo necesario para lograr la consumación de este empeño.
Y, finalmente, permítanme dedicarlo a la memoria de Eduardo y de Enrique, mis dos amigos queridos. Ellos, como dije hace un momento, están con nosotros y gozan de este momento tan importante en la persona de sus hijos, nietos y demás familiares. Agradezco también a dos grandes artistas cubanos, a Rosa Fornés y al maestro Luis Carbonell. Agradezco profundamente a Zoila Salomón, la viuda de Gonzalo Roig, el maestro que un día, inspirado en las calles de La Habana, estrenó en este teatro su obra inmortal Cecilia Valdés.
Muchas gracias.
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Cuba: Presentada primera Gran Reserva de habanos Partagás
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Diez años de Arte en Casa (+ Fotos)
Yasser Cardosa, gerente general de Comercial LAUROS. Foto: Roberto Chile.
Yaser Cardosa, gerente general de Comercial Lauros, división importadora de ARTEX, explica sobre el surgimiento -no sin contratiempos- del proyecto Arte en Casa y las nuevas tendencias que lo conforman. Tras diez años de fecundo quehacer, en el presente el proyecto abarca una amplia gama de productos con creaciones de pintores cubanos de diferentes generaciones y estilos. El camino recorrido no ha sido fácil, pero la vida se impuso y ahí, palpable, está la obra: ventana abierta al arte de la Isla.
¿Cómo surge Arte en Casa?
Arte en casa nació en el año 2003. Su antecedente fue la línea de confecciones, también nuestra, Natural Cuba, la cual surgió dos años antes inspirada en el propio concepto: reproducir el arte cubano contemporáneo en las confecciones juveniles. Arte en Casa, sin embargo, desde sus inicios cobró una visión más abarcadora, pues su espectro se amplió al llevar la obra de nuestros artistas a una gama mucho más amplia de productos, en este caso utilitarios y decorativos, en un espectro antes inimaginable. Así aparecieron platos, abanicos, rompecabezas, y algunos otros productos estampados con las creaciones de afamados pintores cubanos de diversas generaciones. Surgió así Arte en Casa, suerte de ventana abierta al arte cubano.
¿Cómo fueron los inicios y el desarrollo ulterior del proyecto?
El inicio fue complejo, lleno de obstáculos y dificultades. Por una parte, porque ni siquiera nuestra propia institución estaba convencida del alcance y posibilidades del proyecto. Un proyecto riesgoso, entre otras cosas, por su originalidad. En segundo lugar, algunas instituciones se resistieron, entre ellas, el Museo Nacional de Bellas Artes, hasta que después de palpar el desarrollo de la producción y su alcance estético y artístico, decidió involucrarse enriqueciendo con su patrimonio el proyecto en ciernes. Incluso, algunos artistas, tal vez por desconocimiento, no tomaron en serio la propuesta, pero al ver los resultados de los más arriesgados, la hicieron suya y se sumaron. Afortunadamente, hubo quienes creyeron desde el primer momento en la iniciativa y brindaron su apoyo. Liván Figueroa, entonces director del Taller de Serigrafía René Portocarrero, fue nuestro primer aliado, gracias a él y a otros como él, pudimos despegar.
¿Qué aconteció con el tiempo?
Cuando aparecieron los primeros productos en el mercado, Abel Prieto, entonces Ministro de Cultura, usó su poder de convocatoria y sumó a la expedición a importantes artistas, quienes dieron el impulso determinante a la iniciativa. Así se fue consolidando un equipo multidisciplinario de trabajo. Con el tiempo, se fue ajustando y a la vez, enriqueciendo la selección de creadores, obras y productos, para dar mayor consistencia a la producción, en cuanto a la calidad de las obras, los diseños, y a la coherencia entre la imagen y el producto base, lo cual se prestigió con la incorporación de obras patrimoniales del Museo Nacional de Bellas Artes y la participación de artistas contemporáneos cubanos reconocidos nacional e internacionalmente.
Unido a ello, nuestros proveedores se adaptaron a los requerimientos del mercado, para lo cual se crearon establecimientos de venta apropiados. También se diseñaron campañas promocionales y acciones publicitarias, y con el apoyo de la prensa escrita, la radio y la televisión, se logró la consolidación comercial y el crecimiento que hasta el momento hemos alcanzado.
¿Cuál es tu valoración de Arte en Casa a diez años de fundado?
Arte en Casa, en sus primeros diez años, se enorgullece de haber aplicado la obra de más de cien artistas cubanos en una gama que supera los quinientos productos variados.
Hemos conquistado la aceptación y el reconocimiento de la población, artistas e instituciones culturales y comerciales, presentes a lo largo y ancho del país, y nos hemos convertido en una línea exportable abierta a nuevas propuestas e iniciativas. Contamos con tiendas especializadas en toda Cuba, las más reciente, la del bello complejo cultural El Sauce, y somos, sin dudas, un camino para llevar el arte a nuestros hogares, promocionar a nóveles y reconocidos artistas, y traspolar el arte y la cultura a nuestro pueblo de manera original y utilitaria. Es reconfortante ver en nuestras calles la obra de nuestros mejores artistas en sombrillas y abanicos, los hogares cubanos decorados con cortinas, vajillas y otros utensilios, y degustar el buen café cubano en una taza estampada con la Gitana tropical de Víctor Manuel o la obra de algún artista contemporáneo. Lo que hace diez años era apenas un sueño, hoy en día es tangible realidad. Somos el regalo por excelencia, estamos presentes en toda Cuba.
Epílogo
Cuando Yasser me convocó a realizar un audiovisual para conmemorar los primeros diez años del proyecto Arte en Casa, lo primero que hice fue entrevistar a algunos de los artistas cubanos sumados a la idea desde sus inicios.
La pregunta esencial fue: ¿Qué es arte en Casa?
Estas fueron las respuestas:
Carlos Guzmán: Amor
Arturo Montoto: La casa en el arte.
Yasbel Pérez: Tener el placer de llegar a muchas personas mezclando el arte con lo útil.
Roberto Fabelo: Es una contribución al embellecimiento de la vida de la gente.
José Miguel Pérez: El buen gusto del diseño cubano.
Esteban Machado: Cubanía, insularidad.
Alfredo Sosabravo: Arte y amor para todos.
Ileana Mulet: Arte en Casa une lo útil con lo bello.
Flora Fong: Y de verdad, llegó para quedarse.
En fin, a diez años de haber surgido, Arte en Casa es vehículo para situar el quehacer artístico cubano en cualquier hogar o rincón a lo largo y ancho del país.
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Píldora de insulina podría cambiar la vida de millones de diabéticos
Foto: Amazings / NCYT / JMC.
Un grupo de científicos de la India han desarrollado píldoras de insulina que podrían reemplazar las inyecciones para las personas que sufren de diabetes.
La pastilla, buscada desde hace mucho tiempo, podría revolucionar la forma de tratamiento de millones de diabéticos al sustituir las inyecciones por píldoras, informan medios indios.
En los experimentos en ratones llevados a cabo por los investigadores del Instituto Nacional de Educación Farmacéutica e Investigación del país asiático (NIPER, por sus siglas en inglés), las píldoras disminuyeron los niveles de glucosa en sangre tanto como la insulina inyectada.
Además, los efectos de esta nueva forma de medicación contra la diabetes duraron más tiempo que la insulina inyectada, destacaron los científicos.
Los responsables del trabajo indicaron también que la principal dificultad en un principio fue que la insulina en píldoras se desintegraba al llegar al estómago y no era absorbida con facilidad hasta el torrente sanguíneo a través del intestino delgado.
Para resolver estos problemas, los investigadores del NIPER decidieron usar lípidos para proteger la insulina de las enzimas digestivas, mientras que para facilitar su transporte y absorción se agregaron ácido fólico y un tipo de vitamina B.
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Arte para salvar (+ Fotos y Video)
Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Arte y literatura van de la mano. Al fin y al cabo escribir puede ser un arte y el arte, tiene el don de palabra. “Los libros consuelan, calman, enriquecen y redimen”. “Arte es huir de lo mezquino, y afincarse en lo grande”.
El arte es tan vital para el ser humano como el aire que respiramos. “Cuando no hay arte nada queda“. El arte purifica, sana, construye, libera. Pero si arte viene de manos llanas, nos resguarda la existencia, nos preserva el aire, nos garantiza la vida, la obra humana va tornándose imprescindible.
Decía Martí que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, y yo me atrevo a decir que en las partículas de oxígeno que animan nuestro cuerpo. En estos tiempos tan convulsos donde respirar podría convertirse en un lujo, los árboles, protectores naturales del universo humano, quedan inmaculados a toda destrucción o daño. Nadie debería osar contra la integridad de una planta, ni aunque su fin, lo justifique.
Cuadernos Papiro logra crear desde estos principios. Tatiana Zúñiga, directora de la editorial revela las claves para fabricar libros arte con una consciencia ecológica y que, a partir de motivos genuinos, la cultura fomente la metamorfosis.
Seis personas laboriosas, sacrificadas somos la editorial Cuadernos Papiro. Entre los seis no hay jerarquías, no hay formación universitaria que determine. Todos aportamos ideas, todos somos importantes. Más que una política editorial, tiene que prevalecer una política emocional a la hora de enfrentar cada trabajo de estos. Hay que creérselo de verdad, hay que concientizarlo mucho para sentir que estás haciendo algo diferente, que de esto va tu vida y que eres un eslabón muy importante en la cadena que para poder enlazarse y lograr funcionar como cadena, los demás dependen de ti. Cada cosita que vean aquí que marque diferencia, lo que vean cuidado, tiene que ver con ellos, ellos son los responsables: consiguieron todos los recursos, levantaron estos muros, agrandaron el taller, lo pintaron y buscaron ayuda capacitada para arreglar el techo de madera que tenía filtraciones y hasta sembraron la enredadera del patio.
Por ejemplo, Boris, nuestro especialista en papel, vino un día buscando trabajo y le dije que la plaza que tenía era de artista papelero. Él es licenciado en Estudios Socioculturales, no sabía hacer papel y aprendió. Hace un año y medio que trabaja aquí en la editorial. Hoy es uno de los mejores papeleros que hay en la ciudad.
Tatiana Zúñiga Góngora, Directora artística y editora. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
¿Cómo te convertiste en el alma inspiradora que dirige este centro?
Soy graduada de Historia de Arte. Cuando era directora del Centro de Arte, anexan el taller de papel y yo comienzo a cooperar de conjunto con mis subordinados hasta que un día decidimos comenzar a trabajar aquí. Siempre quise venir, es que yo sabía, yo intuía que este iba a ser mi proyecto de vida, que aquí podía explorar todas las áreas que me gustan: la literatura, las artes plásticas y la artesanía, que materializa ese afán mío poder producir objetos con las manos.
¿De dónde salieron estas antiquísimas máquinas con las que se trabaja en esta editorial?
Cuando solamente éramos un taller de papel, nos enteramos un día de que todas estas máquinas las estaban vendiendo en el poligráfico porque había llegado la tecnología digital. Eso fue en el año 2001 más o menos. Les confieso honestamente, sin ideas claras de que íbamos a ser una editorial, sino para resolver algunos problemas de la misma impresión de alguna postal o alguna otra cosa, decidimos comprar un linotipo. Este no fue el primer linotipo que compramos. El primero fue ruso en los años 80. Luego nos enteramos que estaban vendiendo este también y que lo iban a convertir en chatarra. Es un linotipo del año 1900, americano, tiene todas sus piezas originales. Lo más hermoso de todo es que estaba roto y lo reparamos. La magia consiste en mantenerlo vivo cada día y que trabaje y produzca libros.
El de linotipista impresor es un oficio que va desapareciendo y hemos tenido la suerte de conocer a linotipistas muy ancianos que a partir del interés propio que hemos tenido nos han ido enseñando a reparar, las mañas para tratarlos. Pero estas fueron máquinas que por ser en su época, en su momento y todavía hoy, prodigios de ingeniería humana, que atesoran además siglos de sabiduría del hombre, no se hicieron para tirarse, entonces este linotipo se ha mantenido trabajando hasta hoy.
Luego compramos esta máquina que es de 1899. La primera es como la Pentium 3 del año 1900 y esta es como al impresora a color de ese tiempo. Todas las máquinas que hemos reunido en el taller son de tecnología americana y todas, absolutamente todas eran máquinas que iban a desaparecer. De donde la sacamos iban a ser desarmadas y llevadas como chatarra para materia prima. Tú no te imaginas cuánto dolor me da pensar en las que no hemos llegado a tiempo para salvar. Quisiera poder poner un clasificado en la radio, la verdad. Hablé hasta con la persona que atiende toda la materia prima en el Oriente. Le pedí, le supliqué, le dije: – Mire, cuando le llegue una máquina antes de desarmarla, antes de hacer cualquier cosa, antes de hacerla piezas, llámenos. Porque te imaginas cuánto pesa una máquina de estas y cuanto valen para el que la vende en materia prima. Al final me dijo que sí, pero no nos llamó nunca.
La guillotina vertical, la cizalla, todo esto es americano. Por ejemplo, tenemos viñeticas en una aleación de plomo que ya no se hace porque llevan Timonio, pero son del siglo XVIII y siglo XIX. Esto ya no lo hace ningún artesano, no te lo puedes encontrar. Alguien puede tener esto en su casa como una pieza de colección, como una pieza decorativa, como algo lindo que algún día se hizo.
¿Qué emplean como materia prima en la fabricación del papel?
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
La materia prima es recortería de papel. Toda la recortería de papel que votan en las oficinas, en las empresas, en donde sea. Puede ser también periódicos, revistas, cartón. Toda esa recortería nosotros la compramos por toneladas a materia prima y por ejemplo, de una tonelada de recortería de papel nos salen entre diez mil y quince mil pliegos. Entonces Boris nuestro especialista, tiene una norma de aproximadamente 80 a 100 papeles diarios. Es un esfuerzo, cuando se ve el proceso es que se percata que es un enorme esfuerzo personal y que es ante todo una obra de conciencia y de amor, no puede ser de otra manera.
Cuando el argentino vino nos dijo que el papel ellos lo molían en una pila holandesa. Jamás en la vida aquí nos íbamos a empatar con una pila holandesa. Yo nada más que la he visto en libros. Lo que sí tenemos es una lavadora áurica con un motor adaptado y en esa lavadora áurica preparamos la primera parte de la pulpa. A esa primera parte no se le adiciona para nada ningún químico, ni ningún aglutinante. Es únicamente la celulosa que tiene el papel original. Pero, lo que empezó como una necesidad hoy ha ido adquiriendo consciencia medioambiental. Si usted recicla papel, que es lo que dice ese cartel que pusimos a la entrada del taller, si usted usa un día de su vida papel reciclado usted evita que se estén perdiendo miles y miles de hectáreas de bosques. No es una consigna, nosotros aquí en Cuba, realmente nuestra consciencia ecológica es muy ambivalente y no tenemos claridad en que los recursos sí son finitos y qué la única manera es que esto no sea una alternativa aislada, sino de que se pueda generalizar. Es muy sencillo y es muy bueno. Tú reciclas y haces una hoja de papel.
Cuando nosotros empezamos en la década de los noventa, nos enseñó a hacer papel un argentino Ricardo Rively. Nadie sabía aquí lo que era el papel hecho a mano, ni lo que era el papel artesanal, y menos todavía a hacer grabado, pintura, dibujo sobre papel artesanal. En pleno Período Especial si tú le decías a la gente: no hay cartulina Canson, no ni cartulina Bristol, no hay material profesional, no hay soporte para hacer tu obra y lo que te estoy dando es esto, pues imagínate tú, todo el mundo se erizó.
Hoy el 98 porciento de los artistas de la ciudad trabajan sobre papel manufacturado. Ya se ha convertido prácticamente en parte de la identidad dentro de las artes visuales holguineras. Fíjate que yo diciendo esto, en estos días, reflexionando con amigos que les he dado estos datos, pienso que ya es hora de hacer esto un poquito más visible, de estudiarlo incluso, porque ha sido un fenómeno que a partir de la necesidad del Período Especial se ha convertido en una expresión artística muy asumida. En la ciudad existen varios talleres particulares, es decir, artistas que ya trabajan sobre esto.
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
¿En qué formatos de papel producen?
Vas a ver libros que son grandes y otros pequeños porque la característica de hacer un libro arte es que el artista no ilustra un libro, el artista piensa el libro totalmente, piensa el formato, piensa el tipo de papel que quiere utilizar. Hoy nosotros hacemos aquí más de cuarenta tipos de papel. Hacemos papel de plátano, papel de ajo (que por eso son las ristras esas que ven colgando ahí) hacemos papel de tabaco, hacemos papel de maíz. Entonces el artista que está diseñando el libro te dice: – Quiero papel de ajo para este libro y quiero que los papeles tengan tal formato-.
A partir de ahí Boris comienza en esta secuencia en una especie de tamiz de gibe que te deja solamente la pulpa molida y luego mezcla con un poco más de agua en una tina y con los tamices y los formatos le damos tamaño al papel y finalmente sale la hojita en el tamaño previsto. Boris tiene que hacer hoja a hoja.
Cuando nosotros le decimos a Boris, vamos a hacer un libro, este libro tiene 10 páginas y vamos a hacer 100 ejemplares, le damos una norma y él tiene que hacer 1500 pliegos de papel. Nosotros dependemos de él. Sería más fácil adquirir el papel industrial que hacerlo, pero entonces nada de esto tendría sentido. Eso es lo que distingue realmente a nuestra editorial. Y ya hemos establecido una dinámica de producción que permite ir haciendo las hojas como ves con dos tamices continuamente y que él pueda, además de eso, cumplir con la norma. De todas maneras el esfuerzo personal es lo más valioso, es lo que determina que nosotros podamos cumplir, porque además depende del hombre, no depende de nada más.
Colecciones de la Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
¿Cuántas colecciones posee la editorial?
La editorial no tiene muchas colecciones, tenemos a propósito solamente dos colecciones, exprofeso, porque nos parece que las colecciones son una camisa de fuerza. Cada libro tiene que tener su propia personalidad, tiene que parecerse al artista que lo diseña, que aporta obra también ahí, no es solamente que ilustre una portada y ya. Tiene que enriquecer el libro, tiene pensarlo de manera total y el escritor que aporta el contenido del texto.
El primer libro que hicimos, no solo el primer libro de la colección, sino también el primer libro de la editorial, cuando compramos las primeras máquinas, cuando ni pensábamos editar, ni sabíamos hacer nada, se nos ocurrió abrir la editorial con las cartas de amor entre los Generales de la Guerra de Independencia y sus esposas. Ese libro lo teñimos con café. El papel es muy malo, la edición es horrible, pero el libro es hermosísimo y ayer me comentaba Eloísa que ella y Hart lo han leído muchas veces, lo conservan, lo tienen.
Pusimos en la portadilla de ese libro una frase donde Maceo le dice a su esposa: “Si venzo, la gloria será para ti”. La gloria, que era por lo único que estos hombres luchaban, estos hombres no luchaban por más nada .!Y a mí me pareció aquello tan increíble! Tratándose de un hombre tan recio, ese mulato que no sabía si iba a salir o no del campo de batalla, que por eso solamente valía la pena hacer el libro. Por eso se lo dedicamos a las mujeres, le pusimos: “Por la pasión del honor y el amor en el alma cubana, se lo dedicamos a Amalia Simoni, Ana de Quesada, Carmen Sayas Bazán, María Cabrales, Isabel Belli y a Bernarda del Toro.” Todas estas mujeres sufrieron, vieron sus hijos morir, muchos de estos padres no conocieron los hijos que nacieron mientras estaban en la manigua y a ellas se les morían en los brazos, de cuyas manos también nos nació la patria.
Cartas Amadas. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Hicimos el papel en pétalos de rosas y lo teñimos con café para dar la idea de libro antiguo envejecido. Todo se hizo rasgado y quisimos atarlo con una cinta roja para dar la idea de la pasión. Y a manera de sobre, con las bandas de la bandera cubana, pero en lugar de la estrella, lo que hicimos a relieve fue una rosa. Rafaela Costa de Rivas nos hizo el prólogo que tituló: “El dolor del amor”.
Es un libro cronológico, yo seleccioné las cartas para que te dieran una idea de lo que estaba sucediendo también el campo de batallas. Están las cartas de Ignacio a Amalia, ¡que son por favor! Y así van sucediendo todas, pero mira, observa cómo le pegamos el numerito, no sabíamos ni cómo ponerle el número a las páginas. No nos salía como otros que hacemos ahora más acabados.
Está la carta del cifrado de Carlos Manuel de Céspedes que aparentemente dice así:
“En cuanto a mí, estoy de buena salud, con muchos deseos de verte, así como a los demás de la familia”; entonces en cifrado le ponía: “Estoy esperando pasaporte, entre bandidos, temo me asesinen o entreguen a los españoles, sáquenme de aquí, manden vapor o bote, avisen combinaciones con anticipación, escriban en cifras, temo cartas no lleguen nunca, reserve embarque”.
Este párrafo está escrito en clave y hábilmente intercalado entre otros que disimulaban el verdadero estado de ánimo y la clave eran palabras también que solo ella sabía. ! Es un hombre desesperado! Algunas de las partes de la carta fueron reproducidas por Carlos Manuel de Céspedes y Quesada en su libro; y la carta completa fue incluida en “Cartas de Carlos Manuel de Céspedes a su esposa” publicadas por el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Cuba.
Entonces donde iría la carta de Martí a Carmen Zayas Bazán quisimos que hubiera, en esa página, una rosa seca. Porque Martí tiene cartas muy hermosas a María Mantilla, a sus hermanas, a su madre, pero Carmen Zayas lamentablemente ha sido un poco maltratada por la historia, porque mujer al fin veía a Martí como esposo y padre de su hijo. Uno admira al hombre extraordinario, pero pongámonos en el papel de esposa:
“¡Qué noche Carmen y que horribles días! Ahora voy a saber lo que es morir. Tú me dices que vienes muy pronto. Ven, de veras, aunque te vuelvas a ir para volver. Tengo muchos encargos que hacerle: a mi hijo, lo de Margarita, lo de Luisa y ven tú, aunque sea para volverte a ir.”
Este es otro fragmento:
“No hay en mí ni una duda, ni un instante de vacilación. Amo a mi tierra intensamente. Si fuera dueño de mi fortuna lo intentaría todo por su beneficio, lo intentaría todo… Mas no soy dueño y apago todo sol y quiebro el ala a toda águila. Cuando te miro y me miro y veo qué terribles penas ahogo y qué vivas penas sufres, me da tristeza. Hoy sobre el dolor de ver perdida para siempre, la almohada en la que pensé que podía reclinar mi cabeza, tengo el dolor inmenso de amar con locura a una tierra a la que no puedo ya volver.”
¡Verdad que para amar a este hombre había que tener una clase de coraje! En aquel momento, año 2001, sólo yo pude encontrar esta carta, porque la papelería de Martí estaba bastante desordenada. Ahora está más organizada.
Tengo una deuda tan grande con este libro que quiero reeditarlo, quiero volver a hacerlo porque este fue nuestro primer libro y desapareció ya. Los únicos ejemplares que tengo constancia de que existen es el que tiene Armando Hart y uno que logramos guardar nosotros.
Este libro fue en presentado en febrero de 2002 y en aquel momento ni siquiera preveíamos que teníamos que guardar un ejemplar. Ahora ya yo guardo un ejemplar de todo lo que hacemos. El 001 lo guardo para la editorial, pero en aquel momento ni idea teníamos de en qué nos convertiríamos y hay libros que se nos han agotado y que ya no tenemos.
Ese fue el primero, el segundo fue el los Cinco, que hicimos nosotros y presentamos en el Coloquio Internacional por la lucha antiterrorista y la liberación de los Cinco, que se celebró en Holguín en noviembre de 2012. Recopila algunas de las cartas de amor más simbólicas que escribieron René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio a sus esposas, a sus hijos, a sus madres, a sus familias y al pueblo. Lo diseñaron los estudiantes de la Academia de Artes Pláticas, se hizo con papel de rosa, todo en xilografía y las cartas están atadas solamente con una cinta, porque la idea es que también se puedan regalar sueltas y que la gente entienda la dimensión de la tragedia, pero además para que pueda ser romántico como a la vieja usanza de las cartas de amor que uno guardaba con tanto apego en los baúles.
Nos pasamos 10 largos años sin sacar ningún otro libro en Cartas Amadas y el tercer libro los presentamos en la Casa del Alba durante esta feria y son las cartas de amor entre Bolívar y Manuela Saenz. El cuarto libro que ya tenemos listo, a solicitud de Eloísa es un secreto. Formará parte de esta colección pequeñita que tenemos, que consta, apenas, de cuatro libros.
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
¿Han editado libros que no formen parte de alguna colección?
Varios. Por ejemplo, “El tren de la fantasía” es otro que se nos agotó. Lo diseñaron los estudiantes de la Escuela de Arte y son décimas.
El libro que presentamos en el Coloquio Internacional de Música y Poesía, “Nicolás Guillén”. Lo diseñó José Angel Vincench, holguinero aunque vive en La Habana hace tiempo y es realmente uno de los artistas de la plástica de Vanguardia en Cuba. Lo hicimos con este papel que nosotros le pusimos a este tipo de técnica marmolado porque le hacemos un entintado para que ningún libro sea igual al otro. ¿Qué hizo Vincench? Vincench trabaja mucho con los significados de las palabras y nos propuso utilizar tres tacos de grabado donde él cogió el significado del sustantivo apellido (como era el poema de Nicolás Guillen) del diccionario en español, en inglés y en francés. Con eso fue haciendo unos tacos de grabados que fuimos poniendo en inglés por detrás y en español por delante y así se diseñó la portadilla.
Este es a mi juicio uno de los poemas más autobiográficos y prácticamente el testamento de Guillén donde declara: yo soy esto, y este es mi apellido y es de dónde vengo. Entonces en el medio pusimos un lienzo original que Vincench firmó y editó. Hay 100 lienzos originales diferentes cada uno, pero además cada libro es diferente. Puedes elegir el color que más te guste, puedes elegir tu lienzo interior y puedes sacar y montar el lienzo y tenerlo como una obra.
También confeccionamos un disco para el 20 aniversario de Ediciones Holguín. Existía un fonograma de acetato con las voces de los poetas viejos de esta provincia. Lo digitalizamos y lo pasamos a un CD y en un volumen compilamos todos los viejos de la primera generación y grabamos en otro disco a los más jóvenes. El diseño con papel de ajo y papel de tabaco, encima pusimos las fichas de los intérpretes. La página central en papel de ajo y de maíz. Todo grabado en linografía.
Y el libro de Delfín Prats, que obtuvo en premio DAVID y se pasó 40 años sin editarse porque él nunca quiso darlo íntegro. Fue un libro que tuvo un origen muy polémico. Nunca nadie lo vio en librerías, de hecho nosotros no pudimos ver ningún ejemplar de aquella edición , porque en ese momento, cuando se escribe el libro, estábamos en pleno década del setenta, entre la homofobia por algunos poemas que refieren contenidos eróticos muy sutiles. Cuando el libro cumplió cuarenta años, el autor no los dio y le hicimos esta edición que presentamos en la UNEAC de La Habana y voló. Lo que hicimos fue que para poder abrir el libro, que estaba pegado completamente, uno tenía que romper el candado.
¿Dónde se comercializan estos libros?
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Aquí en la editorial y en la Feria Internacional del libro en La Habana o en otras las ferias internacionales. Se venden en las dos monedas. No hemos querido nunca meternos en las distribuidoras porque nuestros libros son alrededor de 100 a 150 ejemplares y son muy delicados. No creemos que haya todavía ninguna distribuidora que reúna las condiciones para que los libros no se estropeen. .
Hay mucha gente que nos ha dicho (clientes que tenemos que vienen de otras provincias, libreros, coleccionistas que vienen y se llevan los libros por cantidades) que nos vayamos para La Habana, que allí podríamos tener un nivel de ventas superior, pero a nosotros nos dolería dejar este lugar.
Nuestro sueño en un futuro es completar el patio. Estamos tratando de ver si compramos unos adoquines de los viejos que están quitando del parque San José para completar el piso. Queremos ahí hacer el pantry para ganar espacio en la zona de la impresión. En el patio es donde nosotros encuadernamos los libros, es donde trabajamos y entonces este tiene que ser también el lugar apacible, tranquilo, el lugar donde realmente la gente venga.
Cuando ya yo me di cuenta de que no podía salvar el mundo, sí porque yo tuve la edad uno cree que puede salvar el mundo. Pero cuando me di cuenta que no podía, me dije: -bueno, déjame ver qué pedacito del mundo me toca y si puedo salvarlo. Si yo puedo cambiar la vida a estas seis personas que trabajan conmigo, si yo puedo lograr que seres tan diferentes entre sí, con percepciones de la vida tan diferentes, crean en algo, en estos tiempos donde hay tanta gente descreída, y quieran hacerlo bien y se sientan orgullosos del fruto de su trabajo, que no es hacer zapatos para tener dinero, porque con esto nunca nos vamos a hacer ricos. Es muy difícil que tengamos dinero, pero yo tengo que tratar de que ellos se sientan orgullosos de esto.
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
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Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
Editorial Cuadernos Papiro, Holguín – Cuba. Foto: Jean-Claude Orru / Cubadebate
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Campeones villaclareños muestran su garra en el Sandino (+ Box Score)
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Exfuncionarios y empresarios de EE.UU. piden a Obama que alivie el embargo económico a Cuba
Publicado: 20 may 2014 | 1:20 GMT
Un grupo de ex altos funcionarios, ejecutivos de alto nivel y académicos estadounidenses ha solicitado al presidente Barack Obama que suavice el embargo económico impuesto a Cuba y se centre, entre otras cosas, en estimular el flujo de capital y tecnología a los empresarios independientes de la isla.
El titular de la Cámara de Comercio de EE.UU., Thomas J. Donohue, ha declarado que viajará a La Habana para estudiar el crecimiento del sector privado y ver cómo puede impactar en la economía estadounidense. |
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