Domingo, 11 de mayo del 2014 - 20.40 h
Los referendos de autodeterminación celebrados en dos regiones de Ucrania han registrado este domingo una alta participación. Es la primera victoria en el pulso entre los colectivos prorrusos frente al Gobierno de Kiev. Los ciudadanos de Lugansk y Donetsk han participado activamente en la consulta, pero la tensión ha envuelto el proceso, con un significativo silencio institucional por parte de Rusia y las claras advertencias de EEUU.
Según los organizadores de las consultas, que Kiev y la comunidad internacional consideran ilegales, la participación en la región de Lugansk se ha situado en torno al 80% y en Donetsk, del 70%. Se espera que el escrutinio de la votación se conozca este lunes. "La participación ha superado todas nuestras expectativas. Estamos muy contentos", afirmó el jefe de la Comisión Electoral de la "República Popular de Donetsk", Román Liaguin, quien destacó la "gran respuesta ciudadana" a la convocatoria a las urnas.
Una estatua de Lenin colocada delante de una barricada pro-rusa en las afueras de la ciudad ucraniana de Slaviansk
Hizo especial hincapié en que los ciudadanos acudieron a votar pese a la "situación de guerra" que se vive en varias localidades y ciudades de la región.
Intervención armada
La mayor parte de la jornada transcurrió en una clima de relativa tranquilidad, que se truncó cuando al caer la tarde efectivos de la Guardia Nacional de Ucrania se hicieron con el control del ayuntamiento y el departamento de la policía en la ciudad de Krasnoarmeisk.
Según Liaguin, en el momento de la entrada de los efectivos ucranianos en Krasnoarmeisk ya habían votado 47.021 electores o el 77% del censo. Esas cifras no son verificables, dado que se ha celebrado sin observadores y sin las más mínimas garantías de transparencia. Será difícil que un referendo sin amparo legal pueda considerarse representativo de la voluntad popular.
Razones para la abstención
"Sí, mucha gente ha ido a votar, pero también mucha gente se ha quedado en su casa. Yo no participaré. No quiero que la región de Donetsk forme parte de Rusia. Es un país dirigido por un dictador, que persigue a mis hermanos de fe", dijo a EFE Alexandr, un chófer de taxi, de 45 años, evangélico.
Los organizadores de las consultas en Lugansk y Donetsk hicieron un llamamiento a defender las sedes de los colegios electorales para impedir cualquier intento de frustrar el escrutinio. En cualquier caso, la fractura interna de la población es constatable, con posiciones dificilmente reconciliables y escasas salidas de consenso.
Las intenciones prorrusas
"Ahora que hemos asumido la responsabilidad, tenemos que formar los órganos políticos y militares de poder en el más breve plazo posible", declaró el copresidente de su consejo ejecutivo de los organizadores del referendo, Denis Pushilin. Según el dirigente prorruso, "las formaciones militares (ucranianas) que sigan en el territorio serán reconocidas como ilegales y consideradas invasoras después del anuncio de los resultados oficiales del referendo".
Consecuencia jurídica
El Kiev, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania recalcó que las consultas organizadas por los separatistas no tendrán ninguna consecuencia jurídica ni tampoco afectarán la integridad territorial del Estado. El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Parubi, advirtió de que Kiev considerará un acto de agresión si Rusia reconoce los resultados de las consultas separatistas.
Posición de Putin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, había pedido a los líderes de la sublevación prorrusa que aplazaran la celebración de los referendos para propiciar una vía de diálogo entre las regiones rusohablantes del sureste de Ucrania y el Gobierno de Kiev, petición que fue desoída. Según las autoridades ucranianas, la iniciativa del jefe del Kremlin no fue más que una estratagema para hacer ver que no tiene influencia sobre los líderes de la sublevación prorrusa en el sureste de Ucrania.
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