El ministro ruso de Energía, Alexander Nowak, se reunió hoy en Varsovia con su homólogo ucraniano, Yuriy Prodan, y con el comisario europeo del ramo, Günther Oettinger, y anunció que Rusia reducirá en junio el suministro de gas a Ucrania si no se pagan en mayo las deudas acumuladas.
Nowak, que compareció en rueda de prensa tras el encuentro, expresó también su preocupación porque Ucrania no sea capaz de almacenar el suficiente gas durante los meses de verano para asegurar el tránsito a los países europeos en la temporada de invierno.
La gasística rusa Gazprom proporcionó alrededor del 30 % del gas natural que Europa consumió en 2013, casi 163.000 millones de metros cúbicos, que en su mayoría llegaron a través del gasoducto de Ucrania, por lo que cualquier disminución en el volumen de carburante que llega a Ucrania afectará también a la UE.
Según Gazprom, Ucrania mantiene una deuda de 3.500 millones de dólares por el gas ruso importado.
Ante este escenario Rusia, Ucrania y la Unión Europea no pudieron llegar a un acuerdo en la conversación tripartita mantenida hoy en Varsovia, aunque el comisario Oettinger anunció dos nuevos encuentros este mes de mayo para intentar alcanzar un compromiso que desbloquee la situación.
Oettinger, quien también se reunió hoy con el primer ministro polaco, Donald Tusk, propuso que el gas ruso importado tenga un precio uniforme en toda la Unión Europea, Ucrania, Georgia y los Balcanes occidentales, algo que se podrá lograr mediante la creación de una institución paneuropea encargada de negociar con Moscú las tarifas.
Para el comisario europeo, esta fórmula, propuesta por Polonia, evitaría la debilidad que cada Estado arrastra frente a Rusia a la hora de negociar los precios del gas.
Oettinger también reconoció la existencia de la deuda de gas de Ucrania, y señaló que la Comisión Europea estudia ofrecer asistencia financiera a la compañía energética ucraniana Naftogaz.
El ministro ucraniano de energía señaló que Ucrania acudirá a un arbitraje internacional con Gazprom si no se alcanza un acuerdo sobre los precios del gas, ya que bajo las condiciones actuales no es capaz de pagar los precios exigidos.
Prodan se refirió a esas condiciones como "discriminatorias", y recordó que su país tiene la tasa más alta de gas entre todos los clientes de Gazprom, 485,5 dólares por 1.000 metros cúbicos desde abril de este año, muy por encima del precio medio después de que Rusia haya anulado los descuentos que se venían aplicando hasta ahora.
El titular de Energía ucraniano se mostró favorable a instaurar un precio único para el gas en toda Europa, tal y como propuso Oettinger.
En su discurso anual ante los graduados de la academia militar West Point, Barack Obama declaró que Estados Unidos ha logrado aislar a Rusia tras los acontecimientos ocurridos en Crimea. El presidente estadounidense prometió que Washington no interferirá en los conflictos mundiales, sino que se apoyará en las instituciones internacionales para solucionar los problemas globales. Los expertos rusos no han hallado nada especialmente nuevo en el discurso de Obama, que parece más bien dirigido a un uso electoral en el país.
En su intervención del pasado miércoles ante los cadetes, Barack Obama intentó no pasar ciertas barreras: señaló que su opinión es igualmente distinta tanto de la de los partidarios del aislamiento como de la de los que proclaman un enfoque intervencionista en la política exterior. No todos los problemas tienen una “solución militar”, subrayaba el presidente de Estados Unidos.
El líder estadounidense destacó que no se trata de un regreso a la Guerra Fría, aunque comentó que las acciones de Rusia en Ucrania “recuerdan los días en los que los tanques soviéticos circulaban por el Europa del Este”.
Según Obama, la movilización de los aliados tradicionales y la participación de instituciones internacionales como el FMI, el G7 y la OTAN han ayudado a aislar a Rusia. No obstante, Obama reconocía que por ahora no queda claro cómo seguirá desarrollándose la situación en Ucrania.
El presidente tocó varias veces el tema de Ucrania, además de los conflictos en Siria y Afganistán, y subrayó que todos los errores cometidos por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial fueron debidos a “una disposición para meterse corriendo en aventuras militares sin pensar bien en las consecuencias”.
En particular, según Obama, el conflicto sirio no tiene una “solución militar”, aunque Estados Unidos continuará ofreciendo apoyo a las fuerzas de la oposición que luchan contra el régimen de Bashar al Asad.
No obstante, para no transmitir un mensaje pacifista vacío ante los militares americanos, el Comandante en Jefe se apresuró a recordar que las fuerzas armadas de Estados Unidos no tienen comparación. También señaló que “cree en la excepcionalidad americana con todas las fibras de su ser”. Justo después de esto, Obama tampoco olvidó declarar que también cree en las “normas internacionales y el poder de la ley”.
Cabe señalar que esta idea de la “excepcionalidad americana” fue criticada en septiembre del año pasado por Vladímir Putin en una columna para el periódico The New York Times.
En opinión de Ígor Zevelióv, especialista en política exterior de Estados Unidos, Obama no intentaba polemizar con Putin, sino que se dirigía más bien a los neoconservadores estadounidenses que critican duramente su política exterior, según ellos demasiado suave.
“Obama considera que esta excepcionalidad se puede manifestar de un modo distinto”, asegura el experto, que opina que debido a la compleja situación económica, los recursos del jefe de la administración estadounidense están limitados.
Los observadores están completamente convencidos de que al analizar este discurso es necesario tener en cuenta la campaña electoral en el país.
En Estados Unidos ha comenzado ya la campaña para las elecciones al Congreso y el discurso del presidente influirá tanto en sus compañeros del Partido Demócrata como en sus oponentes republicanos. Por ejemplo, el columnista del periódico Washington Post Scott Wilson escribió en su cuenta de Twitter que el discurso de Obama “no está destinado a los debates de política exterior, sino al electorado que está cansado de la guerra”.
Ígor Zeveliov señala también que la intervención del presidente de Estados Unidos no contenía “ninguna idea nueva”, y que su principal objetivo consistía en demostrar lo siguiente: Washington continúa defendiendo los intereses estadounidenses por todo el mundo teniendo en cuenta “unas posibilidades relativamente limitadas” después de Irak y Afganistán. El politólogo subraya que Obama ha sido “consecuente”:
“Obama prometió acabar la guerra en Irak y en Afganistán y ha cumplido su promesa”, recuerda Zeveliov.
El director del sector de política exterior e interior de Estados Unidos del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias, Fiódor Voitolovski, tampoco ha encontrado nada principalmente nuevo en el discurso de Obama. El experto esperaba más “aspectos adoctrinadores” relacionados con cuestiones de seguridad global, sin embargo no ha podido encontrar ni rastro de ello ni de ningún tipo de aseveración de carácter conceptual.
¿De qué le sirve al mundo el poderío militar de Rusia?
“Por esta razón, da la sensación de que el discurso es bastante fragmentado y de que el presidente es incapaz de responder a los desafíos con los que se está topando su administración”, señala el experto.
Como demostración de sus palabras, Voitolovski cita a Obama reconociendo en su discurso que a Estados Unidos le es difícil involucrar a China en la regulación del conflicto en el Mar de la China Meridional en el marco de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, tanto más cuanto que Estados Unidos no ratificó dicha convención.
Según el experto, también resultan contradictorias las declaraciones del presidente estadounidense respecto a Ucrania. “Puede repetir tantas veces como quiera que Estados Unidos ha “aislado a Rusia”, pero el hecho de que el presidente estadounidense no sepa cómo se desarrollará la situación en Ucrania, no tenga en cuenta toda la complejidad de la situación, esté dispuesto a escuchar únicamente a una parte del conflicto y no esté dispuesto al compromiso, remite más bien una especie de infantilismo geopolítico”, - comenta el politólogo.
Artículo publicado originalmente en ruso Gazeta.ru.